A menudo, los bogotanos aprovechan los fines de semana o las vacaciones para escapar del frío capitalino y disfrutar de destinos cálidos. El Tolima con su cercanía y clima, suele ser la primera opción por ofrecer una gran diversidad de paisajes, desde las altas montañas del Nevado del Tolima hasta los valles del río Magdalena. Melgar también es otro gran destino que aman los viajeros para darse una escapada de la rutina.Esta zona también tiene destinos cercanos que son igual de aclamados por turistas, como los municipios ubicado al oriente del departamento tolimense y de la subregión de Sumapaz que son Melgar, Carmen de Apicalá, Icononzo, Villarrica y Cunday. Sin embargo, a tan solo 20 minutos de Melgar, un municipio del Tolima se encuentra en un lugar menos conocido pero igual de cautivador, esto por ser un encantador pueblo que promete una experiencia única.>>> Le puede interesar: Paseo de familia a Santa Marta acabó en desgracia: supervisor de vuelo murió tras entrar al mar¿Cuál es el pueblito para descansar qué queda cerca de Melgar? Según 3 sistemas de Inteligencia Artificial que son Chat GPT, Copilot y Gemini, el destino para descansar que muy pocos conocen está ubicado en el departamento del Tolima. Se trata de Carmen de Apicalá, un pueblito que está a aproximadamente 124 kilómetros de Bogotá, lo que equivale a un recorrido en carro o bus de cerca de 2 horas y 50 minutos. Este pueblito combina un ambiente sereno, un clima cálido y una riqueza cultural que lo convierten en un destino ideal para desconectarse de la rutina y recargar energías.Carmen de Apicalá no solo es famoso por su belleza natural, sino también por su importancia religiosa. En el centro del pueblo se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, dedicado a la patrona de los conductores y símbolo de la devoción de los lugareños. ¿Qué hacer en Carmen de Apicalá?Explorar la gastronomía localEste destino es un paraíso para los amantes de la comida típica colombiana. Entre los platos que destacan están la tradicional lechona, el sancocho de gallina, y los tamales. También es famoso envuelto de maduro, el pan de yuca y las empanadas acompañadas de masato y ají. Para los amantes de las frituras, la rellena y la fritanga son opciones imperdibles.Disfrutar de su naturalezaLa riqueza natural que rodea a Carmen de Apicalá ofrece un entorno ideal para el descanso y la contemplación. Sus paisajes y planes hoteleros invitan a caminatas tranquilas y a disfrutar de un día relajante en alguna de las quintas y cabañas con piscina que abundan en el área.Relajarse en alojamientos únicosLa oferta de hospedaje es amplia y variada, adaptándose a todos los presupuestos. Desde hoteles con todas las comodidades, hasta acogedores hostales y quintas familiares, Carmen de Apicalá asegura una experiencia de alojamiento a la medida. Además, las agencias de turismo locales facilitan la planificación de actividades para aprovechar al máximo tu visita.Así puede llegar a este imperdible destino del TolimaDesde MelgarLa forma más rápida y conveniente de llegar a Carmen de Apicalá desde Melgar es en carro. La distancia es de aproximadamente 14 kilómetros y el viaje dura alrededor de 14 a 20 minutos.Desde BogotáEn carro: Desde Bogotá, hay dos rutas principales para llegar a Carmen de Apicalá: Ruta por la Autopista Sur (Vía 40): Esta ruta tiene una distancia de aproximadamente 125 kilómetros y el viaje dura alrededor de 2 horas y 45 minutos, dependiendo del tráfico. Ruta por la Vía La Mesa - Mosquera: Esta es un poco más larga, con una distancia de aproximadamente 169 kilómetros, y el viaje puede durar alrededor de 3 horas y 15 minutos.En bus: Puede tomar una buseta desde la Terminal Salitre en Bogotá hasta Melgar, y luego un taxi hasta Carmen de Apicalá.>>> Puede leer: Las peores fechas para pedir sus vacaciones en el 2025: podrían arruinar su descanso
Un grave accidente de tránsito se reportó poco antes de las diez de la noche del domingo 17 de noviembre en la vía Castilla-Natagaima, en Tolima, donde la colisión de dos buses dejó 14 personas heridas, según la información preliminar.>>> Grave accidente de tránsito en Mosquera, Cundinamarca, deja a un motociclista muertoUno de los buses en Tolima se salió de la víaSegún la información preliminar, uno de los buses chocó por la parte trasera al otro vehículo de transporte público, provocando que el automotor que iba adelante se saliera de la vía y quedara entre los matorrales.El impacto provocó que por lo menos 14 personas sufrieran lesiones. Fueron trasladadas al hospital de Natagaima, pero algunas de ellas tuvieron que ser remitidas a otros centros hospitalarios.En redes sociales se ve que la parte delantera de uno de los buses accidentados en las vías de Tolima quedó totalmente destrozada.Los buses siniestrados pertenecen a las empresas de Coomotor y Cootranshuila y habían salido desde Neiva y Pitalito con destino a Bogotá y Cali.La capitán Laura Marcela Lara, jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte del Tolima, le dijo al diario El Nuevo Día que el accidente se produjo “en la vía Neiva-Castilla, kilómetro 101 más 700, entre dos vehículos de transporte de pasajeros adscritos a las empresas de CootransHuila, el cual cubría la ruta Pitalito-Bogotá, y Coomotor, el cual cubría la ruta Neiva-Cali”.“Durante el accidente resultaron lesionadas aproximadamente 14 personas, las cuales fueron trasladadas al hospital de Natagaima y algunas de ellas posteriormente remitidas al hospital del Espinal y de la ciudad de Neiva. Al lugar llegó personal de la seccional de Tránsito y Transporte del Departamento de Policía del Tolima y varias ambulancias de la concesión para atender la emergencia y remitir a los heridos”, agregó.La oficial instó “a todos los usuarios viales a manejar con precaución, no exceder los límites de velocidad y no realizar maniobras peligrosas”.Se desconoce qué pudo haber causado el accidente en Tolima, pero inicialmente se ha manejado la hipótesis que las condiciones climáticas pudieron haber provocado la colisión que no dejó víctimas fatales.>>> Grave accidente en Norte de Santander, VIDEO: bus cayó a un abismo en la vía entre El Tarra y Tibú
En la mañana de este sábado 16 de noviembre, el Servicio Geológico Colombiano notificó un sismo con epicentro en Prado, Tolima, de magnitud 3.3. Según la misma entidad, la profundidad del temblor fue superficial, es decir, de menos de 30 kilómetros. >>> Vea más: Terremotos en Cuba: segundo sismo, más potente, de magnitud 6,8, sacude la islaHasta el momento no se registran víctimas ni daños materiales. No obstante, desde el Servicio Geológico Colombiano se hizo un llamado para que, quienes sintieron el sismo, puedan reportar cualquier novedad a través de las plataformas habilitadas de la entidad.#SismosColombiaSGC Evento Sísmico - Boletín Actualizado 1, 2024-11-16, 06:41 hora local Magnitud 3.3, Profundidad Superficial (Menor a 30 km), Prado - Tolima, Colombia ¿Sintió este sismo? repórtelo https://t.co/pgC7OC2O7j https://t.co/63pt8nVsSe #Temblor #Sismo pic.twitter.com/lDsPu8HaCP— Servicio Geológico Colombiano (@sgcol) November 16, 2024 Unas horas antes, la misma entidad registró otro temblor fuera de Colombia, cuya magnitud fue considerablemente alta, al llegar a los 5.0 en la escala Richter. Aunque el epicentro de este fenómeno fue en el mar, este se presentó muy cerca a Hidalgo, México: #SismosColombiaSGC Evento Sísmico Internacional - Boletín Actualizado 1, 2024-11-16, 02:03 hora local. Magnitud 5.0, Profundidad superficial, Hidalgo, Mexico #NoticiaEnDesarrollo #Temblor #Sismo Más información: https://t.co/h4VVP0556L pic.twitter.com/I5Ht8Mv6wf— Servicio Geológico Colombiano (@sgcol) November 16, 2024 ¿Qué hacer antes, durante y después de un temblor?Colombia está ubicada en una región de alta sismicidad debido a la convergencia de varias placas tectónicas, como la placa de Nazca, la placa Sudamericana y la placa del Caribe. Esta interacción provoca una gran cantidad de sismos, la mayoría de baja magnitud y, por tanto, imperceptibles para la población.Así puede prepararse para un sismo:Antes de un temblor: La preparación es clave. Identifique y asegure objetos que puedan ser peligrosos durante un sismo, como cuadros, espejos y objetos colgantes. Realice simulacros de evacuación en casa, escuela o trabajo para conocer las rutas de escape y los lugares seguros.Prepare un kit de emergencia con elementos esenciales: linternas, silbatos, alimentos no perecederos, agua potable, y medicinas.Durante el temblor: Mantenga la calma y siga los protocolos de seguridad. Busque refugio bajo una mesa o escritorio resistente. Aléjese de ventanas, vidrios, espejos y objetos que puedan caer. Si está en un vehículo, deténgase y manténgase lejos de postes, árboles y edificios. Evite utilizar ascensores y use las escaleras si se encuentra en un edificio.Después del temblor: No ingrese a edificios hasta recibir autorización de las autoridades. Si queda atrapado bajo escombros, trate de no moverse para evitar levantar polvo. Cúbrase la boca con un pañuelo o la ropa. Llame la atención de los rescatistas golpeando una pared o usando un silbato.
El pasado 13 de noviembre se cumplieron 39 años de la terrible tragedia que enterró al municipio de Armero, departamento del Tolima. En medio de la emergencia, provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, el mundo conoció por primera vez el nombre de Omayra Sánchez.>>> Le recomendamos leer: 39 años de la tragedia de Armero: imágenes del antes y después del desastre naturalLa pequeña tenía 13 años en ese entonces y, como muchos, quedó enterrada entre los escombros y el lodo. Solo se podía ver su rostro, el cual se convirtió en el símbolo de la catástrofe que cobró la vida de 25.000 personas.¿Qué le pasó a Omayra Sánchez en Armero?La niña, debido a la magnitud de la situación, estuvo tres días luchando por su vida, pues sus piernas quedaron atrapadas bajo los escombros de su vivienda. Murió el 16 de noviembre de 1985, esto, probablemente, a causa de hipotermia o gangrena.Medios internacionales cubrieron su historia y fue en aquel momento cuando el francés Frank Fournier tomó la imagen de Omayra Sánchez, esa icónica fotografía donde se ve a la menor de edad sujetar un palo, en medio del colapso de su casa.Aparece foto de Omayra SánchezPareciera que Armero quedó congelado en el tiempo y que no han transcurrido los 39 años que se conmemoran de su tragedia. En las últimas horas se ha hecho viral una fotografía de Omayra Sánchez, quien habría cumplido 52 años de edad en el 2024.La fotografía, pese a que fue publicada el pasado 28 de agosto en el portal cambioin.com, se ha tomado las redes sociales por estos días. La imagen fue compartida con el fin de conmemorar a la menor.La foto, la cual fue cedida por el Museo Memorial de Armero, muestra a la niña utilizar un traje típico, al parecer durante una presentación en su colegio. También se le ve luciendo una rosa gigante de color rojo en el cabello y sujetar varias velas en la mano izquierda.¿Qué pasó en Armero el 13 de noviembre de 1985?El volcán Nevado del Ruiz, tras pasar 69 años inactivo, hizo erupción en la noche del 13 de noviembre de 1985. Grandes cantidades de lodo y escombros descendieron rápidamente por el río Lagunilla, lo que provocó que se llevara con su paso a Armero y a sus habitantes.Muchos niños fueron rescatados, pero debido a que sus padres murieron en medio de la lamentable emergencia, fueron dados en adopción. Con el fin de reunir a las familias que fueron separadas por la tragedia, se creó la fundación Armando Armero, pero debido a que no hay muchos registros de los menores y la deficiencia en los protocolos de adopción, este proceso no ha sido sencillo.>>> Le puede interesar: Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?
Han pasado 39 años desde que la avalancha provocada por la erupción del Nevado del Ruiz sepultó la ciudad de Armero en 1985, dejando tras de sí más de 25.000 vidas perdidas y una población arrasada. Sin embargo, la tragedia no ha logrado borrar la identidad de los armeritas, quienes cada año se dan cita en el pueblo y en sus alrededores para recordar a los que ya no están y reafirmar su vínculo con la tierra que los vio nacer.Este año, como cada 13 de noviembre, la memoria de Armero se mantiene viva en la voz de sus sobrevivientes. Aunque el día de la conmemoración cayó en mitad de la semana, cientos de personas, entre armeritas, tolimenses y visitantes de otras partes del país, se reunieron para rendir homenaje a un pueblo que ya no existe físicamente, pero cuya historia sigue viva en los corazones de aquellos que lograron vivir.La avalancha de lodo y escombros arrasó con todo a su paso, dejando una estela de muerte y destrucción que borró del mapa lo que antes era un símbolo de prosperidad en la región. Casi cuatro décadas después, las voces de aquellos que lograron sobrevivir se siguen escuchando, buscando que la memoria de la tragedia no se apague.Armero, la tierra que vio nacer a toda una comunidadLibardo Osorio, quien vivió los horrores de esa noche fatídica, ha hecho del 13 de noviembre una cita inquebrantable. A pesar del paso de los años, no hay lugar ni momento en que el recuerdo de su pueblo no lo acompañe. "Esto le toca a cada familia, incentivar a los hijos, a los nietos, para que tengan el apego a una tierra que nos vio nacer, que nos dio vida, donde estudiamos y nos criamos", explicó a Noticias Caracol en vivo con una calma que solo el tiempo puede traer. El pueblo que dejó atrás ya no existe físicamente, pero él continúa visitando el lugar cada año, como una forma de rendir homenaje a los que perecieron, pero también para asegurarse de que el espíritu de Armero no muera.>>> Noticias Caracol le cuenta los 39 años de la tragedia de Armero: imágenes del antes y después del desastre naturalLas conversaciones entre los sobrevivientes de la tragedia siguen centradas en los recuerdos de la ciudad que desapareció en una noche. Jairo Trujillo, otro de los sobrevivientes, compartió cómo la vida en Armero era tranquila y próspera antes de la catástrofe. "Muchos amigos, muchos lugares inolvidables como donde trabajaba. Se nos fue todo y quedamos a la misericordia de Dios", dijo Trujillo con una mezcla de tristeza y resignación. Pero la memoria de Armero no es solo una cuestión de pérdida. También es un testimonio de la capacidad de los sobrevivientes para levantarse de las cenizas y seguir adelante. Los relatos de cómo cada uno logró salvarse, ya sea por un milagro, por la intervención de un vecino o por el simple azar, se repiten año tras año en cada encuentro.Parque en memoria de ArmeroCon el paso del tiempo, los sobrevivientes también han visto los esfuerzos por mantener viva la memoria del desastre, como la reciente iniciativa del gobierno del Tolima para construir el Parque Jardín de la Vida. Este lugar, con una inversión inicial de 600 millones de pesos, busca rendir homenaje a los 25.000 fallecidos y asegurar que la historia de Armero no se desvanezca con el paso del tiempo. Según Alexander Castro, Secretario de Cultura del Tolima, el parque es un intento por preservar una memoria "que ya no está en los mapas, pero que sigue latente en la memoria de los armeritas y de todos los colombianos".La iniciativa cuenta con el respaldo del Gobierno Nacional para llevar a cabo la creación de un museo a cielo abierto que permita a las nuevas generaciones conocer la magnitud de la tragedia y la resiliencia de quienes sobrevivieron. Además, uno de los símbolos más representativos de la tragedia, la cúpula de la iglesia de San Lorenzo, que fue arrastrada kilómetros por la avalancha, se conserva en el mismo lugar donde se encontraba la iglesia original. Este monumento es, para muchos, un recordatorio tangible de lo que Armero fue y de lo que nunca debe olvidarse.>>> Puede leer: El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodoAntes de la tragedia, Armero era un lugar lleno de vida. Con alrededor de 40.000 habitantes, el municipio se destacaba por su actividad agrícola y su infraestructura sencilla pero acogedora. Los residentes disfrutaban de un entorno familiar y una economía próspera basada en la agricultura. Las calles de Armero eran un reflejo de una comunidad unida, cuyo ritmo de vida estaba marcado por las estaciones del campo.A partir de septiembre de 1985, el volcán Nevado del Ruiz comenzó a dar señales de alarma: emisiones de ceniza, aumento de temperatura y pequeños estallidos. Sin embargo, las advertencias no fueron tomadas en cuenta a tiempo. El 13 de noviembre, el volcán entró en erupción a las 9:29 p.m. y, con ello, se desató una avalancha de lodo, agua, piedras y escombros que descendió rápidamente por los ríos Lagunilla, Chinchiná y Gualí. A las 11:30 p.m., Armero fue completamente sepultada por una capa de 350 millones de metros cúbicos de material volcánico.El lugar donde ocurrió la tragedia está abandonadoTras el desastre, la comunidad internacional envío ayuda humanitaria, pero la reconstrucción de Armero fue una tarea monumental. Si bien se intentó reubicar a los sobrevivientes, muchos de ellos terminaron en condiciones precarias en otras ciudades y el pueblo original fue completamente abandonado. En el sitio donde alguna vez se erguía la vibrante comunidad agrícola de Armero, se levantó un camposanto, con monumentos y placas conmemorativas en honor a las víctimas. Este espacio se ha convertido en un lugar de peregrinaje para aquellos que buscan recordar y rendir homenaje a los que perdieron la vida.Hoy, Armero-Guayabal, el nuevo municipio levantado a unos kilómetros del lugar original, lleva adelante el legado de los sobrevivientes. Aunque la reconstrucción ha avanzado, la región sigue enfrentando retos económicos y sociales. La agricultura, que antes era el motor de la economía, no ha logrado recuperar su antiguo esplendor, y muchos de los pobladores siguen luchando por una vida digna. Sin embargo, la memoria de lo sucedido en 1985 sigue viva, y la tragedia del pueblo es un recordatorio de la importancia de escuchar las señales de la naturaleza y actuar a tiempo ante las alertas.La tragedia sin precedentes ocurrió en horas de la noche y las primeras luces del día dejaban ver la dimensión del desastre que sacudió a Armero, solo se veía una inmensa capa de lodo. Días antes de la tragedia, expertos habían advertido el peligro de un posible deshielo que provocaría una avalancha. El silencio en el lugar del desastre era absoluto, hasta el canto de los pájaros se escuchaba triste, los tractores eran los únicos vehículos que se aventuraban a viajar en esa marea de lodo caliente para rescatar a vivos y muertos.La confusión era total, pese a las imágenes, el país aún no digería semejante catástrofe, comprender que una población tan densa ya no existía y que había sido borrada del mapa no era fácil. Ese trágico día de noviembre, fue difícil asimilar que debajo de una llanura de lodo estaba Armero, el municipio más rico del norte del Tolima.
Por pura casualidad, dos mujeres que viven realidades opuestas se encontraron 34 años después de una separación que ninguna recuerda. Jenifer de la Rosa, periodista, reside en España, mientras que Ángela Rendón es una comerciante informal en Barrancabermeja. En 2020, Los Informantes conoció la historia de estas hermanas que estaban buscando a su madre, tras ser dadas en adopción después de la tragedia de la avalancha de Armero.Jenifer de la Rosa creció en una familia acomodada en Valladolid, una ciudad en el norte de España. Por otro lado, Ángela Rendón creció en Manizales, pero ahora vive en Barrancabermeja. Aunque sus vidas son opuestas, hay algo que las une: un hilo de sangre.>>>Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?Adopción de las hermanas después de la tragedia de ArmeroEl 13 de noviembre de 1985, Colombia vivió uno de los desastres naturales más catastróficos de su historia. La tragedia de Armero, ocasionada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, dejó más de 25 mil personas fallecidas, además de miles de heridos y desplazados. Ese mismo día, su madre, María Dorian Tapasco perdió a gran parte de su familia.María Dorian terminó en Manizales, donde entregó en adopción a sus dos hijas, cada una en un lugar diferente. Jennifer tenía tres semanas de nacida cuando su madre la entregó a una socorrista, mientras que Ángela tenía un año cuando fue dejada en una estación de Policía.>>>El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodo“La adopción mía fue triste. Llegó una señora a la estación de Policía diciendo que ‘le habían dejado una niña a cargo y que mi mamá no llegaba, que no tenía los medios adecuados para tenerme ahí’”, recordó Ángela.Pocos días después, Jennifer fue entregada a una casa de adopción, donde fue ofrecida a una pareja de españoles que no había podido tener hijos ni había tenido la suerte de poder adoptar en su país.>>>Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundo“En los pocos datos que les habían dado a mis padres, se decía que mi padre había fallecido en la avalancha y que mi madre me había dejado a cargo de una socorrista de la Cruz Roja que estaba en los servicios de auxilio…El ICBF fue el que determinó que yo era apta para ser adoptada”, mencionó Jennifer.¿Qué pasaba con los niños?Para ese entonces, cientos de cadáveres terminaron en fosas comunes, y miles de heridos fueron trasladados a hospitales en diferentes ciudades, perdiendo para siempre el rastro de sus seres queridos. La mayoría de los niños huérfanos fueron adoptados casi sin la vigilancia del Estado.“Mientras todos los periodistas estaban centrados en Omayra, se estaban robando niños ahí mismo, durante la tragedia… Se recibieron testimonios de personas que cogieron niños del barro, se los llevaron y los adoptaron”, afirmó Francisco González, director de la Fundación Armando Armero. González, quien creció en Armero y perdió a su padre y hermano en la tragedia, se propuso desde entonces no dejar morir nunca la memoria de su pueblo.>>>Historia de una madre segura de que hallará a su hijo desaparecido en ArmeroHace más de una década, creó la fundación y trabaja sin descanso para reunir a las familias que lo perdieron todo con la erupción del volcán. “Vendieron muchos niños, otros los adoptaron de manera exprés, por conductos regulares o irregulares… Mientras las madres estaban en los hospitales recuperándose de sus heridas, cuando salían al mes o dos meses, empezaban a buscar a sus hijos…En esa tristeza y esa lucha llevan 34 años buscando”, reveló.Reencuentro hermanas dadas en adopciónTras una intensa búsqueda para dar con el paradero de su madre, María Dorian, no pensaron que se encontrarían una a la otra. Ambas querían saber sobre su pasado, de dónde venían, y empezaron a construir el rompecabezas de sus vidas.>>>Un 'ángel' en Armero: la historia del médico que desafía la muerte y ayuda a los invisiblesÁngela quiso contar su historia en los medios de comunicación con la esperanza de que llegara a oídos de su madre. Un año después, Francisco González la contactó y le dijo que muy probablemente tenía una hermana.Jennifer había encontrado en internet la nota de prensa en la que su hermana buscaba a su madre, quien tenía el mismo nombre que la mujer que aparecía en los papeles de su adopción.>>>Esperanza, lo que Armero no le quitó a un padre que sueña con hallar a sus 3 hijas 32 años despuésTras una prueba de ADN, se confirmó que ambas sí eran hermanas y que tras la tragedia de Armero fueron separadas. Así lo confirmó Juan José Yunis, médico genetista, quien ha dedicado su vida a recoger muestras de ADN de centenares de sobrevivientes.Jennifer viajó a Colombia y selló el reencuentro con un anhelado abrazo. No obstante, ambas siguen luchando por saber qué pasó con su madre biológica. “Solo queremos saber cuáles son nuestros orígenes, qué fue lo que pasó, para poder estar tranquilas”, concluyó Jennifer.Reviva la historia de Los Informantes aquí:
La tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, fue uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de Colombia. Este evento catastrófico dejó más de 25 mil personas fallecidas, además de miles de heridos y desplazados. Los Informantes conoció la historia de un médico que, hace 39 años, ayudó a dar a luz a una mujer en medio del lodo.Consuelo Rodríguez fue aquella bebé que llegó al mundo entre el lodo, gracias a la rápida ayuda del joven médico Rodrigo Meléndez, quien encontró su vocación como voluntario durante el desastre natural de Armero.>>>El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodoLa vida del doctor Rodrigo MeléndezEl doctor Meléndez es toda una rareza en casi todos los aspectos de la vida. Ha tenido 5 matrimonios y su especialidad médica es única. Se cataloga a sí mismo como ‘callejólogo’, porque atiende a los invisibles, a los enfermos de la calle.Desde pequeño, sufrió graves complicaciones de salud; tuvo poliomielitis y, posteriormente, numerosas dificultades para caminar y problemas graves de movilidad en los brazos. Ahora batalla contra dos cánceres.>>>Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundoA pesar de sus limitaciones, Rodrigo estudió Medicina en la Universidad del Rosario, en Bogotá. “La habilidad quirúrgica mía no era fácil. Yo no podía voltear muy fácil las manos, o sea, la sutura y todo eso era complicado. Durante el tiempo de estudiante se fundó el hospital La Victoria, yo era el que atendía todos los partos y recibía todos los chiquitines”, mencionó el doctor en una entrevista con Los Informantes.Durante 25 años, el doctor Meléndez se dedicó a su profesión, a pesar de las muchas dificultades que ha enfrentado debido a su estado de salud. Próximamente, publicará un libro sobre su vida, titulado 'Dulce venganza', en referencia a su lucha contra el cáncer. Él continuará demostrando su vocación de servicio y su pasión por la labor social.>>>Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?¿Qué pasó en Armero?Una mañana, el doctor Rodrigo Meléndez escuchó por la radio una noticia que cambiaría su vida y la de muchas personas más. En la madrugada del 14 de noviembre de 1985, el reconocido periodista Yamid Amat anunció que Armero había desaparecido del mapa tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz, luego de 69 años de inactividad.Tras la trágica noticia, el joven médico partió hacia el departamento de Tolima para unirse al equipo de atención de la emergencia. ”Uno sentía que estaba ante El Desierto del Sahara. Había una desolación total. Lo que uno alcanzaba a ver era cantidades de personas implorando ayuda...En compañía de otros tres médicos que me acompañaron en esta aventura comenzamos a tratar de organizar una serie de equipos de rescate...Yo llevaba unas ganas de ayudar grandísimas”.>>>Así es la inspiradora historia de hermanos siameses: "La discapacidad no nos impide ser felices"En medio del caos absoluto, sin recursos ni tecnología, el doctor y otros rescatistas intentaron lo imposible, enfrentando un dolor profundo. No fue hasta que un grito de auxilio se convirtió en el motor que impulsó a este doctor a seguir adelante en el rescate de los afectados.Mientras todo se derrumbaba a su alrededor, una mujer estaba a punto de dar a luz en medio de un lodazal. “Le dije a dos de las chicas que estaban conmigo como socorristas que tratáramos de armar un cambuche. Le rompí fuente y fue rápido el parto, salió la chiquita. Salió bien, afortunadamente...Fue una esperanza muy grande ver que en medio de la muerte renacía la vida”, dijo el doctor, quien recuerda que, entre los dos médicos presentes y la madre, se decidió el nombre de la bebé: Consuelo Rodríguez.>>>Un amor a prueba de todo: pareja enfrentó sus adicciones y las superó para ayudar a otrosAsí fue el milagroso reencuentroEn ese entonces, el país siguió sin aliento la tragedia de Armero a través de los medios de comunicación. Las imágenes del mar de lodo, las caras del drama, los valientes, las familias rotas y la desgracia quedaron grabadas en la memoria de los colombianos.El programa Los Informantes logró reunir al médico y a la paciente que vio nacer en medio de la catástrofe. Como un milagro, ambos se reencontraron casi cuatro décadas después de los hechos.El doctor Rodrigo Meléndez le contó a Consuelo todos los detalles de su parto. Para él, sellar el reencuentro con un abrazo fue la emoción del deber cumplido y para ella, un motivo de agradecimiento. Esta historia quedará perpetuada en sus memorias.Reviva la historia completa de Los Informantes aquí:
El 13 de noviembre de 1985, Armero no solo perdió 22.000 de sus habitantes, sino que también fue testigo de una de las tragedias más grandes que afrontó Colombia. Antes de ese día fatídico, Armero era un próspero municipio del Tolima, ubicado en una de las regiones más fértiles de Colombia, donde el cultivo del café y la agricultura eran la base de su economía. Con 40.000 habitantes, Armero era una ciudad llena de vida, donde los niños jugaban en las calles y las familias compartían momentos en los parques y plazas del pueblo. El impacto de la tragedia de Armero no solo se sintió en la pérdida de vidas humanas, sino también en la destrucción de hogares, infraestructuras y medios de subsistencia. La comunidad internacional respondió con ayuda humanitaria, pero la magnitud del desastre dejó una marca indeleble en la memoria colectiva de Colombia.>>> Le puede interesar: El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodo¿Qué pasó en Armero?La tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, es uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de Colombia. Este evento fue causado por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, que había estado inactivo durante 69 años. La erupción generó una serie de lahares, flujos de lodo y escombros volcánicos, que descendieron rápidamente por las laderas del volcán, arrasando con todo a su paso.La advertencia que nunca se escuchóEl desastre de Armero no fue un accidente impredecible ni una catástrofe natural sin precedentes. Fue una tragedia anunciada durante meses, incluso años. Desde 1984, científicos, expertos en vulcanología y hasta los habitantes más cercanos a la montaña comenzaban a notar señales alarmantes: un aumento en la temperatura del Nevado del Ruiz, la muerte de peces en las cuencas cercanas y pequeñas explosiones volcánicas que presagiaban lo que estaba por venir. Incluso, un informe histórico del coronel Joaquín Acosta, fechado en 1842, había señalado la recurrencia de este tipo de erupciones y las devastadoras avalanchas que solían seguirlas.En 1985, el volcán comenzó a emitir cenizas y, a pesar de las señales, el Gobierno nacional no tomó medidas. El alcalde de Armero, Ramón Rodríguez, junto con varios líderes locales, trató en vano de alertar sobre el peligro inminente. En septiembre de ese mismo año, la erupción del Nevado del Ruiz ya estaba en marcha, con una primera señal visible: el 11 de septiembre, el volcán comenzó a expulsar gases, vapor y cenizas. Y, pese a las múltiples advertencias, las autoridades se mostraron indiferentes ante los informes y las amenazas, lo que resultó en la descoordinación y falta de evacuación que terminaría en el desastre.¿Cómo era Armero antes de la tragedia?Antes de ser arrasada por la devastadora erupción del Nevado del Ruiz en 1985, Armero era uno de los municipios más prósperos del departamento de Tolima. La región, conocida por su gran actividad agrícola, era famosa por sus vastos cultivos de algodón y arroz, que le dieron el apodo de la ciudad blanca. Su economía florecía gracias al comercio y la producción agrícola, y la vida en el pueblo transcurría normal.Con aproximadamente 29.000 habitantes, Armero era un lugar lleno de vida. Sus calles reflejaban la actividad de una comunidad dedicada al trabajo en el campo. Las casas de este municipio eran amplias y se caracterizaban por sus grandes patios llenos de árboles frutales como mangos, guamas, mamoncillos y plátanos. La arquitectura del pueblo era sencilla pero acogedora, con viviendas dispuestas alrededor de espacios abiertos.La noche que lo cambió todo en ArmeroEl 13 de noviembre, las horas previas a la tragedia fueron inquietantes. A las 4:00 p.m., la caída de ceniza comenzó a cubrir la ciudad. A las 6:00 p.m., una ligera llovizna comenzó a caer sobre Armero, lo que ya era un presagio de lo que se avecinaba. A las 7:00 p.m., la Cruz Roja Regional empezó a considerar una posible evacuación, pero la falta de respuesta del gobierno central, junto con la demora en las decisiones, fueron factores que contribuyeron a la magnitud de la tragedia.La erupción del volcán ocurrió a las 9:29 p.m. y en ese mismo instante comenzó el deshielo de la corona de hielo de la montaña. Esto dio paso a una avalancha de agua, lodo, rocas y escombros que descendió rápidamente por los ríos Lagunilla, Chinchiná y Gualí, que inundaron todo a su paso. A las 11:30 p.m., los 350 millones de metros cúbicos de lodo y piedras arrasaron Armero, dejando al pueblo irreconocible. El pueblo desapareció bajo una capa de escombros, y miles de personas fueron sepultadas mientras dormían.El balance fue devastador: aproximadamente 23.000 muertos, casi el 94% de la población. Tan solo el 6% de los habitantes sobrevivió, y muchos de ellos quedaron atrapados en los escombros, siendo rescatados días después, algunos incluso semanas.>>> Esperanza, lo que Armero no le quitó a un padre que sueña con hallar a sus 3 hijas 32 años despuésLa vida después de la catástrofe que ocurrió en ArmeroDespués de la tragedia, la vida de los sobrevivientes cambió para siempre. Para muchos, la pérdida de seres queridos, casas y un futuro prometedor fue solo el inicio de una larga lucha por sobrevivir. Pero la reconstrucción del pueblo no solo implicó reconstruir viviendas. Fue una batalla constante por recuperar la memoria histórica de lo que fue Armero y por mantener vivo el nombre del pueblo, borrado casi por completo de los mapas.Uno de los esfuerzos más significativos fue el trabajo de la Fundación Armando Armero, dirigida por Francisco González. A lo largo de los años, la fundación ha trabajado incansablemente para recuperar a los niños que fueron separados de sus familias durante la tragedia y que fueron llevados, en muchos casos, a otros países sin saber su verdadero origen. La reconstrucción de Armero fue lenta y, en muchos casos, ineficaz. Las promesas de reubicar a los sobrevivientes en nuevas zonas no se cumplieron en su totalidad, y muchos de los desplazados terminaron viviendo en condiciones precarias en otras ciudades.Omayra Sánchez, el rostro de la despedida de ArmeroUna de las imágenes más desgarradoras de esa noche fue la de Omayra Sánchez, una niña de 13 años que se convirtió en el rostro humano de la tragedia. Omayra fue una de las muchas víctimas atrapadas bajo los escombros y el lodo. Durante horas, estuvo atrapada en un agujero de barro y agua, con las piernas inmovilizadas por el colapso de su hogar y las estructuras a su alrededor. Su situación fue cubierta por los medios de comunicación internacionales, y su imagen, emergiendo de los escombros, con el rostro lleno de sufrimiento y desesperación, se convirtió en un símbolo de la tragedia.A pesar de los esfuerzos desesperados de los rescatistas y de las condiciones extremas, Omayra no logró sobrevivir. La tragedia de su muerte, transmitida en vivo por los noticieros, conmocionó al mundo entero y puso de manifiesto la gravedad de la catástrofe en Armero. >>> Puede leer: Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundo¿Cómo está Armero en la actualidad?Hoy en día, Armero es un lugar que vive bajo el peso de su historia, marcado profundamente por la tragedia que le cambió la vida a sus habitantes y a toda Colombia. La antigua ubicación del municipio, donde alguna vez floreció una próspera comunidad agrícola, ha sido convertida en un sitio de memoria y reflexión. En este campo santo, se encuentran monumentos, placas conmemorativas y un sinfín de recuerdos que evocan las vidas perdidas en la avalancha del Nevado del Ruiz. Este lugar se ha transformado en un espacio sagrado al que acuden tanto turistas como familiares de las víctimas, quienes llegan a rendir homenaje y recordar a los que ya no están.Armero-Guayabal es el nuevo puebloEl pueblo original, destruido en su totalidad por la tragedia, ha dado paso a un nuevo asentamiento: Armero-Guayabal. Este nuevo municipio, ubicado a pocos kilómetros del lugar original, fue levantado con el esfuerzo incansable de los sobrevivientes y el apoyo del gobierno. Las cicatrices de la tragedia son profundas, y aunque la comunidad ha logrado rehacerse en muchos aspectos, sigue luchando por mejores condiciones de vida y por un desarrollo económico más sólido.En cuanto a infraestructura, Armero-Guayabal ha logrado avanzar significativamente. El nuevo pueblo cuenta con los servicios básicos necesarios, como escuelas, centros de salud y comercios. Y a pesar de los esfuerzos por revitalizar la agricultura, que siempre fue el motor económico de la región, la producción en menor escala de cultivos como el arroz y el algodón no ha logrado igualar la capacidad productiva que Armero tenía antes de la tragedia.
A prisión fue enviado un sujeto acusado de haber agredido, con arma cortopunzante, a su expareja en Ibagué. Según la investigación de la Fiscalía General de la Nación, Gustavo Adolfo Mensa Oteca le propinó 17 heridas a la víctima, la cual milagrosamente sobrevivió. >> En otras noticias de Ibagué: agentes de tránsito pelean con ocupantes de carro que no tenían documentos El ahora procesado fue acusado por el delito de tentativa de feminicidio, cargo que no aceptó ante el juez de control de garantías que conoció el caso y legalizó la captura. El togado lo envió a una cárcel, mientras avanza el juicio en su contra, al considerar que podría ser peligro para la sociedad.De acuerdo con las pesquisas adelantadas por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 31 de marzo de 2024 dentro de una vivienda del barrio El Bosque de Ibagué, capital del departamento del Tolima. Víctima es de comunidad indígenaEse día, la mujer, perteneciente a una comunidad indígena, fue atacada por un arma cortopunzante y quedó gravemente herida. Fue trasladada a un hospital y logró sobrevivir a semejante salvajada. Los servidores del CTI localizaron a Mesa Oteca en Medellín, Antioquia, y alertaron a la Policía Nacional. Uniformados de esta institución hicieron efectiva la detención y condujeron al indiciado a una URI para ponerlo a disposición de la justicia.Este año, hasta agosto, 595 mujeres habían sido víctimas de feminicidios en Colombia, según cifras del Observatorio Colombiano de Feminicidios. Líneas para denunciar violencia sexual o intrafamiliar en ColombiaLínea Púrpura en Bogotá 018000 112137, WhatsApp 3007551846 o escribiendo al correo electrónico lpurpura@sdmujer.gov.coLínea Nacional: 155Policía Nacional: 123Línea Fiscalía General de la Nación: 122Instituto Colombiano de Bienestar Familiar: 018000 918080Línea de Protección para niños, niñas y adolescentes: 141>> Vea más: El milagro de Armero, la historia no contada de la bebé que nació en el lodo
El 13 de noviembre de 1985, Armero quedó sepultado bajo toneladas de lodo tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz. Más de 20 mil personas perdieron la vida en una de las peores tragedias naturales de Colombia, pero, en medio del horror y la devastación, una historia de vida logró abrirse paso: el nacimiento de una bebé en el corazón de la tragedia.>>> Los Informantes: La hija de la avalancha, las puntadas de Andrea Petro y una reina de la batataConsuelo Rodríguez fue aquella bebé que llegó al mundo entre el lodo, gracias a la rápida ayuda del entonces joven médico Rodrigo Meléndez. Casi cuatro décadas después, en un emotivo encuentro logrado por el programa Los Informantes, ambos se vieron y rememoraron aquel milagroso momento que los unirá para la eternidad.La historia del doctor Rodrigo MeléndezEl doctor Rodrigo Meléndez es una rareza en casi todos los aspectos de la vida. Desde su vida privada, con 5 matrimonios a cuestas, hasta su especialidad, pues dice que es ‘callejólogo’, en sus palabras: el médico que atiende los invisibles, los enfermos de la calle; del Bronx, de 5 huecos, de Idipron, entre otras.“Pues yo me siento muy bien. Las enfermedades que yo tengo han sido bendiciones, me han enseñado mucho más sobre la vida, mucho más de lo que he aprendido a través de mi carrera (…) Infortunadamente, digo, al comienzo tuve un polio, que me afectó 2 extremidades. Luego, tuve otra enfermedad llamada esclerosis lateral amiotrófica. Ha tratado esa enfermedad de llevarme a una silla de ruedas, pero he luchado y no me voy a dejar. Y, por último, los signos del zodiaco me persiguen y aparecen 2 situaciones de cáncer, pero que estamos también luchando con ellas”, comenta el doctor.>>> Habla Andrea Petro, hija del presidente: “Él dirige al país a través de Twitter, déjenlo”Pese a sus limitaciones, Rodrigo Meléndez entró a la Universidad del Rosario a estudiar Medicina y se graduó con honores.“Yo quería ser en un momento dado ginecólogo y obstetra y, durante el tiempo de estudiante, se fundó el Hospital La Victoria, entonces con mis compañeros nos repartíamos. Yo era el que atendía todos los partos y recibía todos los chiquitines y a ellos les fascinaba suturar. Era mucho más fácil con mis manos recibir los chiquitines, entonces yo era como la partera”, recordó en Los Informantes.En la madrugada del 14 de noviembre de 1985, Yamid Amat -el decano de los periodistas- con su gran olfato, anunció que Armero había desaparecido del mapa.>>> Un amor a prueba de todo: pareja enfrentó sus adicciones y las superó para ayudar a otrosTras la trágica noticia, el joven médico Rodrigo Meléndez partió hacia el departamento de Tolima para complementar el equipo de atención de la emergencia.Llegó hacia las 5:40 a.m. y “uno sentía que estaba ante El Desierto del Sahara. Había una desolación total. Y lo que uno alcanzaba a ver: cantidades de personas implorando ayuda”.En medio de un caos absoluto, sin recursos ni tecnología, el doctor y otros rescatistas intentaron hacer lo que podían, pero el dolor y la muerte los desbordaron. Sin embargo, se encontraron con una sorpresa.Mientras el mundo se derrumbaba a su alrededor, una vida estaba abriéndose paso entre el lodazal: una mujer estaba a punto de dar a luz.“Se quejaba mucho de sus dolores de parto. Me dijo que era, creo que el quinto o el sexto, no recuerdo bien. Entonces dije: 'esto va a ser muy rápido'. Le dije a 2 de las chicas que estaban conmigo como socorristas que tratáramos de armar un cambuche. Le rompí fuente y fue rápido el parto, salió la chiquita. Salió bien, afortunadamente, pero cuando la tuve en mis manos dije: “Dios, Rodrigo, ¿cómo le vamos a ligar el cordón umbilical?”. Y fue cuando dije, ‘no hay de más, los cordones de mis zapatos’”, así, como si tratara de una historia sacada de un libro, fue como llegó a la vida Consuelo Rodríguez.>>> Así es la inspiradora historia de hermanos siameses: "La discapacidad no nos impide ser felices"“Fue una esperanza muy grande ver que en medio de la muerte renacía la vida”, relata el doctor sin titubear, pues nunca, en su larga vida ejerciendo la Medicina, ha olvidado a Consuelo, ese parto que lo marcó.Así fue el reencuentroEn un estudio de Caracol Televisión, el doctor relató los detalles de ese inolvidable parto. “Saliste completica, pero comienza Cristo a padecer: ‘¿cómo voy a ligarle yo el cordón umbilical?’”, recordó, explicando cómo se ayudó con los cordones de sus zapatos. La placenta, agregó, fue enterrada en Armero, en un acto simbólico de esperanza en medio del caos.El reencuentro estuvo marcado por abrazos y lágrimas, 39 años después de un milagro en medio de las ruinas causadas por la avalancha en Armero.
La Cancillería de Argentina denunció que hay hombres armados hostigando e intimidando su embajada en Caracas, Venezuela, donde actualmente se refugian 6 opositores del régimen de Nicolás Maduro."Encapuchados con armas largas rodean la sede diplomática” de Argentina en VenezuelaA través de la red social X, Pedro Urruchurtu, coordinador Internacional de Vente Venezuela (VV) -partido liderado por María Corina Machado- y quien es uno de los seis refugiados opositores, indicó que agentes "encapuchados" con "armas largas" de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) "rodean la sede diplomática y bloquean los accesos en la calle".‼️ Continúa la situación de asedio a las 8:40PM del 23 de noviembre, en la residencia de la Embajada Argentina en Caracas, protegida por Brasil. Permanecen los funcionarios encapuchados, los drones y la señal de telefonía celular bloqueada. pic.twitter.com/dyVmfeSgL0— Pedro Urruchurtu Noselli (@Urruchurtu) November 24, 2024 Por su parte, el candidato de la mayor coalición opositora -exiliado en España-, Edmundo González Urrutia, alertó en X sobre "lo que pueda sucederles a los compañeros refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas", mientras que VV manifestó que hace "responsable al régimen de cualquier cosa que ocurra", en referencia al Gobierno de Nicolás Maduro.(Lea también: María Corina Machado habla luego de que Fiscalía de Venezuela anunciara investigación contra ella)Este es el tercer "asedio" denunciado por Urruchurtu a las afueras de la residencia de Argentina, cuya protección fue asumida en agosto por Brasil luego de la expulsión de los diplomáticos argentinos de Venezuela ese mismo mes.Sin embargo, el Gobierno de Venezuela revocó en septiembre esta autorización por la supuesta planificación de actos terroristas en el interior de la sede por parte de los opositores asilados, quienes se refugiaron después de que la Fiscalía los acusara de varios delitos, como conspiración y traición a la patria.Tras la medida, la Cancillería de Brasil indicó que "permanecerá con la custodia y defensa de los intereses" de Argentina hasta que el país austral "designe a otro Estado aceptable" para el Ejecutivo de Maduro, a fin de llevar a cabo esas funciones.¿Qué opositores están asilados en la embajada en Caracas, Venezuela?Además de Urruchurtu, también se encuentran Magalli Meda, quien fue la jefa de campaña para las presidenciales; Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de VV; Omar González, exdiputado; Humberto Villalobos, coordinador electoral del Comando de Campaña de VV, y el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el principal bloque opositor.Entretanto, Argentina, a través de su Cancillería, dijo que condenaba “los actos de hostigamiento e intimidación contra las personas asiladas en la Embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la protección diplomática del gobierno de Brasil”.“El despliegue de efectivos armados, el cierre de calles alrededor de nuestra Embajada y otras maniobras constituyen una perturbación de la seguridad que debe garantizarse a las sedes diplomáticas de conformidad con el derecho internacional, así como a quienes han solicitado asilo diplomático”, señaló en su comunicado, en el que hizo “un llamado a la comunidad internacional para condenar estas prácticas y exigir los salvoconductos necesarios que permitan la salida de las personas asiladas del país”.Asimismo, agradeció “al gobierno de Brasil por representar los intereses argentinos en Venezuela, asumiendo la protección de los locales diplomáticos, y por sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los asilados frente al hostigamiento del régimen venezolano”.(Lea también: Que EE. UU. reconozca a Edmundo González presidente de Venezuela es “ridículo”: chavismo)
La Policía Nacional capturó en Candelaria, Valle del Cauca, a Luis Felipe Vélez Pineda, una de las personas más buscadas por las autoridades en Chile. El hombre de 22 años se escondía en la población vendiendo mazamorra.Este colombiano, que tenía un requerimiento de la Interpol, fue señalado por la policía chilena como presunto responsable de haber participado en un enfrentamiento entre pandillas en ese país, que dejó tres personas muertas, entre ellas una niña de 13 años.Lea también: Persecución policial acabó en la Universidad Popular del Cesar: un hombre perdió la vidaMeses después de intensas investigaciones, las autoridades chilenas lograron vincular al hombre, quién habría disparado un arma durante el ataque. Según pruebas aportadas al caso, tras los hechos, el sospechoso salió de Chile de manera ilegal, cruzando fronteras por Bolivia, Perú y Ecuador hasta llegar a Colombia, donde se ocultó en el Valle del Cauca.¿Qué dijo la Policía Nacional sobre la captura de Luis Felipe Vélez y qué pasará con él?El coronel Hébert Mejía, director encargado de Investigación criminal e Interpol, manifestó: “De acuerdo con el acervo probatorio aportado por las autoridades chilenas, esta persona habría participado en un cruce de disparos ocasionado por una vendetta o confrontación entre estructuras narcotraficantes”.Vélez es requerido por el Juzgado Décimo de Garantías de Santiago de Chile bajo cargos de homicidio y porte ilegal de armas de fuego. La Dijín también investiga si más miembros de esta estructura delictiva podrían estar operando desde territorio colombiano.“Activamos los protocolos establecidos en la norma, dejamos a disposición a esta persona de la Oficina de Asuntos Internacionales de la Fiscalía General de la Nación y estamos pendientes del proceso de extradición de esta persona hacia el país de Chile”, complementó el coronel Mejía.Mientras se avanza en su extradición, las familias afectadas por esta tragedia exigen justicia y piden que se frene la violencia que afecta cada vez más a comunidades vulnerables en Chile y otros países.La conmoción persiste, pues la violencia entre bandas sigue cobrando vidas inocentes en medio de disputas territoriales.
La actriz Johanna Fadul encendió las alarmas entre sus fans pues subió en sus redes sociales cómo quedó su rostro tras tener un accidente en medio de su participación en el reality de la cadena Telemundo, Los 50. A través de su cuenta de Instagram, la colombiana, famosa por participar en telenovelas como 'Sin senos no hay paraíso', 'Divino niño' y 'Terapias de pareja', mostró las lesiones que sufrió."Estaba en una estructura de 3 metros de alto", contó Johanna FadulSegún el relato de Johanna Fadul, el accidente se produjo en una de las pruebas de Los 50, sufriendo lesiones en otras partes del cuerpo. Eso provocó que dejara de aparecer en el reality, lo que causó preocupación entre sus seguidores. La joven contó que el incidente le causó heridas en el cuello, la columna, las manos, las piernas y la cara.En sus redes sociales, Fadul publicó imágenes en las que se le veía con la cara hinchada y moretones, explicando cómo fue el accidente. Eso sí, dejó claro que todo fue producto de una caída y desveló que su recuperación ha sido muy lenta, dada la gravedad de las heridas que sufrió.“Les cuento que tuve un accidente en una de las pruebas. Estoy bien, afortunadamente. Hay accidentes que pasan porque tienen que pasar. Tengo entendido que caí de frente porque yo perdí conocimiento total. Estábamos en una estructura a 3 metros de altura en un balance. Se vence la estructura y caigo de frente. Esto es lo más grave que me pasa. Bueno, tengo un esguince en el cuello. Tengo alguna fisura, pero nada que comprometa una cirugía. Ponen una férula y ya está”, manifestó.Procedimiento de curación y recuperaciónJohanna Fadul ha solicitado a sus seguidores un poco más de paciencia mientras se recupera de las lesiones que sufrió. Aunque el proceso es lento, confía en que en un tiempo relativamente corto estará haciendo lo que tanto le gusta. La actriz está en un tratamiento exigente para curar las lesiones de cuello, columna, manos, piernas y rostro y ha expresado su agradecimiento a sus seguidores por sus palabras reconfortantes, las cuales han sido de bastante apoyo y aliento en todo este camino. La artista confía en que estará bien y les pide a sus seguidores que continúen apoyándola en el momento que atraviesa actualmente.
‘Las huérfanas’, la más reciente novela de la escritora colombiana Melba Escobar es un libro que explora los abismos de la maternidad y las constelaciones familiares, y que tiene como telón de fondo la historia de la propia madre de la autora. Sobre esa obra, Escobar dialogó con el periodista de Noticias Caracol Juan David Laverde.¿Cuándo empezó a escribir este libro y por qué?Bueno, yo creo que empecé a escribir este libro probablemente cuando mi mamá, en su lecho de muerte, estando con un cáncer agresivo, ya que la tenía postrada, en su gran teatralidad que siempre la representó me dijo: ‘que al menos todo este sufrimiento sirva para una novela, hija, ¿no?’. Y sentí que me estaba, por un lado, dando una petición de alguien que está pidiendo su último deseo en el lecho de muerte.Por otro lado, también la licencia de escribir su vida, ¿no? Siempre sentimos con mis tres hermanas, somos cuatro mujeres, que mi mamá era un gran personaje, como dice una de mis hermanas: ‘como una diva de Almodóvar’, y siempre sentíamos que éramos el público y ella era la gran estrella y que éramos su auditorio. Y bueno, pues, por supuesto que esta mujer merecía una novela.Durante toda la novela, sobre todo en la primera parte, uno siente que hay una acusación a una madre: o porque era muy fría, porque era difícil, o porque, quizá, no encarnaba esa idea maternal que tanto se ha romantizado. Exactamente, ¿qué era lo que usted quería contar de ella?Yo creo que igual a todos nos habitan muchas personas, ¿no? Y a lo largo de la vida también nos vamos transformando en distintas personas. Gracias a Dios podemos cambiar y, de alguna manera, el hecho de tener un nombre y una identidad se tiende a pensar que somos algo concreto y sólido e invariable, pero yo tuve la fortuna de ver las muchas Myriam de Nogales que fue mi mamá.La novela comienza con una mujer que se está arrojando por una ventana durante un intento de suicidio en una depresión posparto, con una de mis hermanas de dos meses de nacida. Y yo creo que ese tipo de historias cuando ocurrían hace más de 50 años, como fue el caso de mi mamá, tenían que ser silenciadas porque de alguna manera era inconcebible que una mujer se deprimiría cuando tenía todo: tenía sus hijos, tenía el amor… Hoy en día sabemos que es algo que además biológicamente ocurre en enormidad de casos y que se medica o se trata, pero entonces un poco esa mamá que en mi infancia, en mi adolescencia fue muy dura, y tenía mucho dolor y rabia, en ese momento yo no podía trabajarlo o elaborarlo más allá de lo que estaba ocurriendo.Hoy en día puedo excavar más allá y ver quién era esa mujer, por qué estaba herida, qué la lastimaba, qué la hacía sufrir, qué necesidades y miedos y deseos frustrados tenía, y al poder reconstruir todo eso uno logra un cierto tratado de paz con la mamá que tuvo, y eso ha sido muy liberador.El libro se llama ‘Las huérfanas’, entre otras, por ese tipo de reflexiones. Usted lo dice aquí: “Con los años he llegado a pensar que acaso esa es la peor de las orfandades, porque el huérfano sin padres vivos puede imaginarse a unos padres amorosos presentes, que lo quieren y lo protegen, pero los huérfanos de padres presentes tenemos que lidiar con que los padres no puedan estar presentes del modo en que quisiéramos”. Hay como una sensación de que solamente usted puede hablar de orfandad cuando los padres no están. ¿Es así?Yo creo que cuando antes Juan David hablaba de una idealización de lo maternal y de una romantización de la maternidad, yo creo que eso es parte de lo que busca romper el libro. Es decir, para mí mi mamá siempre fue una mujer que no se parecía a la idea de una mamá. La idea de una mamá es que es cariñosa, comprensiva, está siempre presente, siempre está como en servicio de los hijos… Mi mamá era egoísta, podía ser mezquina, era vanidosa, irónica, cínica, bellísima, elegantísima, incluso sensual. No era, pues, una mamá redondita, dulce y buena, no. De alguna manera yo he sentido con el paso del tiempo que también hay que reivindicar esa posibilidad. ¿Por qué tenemos que todas las mamás parecernos entre nosotras? ¿Y por qué hay que renunciar a una manera de ser mujer para ser la mamá? La mamá de las mamitas y los papitos de los chats del colegio y todas esas cosas.Lea también: Escritor colombiano Sebastián Martínez Vanegas ganó el Premio de Poesía Emilio PradosEn el libro, yo siento que hay como una especie de declaración de principios sobre por qué está usted escribiendo este libro, y usted dice: “Esa niña antigua es hoy una mujer adulta que busca tejer su propio nido mientras avanza a tientas por su sótano interior, lo vacía de telarañas, espanta a los murciélagos y les zapatea a las serpientes empozadas tras el diluvio, eso estoy haciendo aquí en vivo y en directo: mirar hacia atrás y hacia adentro con las manos sobre el teclado”.¿Por qué necesitaba usted darle orden a todo eso que le removió por dentro la muerte de su mamá?Todo esto es una búsqueda de un sentido a esas cosas que muchas veces en la vida vemos como asombrosos vaticinios y no entendemos si es realmente el azar o hay algo parecido al destino. Y de alguna manera creo que la novela era un intento por buscar una coherencia a toda esa serie de eventos que se conectan en la historia.Entre roles y errores de las madres¿Después de haber escrito este libro, cómo ha cambiado el rol suyo como mamá?Este libro es una invitación también a permitirnos fallar, como madres y como hijas. A permitirnos la licencia de a veces hacerlo mal, sin que eso implique un trauma ni una tragedia, sino más bien que podamos reconocerlo y seguir adelante. Muchas veces lo que nos cuesta es justamente aceptarlo.Hemos crecido con esta idealización de la madre perfecta, con tantas exigencias que tenemos las mujeres y que es mentira. Las mujeres tenemos que hacer mil cosas: trabajar, criar, estar pendientes de la casa y en fin, y vivimos castigándonos constantemente porque no alcanzamos. Yo creo que hay que parar de castigarse y probablemente ahí todo empiece a fluir mejor.Dice acá que compra libros a manera de penitencia, compra libros que no va a leer, a manera de penitencia. Explíqueme eso.Ah, bueno, la verdad, yo compro demasiados libros. Tengo ese problema. Se lo heredé a mi papá, porque yo no hacía más sino pelear con él porque me parecía que era un exceso y ahora hago exactamente lo mismo. Sí, esas cosas pasan. A veces hay libros que realmente no quiero leer, pero como que es de esos libros que todo el mundo habla de ellos y lee y dice: ‘oh, sí, qué maravilla’, entonces yo a veces voy y lo compro. Y ya sé que no lo voy a leer, pero es como decir: por lo menos lo compré. Es como ya que no lo voy a leer, lo tengo en mi biblioteca. Es una penitencia, sí.Lea también: Orgullo colombiano: escritora Piedad Bonnett recibe en España el Premio Reina Sofía de Poesía
Un robo en Bogotá perpetrado este sábado 23 de noviembre, al parecer en la carrera Séptima con calle 92, hizo que se desplegara un operativo policial para tratar de dar con el par de ladrones, que se movilizaban en motocicleta.Delincuentes les apuntaron a testigos que se movilizaban por la Séptima en BogotáUn conductor que se movilizaba por ese sector captó cuando un sujeto que viajaba como parrillero en una moto, forcejeaba con el ocupante de un carro particular, cuya puerta está abierta, todo mientras el semáforo estaba en rojo. Mientras tanto, los otros automotores alrededor pitaban, esperando alertar a alguna autoridad cercana.Quien grabó a los delincuentes con el celular tuvo que bajar rápidamente la cámara, pues uno de los ladrones le apuntó con lo que parecía ser un arma de fuego.Los sujetos escaparon, pero se desconoce qué se robaron y su cuantía y por qué la puerta del vehículo de las víctimas, que al parecer salieron ilesas, estaba abierta.Durante operativo para capturar a ladrones en Bogotá, Policía se llevó una sorpresaLa Policía Metropolitana de Bogotá inició un plan de requisa a los motociclistas que transitaban por la carrera Séptima con calle 92. En medio del proceso, sorprendieron a un joven y un adulto mayor transportando cuatro libras de marihuana.De acuerdo con cifras entregadas por Bogotá cómo vamos, entre enero y septiembre de 2024 se registraron 99.194 denuncias de hurto a personas en la ciudad, 21.295 menos que en el mismo periodo de 2023.Lo anterior representa una disminución del 17,7% en el hurto a personas con respecto al año anterior y pone al 2024 muy cerca de las cifras de 2019, año que antecedió la pronunciada disminución del hurto durante la pandemia.La entidad aclaró que “los hurtos registrados por la Policía Nacional solamente son aquellos que se denuncian, por lo tanto, no se sabe con certeza si el hurto está disminuyendo o si la reducción se debe a una menor cantidad de ciudadanos/as denunciando”.En contraste, agregó que delitos como homicidio, lesiones personales, sexuales, de extorsión y violencia intrafamiliar han experimentado aumentos significativos.