Avales para candidatos: ¿un lucrativo negocio en épocas electorales?

Las circunscripciones especiales de comunidades afro e indígenas se han vuelto una fábrica de credenciales, denuncia investigación.

El curso natural en una democracia es que en periodo de elecciones son los partidos los que escogen a sus candidatos, pero en una democracia débil los aspirantes terminan escogiendo  partido y eso es lo que está pasando en Colombia, según una investigación de la Fundación Paz y Reconciliación.

“Un partido político debe revisar diez mil, quince mil avales y lo que termina pasando es que los políticos pagan por esos avales o hay algunos que los venden”, dice Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación.

Las circunscripciones especiales para las comunidades afro e indígena buscaban dar más participación política, pero los partidos políticos de los grupos étnicos terminaron convertidos en verdaderas fábricas de avales.

“El partido ADA, Alianza Democrática Afrodescendiente, es un partido que en cosa de dos meses entregó más de tres mil avales. Era un consejo comunitario, lo vuelven un partido político y aparecen avales por todo lado”, explicó Ávila.

Noticias Caracol consultó a Celestino Mojica Peña, representante de ADA en Bucaramanga y conocido como hombre cercano al exsenador ‘el Turco’ Gil, niega que su partido haya vendido avales y dice que no tiene ninguna relación con él.

“Lo desafortunado de esto es que las denuncias se hacen, pero el sistema electoral colombiano está diseñado para que no pase nada, diseñado en forma corrupta, para que funcione en forma corrupta y esa corrupción no se destape”, señala Ávila.

En eso coincide Diego Rubiano, miembro de la Misión de Observación Electoral, quien dice que todo esto ocurre porque nadie responde en los partidos pues las mismas normas lo permiten.

Los partidos de comunidades indígenas y afro dicen estar preocupados por la proliferación de avales, puesto afecta la seriedad de las representaciones de las comunidades.

Sin control interno en los partidos, el Consejo Nacional Electoral politizado, sin responsabilidades, ni reglas claras y con una reforma política y electoral hundida por los mismos congresistas está lejos el día en que estas prácticas cambien, dicen estos analistas.