La nueva política antidrogas del gobierno nacional que permite que los campesinos dedicados a los cultivos de coca
los mantengan en paralelo a los cultivos de sustitución hasta que estos demuestren que funcionan, ha causado polémica en diferentes sectores.
“Esto conduce a darle un banderazo para que continúen prácticamente de manera indefinida los cultivos ilegales. Eso va a ser muy mal leído por la comunidad internacional y nos va a colocar en una posición muy incómoda en todo lo que son las políticas contra los cultivos ilícitos", opina el exnegociador de paz y exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo.
Por su parte el gobierno defiende la propuesta del mandatario. “Estos políticos que gobernaron el país durante tantos años nos dejaron semejante desastre, porque la política que adelantaron durante muchos años fue completamente fallida, ahora abogando que se continúe con lo mismo. Por supuesto que tenemos que cambiar”, dijo el ministro de Justicia, Néstor Osuna.
Igualmente hay quienes consideran que permitir cultivos de coca sea cual sea la condición, es ilegal e irresponsable.
Para Daniel Rico, investigador asociado a Ideas para la Paz, “las comunidades rurales no necesitan que les permitan cultivar coca, sino necesitan es que se hagan vías, que la Infantería de Marina controle los ríos del Catatumbo, que haya oportunidades de desarrollo y pensar que la gradualidad va a resolver todos esos problemas es bastante ingenuo”.
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El gobierno dice además que los campesinos no pueden ir a la cárcel por cultivar coca y que esta propuesta estará en el plan nacional de desarrollo.