Carlos Amaya, precandidato presidencial de la coalición Centro Esperanza y exgobernador de Boyacá, estuvo en Conversaciones de País hablando de sus propuestas, cómo va en la carrera presidencial siendo, con 37 años, el precandidato más joven de la coalición. Asimismo, se refirió a las polémicas que se han sucitado al interior de la Centro Esperanza en las últimas semanas.
“Es lamentable que la coalición se quede en discusiones de mecánica y no esté hablando lo que el país quiere escuchar que es propuestas y cómo se resuelven los problemas de los colombianos. Yo creo que a eso debemos estar dedicados los candidatos presidenciales. Estuvimos haciendo eso la semana pasada en la costa Caribe, yo creo que fue un buen ejercicio y poder proponer las soluciones que desde la coalición Centro Esperanza tenemos, una coalición que pretende, alejada de los extremos, mostrarle a Colombia un camino diferente a los que estamos condenados a tener, que es Uribe o Petro, yo creo que hay otras alternativas. Yo creo que Colombia puede escoger no en contra de alguien sino a favor de algo y creo que ese a favor de algo es a favor de la esperanza, que es lo que representa esta coalición”.
¿Cómo define el centro, sin hacer referencia a los extremos?
“Yo creo que no resuelve mucho decir si uno es de izquierda, derecha o de centro. La mayoría de colombianos cuando se les pregunta en dónde se identifican más, la gran mayoría dice que es centro. Yo creo que la gente cuando dice centro es un poco diciendo yo no quiero la polarización que tiene este país, en últimas el centro es reconciliación, cómo juntamos a los diferentes, cómo entender que si pensamos distinto no somos enemigos. Un poco de esa idea de reconciliar a Colombia y proponer soluciones a los problemas reales, qué vamos a proponer frente al hambre, sector agropecuario, alto costo de los insumos, cómo hacer para que la gente tenga vivienda digna, yo creo que a eso nos tenemos que dedicar”.
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¿Es presidenciable?
“A veces uno se siente sobrepasado a las capacidades que pudiera tener aguantando una campaña tan intensa como esta, ataques, noticias falsas, pero yo creo que uno tiene una responsabilidad con Colombia, una responsabilidad con lo que yo he sido, con mi historia de vida, yo vengo de una familia campesina, a mí no me contaron que la vida es difícil, yo lo vi. Creo que con ese liderazgo que he podido consolidar en mi vida, con esa experiencia administrando y haciéndolo bien, con esa capacidad de conectarme con los colombianos debo dedicarme a esta candidatura presidencial. ¿Quién determina si soy presidenciable o no? Los colombianos”.
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¿Qué pasaría en un gobierno suyo con departamentos como Chocó o Nariño?
“Yo creo que se trata de reconocer el territorio, de ir a conocer las necesidades y de hacer presencia del Estado. No creo que los problemas se resuelvan a punta de Ejército y Policía y esa es la solución de todos los gobiernos, yo creo que hay que llevar inversión social, eso hicimos en Boyacá. Un poco la tarea de gobernar, en últimas, es hacerle algo de justicia a la gente, no se van a solucionar todos los problemas en el siguiente gobierno, pero yo estoy seguro de que lo podremos hacer y hay que gobernar en el territorio, no desde una silla en Bogotá… Yo he sido el único precandidato presidencial que en estas elecciones se ha recorrido los 32 departamentos, ya fui, escuché, vi la realidad”.
¿Dónde está el rechazo de la gente frente a los políticos?
“Es normal. Ese desencanto, esa politiquería, esa falsedad, esas mentiras con las que siempre van allá, pues genera un rechazo de la gente. Muchos creen que como estos manes mienten tanto, aunque sea agarrémosle un billete de 50, pues ahí es lo que hay que cambiar y líderes como yo tenemos que ir a transformar esa realidad”.
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¿Qué es lo que está pasando con la violencia en Colombia?
“Hoy lo que está sucediendo es que el presidente Duque no solo no nos ayudó a salir de la guerra de las FARC, es decir, cumplir el acuerdo de paz, sino que reintensificó tres: con el ELN, con el narcotráfico, con las bandas criminales y con las disidencias. Lo que hoy hay que hacer es que el Estado colombiano cumpla su palabra, primero con las FARC, con quienes han cumplido el acuerdo, mano dura con quienes han incumplido, haga un nuevo acuerdo o inicie un camino con la guerrilla del ELN, que por supuesto acabe con esta confrontación, y este tipo de situaciones de paros armados y lo otro es que cambie la manera de luchar con el narcotráfico”.
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