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La sorpresiva llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño como uno de los asesores más cercanos al presidente Gustavo Petro en materia política armó un avispero en la cúpula del petrismo. En la noche del lunes hubo reclamos al jefe de Estado por la designación y algunos ministros dicen que ven pasos de 'animal grande' porque el exembajador de la FAO, como asesor, podría llegar a un Ministerio.
El pronóstico es que la tormenta va a crecer con el paso de las horas y promete volverse huracán. Después de la llegada de Benedetti y de su encuentro con el presidente y Laura Sarabia, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), varios de los más incondicionales petristas 'pura sangre' del Gobierno del presidente se le metieron al despacho al mandatario antes del consejo de ministros.
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Entre los furiosos y desconcertados funcionarios estaban Gustavo Bolívar, director del DPS; Gloria Inés Ramírez, ministra de Trabajo; Alexander López, director del DPN; Iván Velásquez, ministro de Defensa; Daniel Rojas, ministro de Educación; Andrés Camacho, ministro de Minas; Francia Márquez, vicepresidenta de la República; entre otros. La razón, la intempestiva llegada a la sede presidencial con bombos y platillos del siempre polémico Armando Benedetti, el hombre clave en la campaña que llevó a Petro a la Presidencia, pero también el gran protagonista de varios de los peores escándalos del actual gobierno, como cuando se filtraron sus amenazas de que contaría lo que sabe de la campaña y de la entrada de plata.
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También, cuando Benedetti estuvo detrás del viaje de la niñera de Laura Sarabia a Caracas o cuando el Gobierno de Venezuela pidió su salida como embajador por comportamientos cuestionables o cuando se conocieron denuncias de presunto maltrato contra su esposa.
Ese mismo Benedetti, quien gozaba de un exilio dorado en la embajada de la FAO en Roma, regresó a la Casa de Nariño y se sentó, con el presidente Petro como testigo, con su archienemiga, Laura Sarabia, esta vez, dijo Benedetti, para firmar la pipa de la paz y volver como asesor de la Presidencia. Por eso, la ira y el desconcierto del petrismo puro del alto Gobierno.
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Noticias Caracol conoció que altos funcionarios le reclamaron muy duro al jefe de Estado por la presencia de Benedetti en Palacio. Incluso, muchos le dijeron temer que ahora Benedetti llegue con poder sobre el gabinete ministerial. El presidente les garantizó a sus funcionarios que Benedetti, simplemente, sería un enlace de la Presidencia con el Congreso de la República, que no tendría injerencia con los ministerios ni con la agenda de gobierno. Sin embargo, parece que la explicación del mandatario durante el tenso encuentro en Palacio no calmó los ánimos.
Uno de los incondicionales del Gobierno, el senador Iván Cepeda, tomó partido y dijo en un mensaje que respalda a los ministros que piden reflexión crítica sobre la llegada de Benedetti a la Casa de Nariño.
Este martes, en los pasillos del Congreso, la molestia era evidente. La senadora por el Pacto Histórico María José Pizarro manifestó que “hay un respeto a las decisiones que él (Gustavo Petro) toma. Sin embargo, hay dudas sobre el papel y sobre lo que implica la llegada de Armando Benedetti al Gobierno".
Por su parte, Carlos Benavides, también senador del Pacto Histórico, manifestó que “a nosotros nos parece que un asunto de ese tipo debe conversarse mucho más”.
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El senador por la Alianza Verde Ariel Ávila señaló que “yo creo que es una vergüenza que el presidente Petro nombre a Armando Benedetti con todos los problemas que tiene, tanto de acusaciones muy complicadas sobre su comportamiento personal, como en su comportamiento público”.
Mientras en el Congreso, literalmente, trinaban por la llegada de Benedetti a Palacio, varios altos funcionarios, que pidieron la reserva de sus nombres, le aseguraron a Noticias Caracol que temen que Armando Benedetti esté dando el primer paso para llegar a un ministerio. De ser así, dijeron dos ministros, muchos de los petristas incondicionales, incluyéndolos a ellos, se irían del Gobierno nacional.
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El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, fue prudente y quiso bajarle el tono a la polémica. Aseguró que él trabaja en equipo y que a eso llegó al Gobierno. Otros, como el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, aseguraron que al presidente hay que hacerle caso.
La tormenta está formada y la gran pregunta es saber qué va a pasar con Laura Sarabia, que, en el papel, va a ser la jefa de Benedetti, el mismo político curtido y polémico que llegó hace tres años a la campaña Petro Presidente y terminó convertido en el hombre más cercano al entonces candidato presidencial.
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