Uniformados de la cárcel La Picota informaron que en la tarde de este domingo, 5 de enero, fue hallado sin vida el cuerpo de Iván José De la Rosa, señalado asesino de la joven Steffany Barranco, el pasado 29 de mayo en el centro comercial Santafé, en el norte de Bogotá.El hallazgo fue a las 3:40 de la tarde, en el pabellón 27, celda 9. El cuerpo, al parecer, tenía asfixia mecánica. Lea también: Señalado asesino de Steffany Barranco "le pegaba con palos” y la veía como “objeto personal”Los uniformados no evidenciaron el consumo de bebidas alcohólicas ni señales de una posible riña, por lo que la primera hipótesis señala un suicidio. No obstante, las autoridades aún se encuentran investigando los hechos. Iván José De la Rosa no había aceptado cargosEn la audiencia de imputación por el asesinato de Steffany Barranco, que se llevó a cabo el pasado 7 de junio de 2024, Iván José De la Rosa no había aceptado los cargos que le había impuesto la Fiscalía General de la Nación por el delito de feminicidio agravado. “Yo ya la tengo clara, no acepto cargos, en el momento no”, fueron las palabras del procesado.Durante la audiencia, la fiscal del caso habló de las diferentes amenazas que recibió la víctima por parte de De la Rosa, tras haber tomado la decisión de terminar su relación.Dentro de las pruebas encontradas por la Fiscalía, se reveló que De la Rosa tenía comportamientos posesivos y violentos con su pareja. Encerraba a sus dos pequeños hijos de 5 y 9 años para vigilar a Steffany Barranco, “le pegaba con palos”, no la dejaba tener redes sociales y, cuando ella manifestó su deseo de alejarse de él, la amenazó de muerte.“Luego de decirle algunas palabras en voz baja que no alcanzaron a escuchar los asistentes a ese establecimiento comercial, empezó a lastimar a esta mujer. Hace que ella se caiga al suelo y sigue agrediéndola en más de 18 oportunidades, como lo indica el informe pericial de necropsia”, puntualizó el ente acusador.Lea también: En Cauca, joven modelo perdió la vida al defender a su mamá de su papá durante pelea familiarCronología del feminicidioDe acuerdo con las autoridades, el feminicida llegó al centro comercial Santafé a las 5:00 p. m. del miércoles 29 de mayo en una motocicleta, ingresó por una de las entradas principales del primer piso y se dirigió hacia el almacén donde Steffany Barranco trabajaba.Pasadas las 5 de la tarde, Iván José de la Rosa ingresó al almacén de venta de utensilios de cocina y sostuvo una discusión con Steffany, quien fue su pareja sentimental por más de 10 años.Según las autoridades, el sujeto procedió a atacarla con un arma cortopunzante que tenía en uno de los morrales que cargaba. Después del brutal ataque, De la Rosa se autolesionó en el pecho y estómago.El comandante de la Policía de Bogotá, el general José Daniel Gualdrón, explicó que Iván José de la Rosa “le ocasiona las lesiones" a Steffany y "allí, prácticamente en el lugar, fallece la mujer.
Tras los recientes casos de feminicidio perpetrados en Bogotá (específicamente los de Steffany Barranco y Natalia Vásquez Amaya), el ministro de Justicia, Néstor Osuna, firmó la ley que contempla la eliminación de cualquier tipo de beneficio para personas condenadas por este delito.>>> Lea, además: Feminicidio de Steffany Barranco: legalizan captura del señalado asesinoEl ministro de Justicia explicó que, “si bien, esos beneficios ya estaban severamente restringidos, ahora se restringen aún más”.Indicó que, aunque los condenados no contaban con demasiados beneficios, "sí conservaban algunos pocos, (pero) esta ley los retira, entonces va a tener que ser el cumplimiento completo de la pena en una cárcel sin ninguno de estos beneficios”.Es decir, no se concederán "la suspensión condicional de la ejecución de la pena, la prisión domiciliaria corno sustitutiva de la prisión, ni habrá lugar a ningún otro beneficio, judicial o administrativo, salvo los beneficios por colaboración regulados por la ley, siempre que, esto sea efectiva, cuando la persona haya sido condenada por delito doloso dentro de los cinco años anteriores". Esta medida establece que no se concederán beneficios como la suspensión condicional de la ejecución de la pena ni la prisión domiciliaria, ni siquiera cuando hayan cumplido con la mitad de la condena.El anuncio del ministro Osuna se da una semana después de que señaló que hay un proyecto de ley, pensado dentro de la reforma a la justicia, para entregar beneficios a personas que incurran en graves delitos, esto con el fin de lograr la verdad y desmantelar organizaciones, y personas que incurran en delitos como el del feminicidio.Los dos feminicidios que enlutan a BogotáEn menos de 24 horas, ocurrieron dos feminicidios en Bogotá. El primero se dio en el centro comercial Santafé, el miércoles 29 de mayo, donde la expareja de Steffany Barranco la abordó y asesinó.Steffany Barranco tenía 32 años y era madre de dos pequeños, de 6 y 9 años.Según contó el papá de la víctima, don Alonso Barranco, a Noticias Caracol, su hija le había dicho: “Papi, vente para acá, para Bogotá, para que me ayudes con los niños porque me voy a dejar de Iván”, pues “ya venían teniendo problemas porque, o sea, unos días antes él le había cogido la ropa y se la había picado toda. Entonces, por eso era que yo me quería ir para Bogotá, pero como ya él sabía que yo me iba para Bogotá, pues el hombre cogió y se adelantó primero”.Luego del ataque, el señalado feminicida intentó quitarse la vida, pero se encuentra recuperándose en un centro médico.El segundo feminicidio ocurrió el 30 de mayo en el barrio Tierra Linda, localidad de Suba. La víctima fue identificada como Natalia Vásquez Amaya, de 31 años. Ella era mamá de un bebé de 3 añitos.Según las autoridades, el victimario fue su pareja, quien llegó hasta la vivienda de la mujer argumentando que iba a visitar a su hijo.Tras atacarla, Natalia salió a pedir ayuda, pero se desplomó y falleció. La familia apareció para socorrerla, pero el sujeto también los hirió con un arma cortopunzante y luego procedió a dispararse con un arma de fuego. Este feminicida murió.>>> Le puede interesar: En casos de feminicidios, expertos piden no confundir la maldad con enfermedad mental
La violencia contra la mujer es un tema que no se debe normalizar. En medio de los casos de feminicidios, como el de Steffany Barranco, una pregunta que muchas preguntas se hacen es si los feminicidas padecen de algún tipo de condición o enfermedad que los lleva a cometer esos horribles crímenes.>>> Vea, además: Familia de Steffany Barranco no quiere que asesino muera: "Que pague en vida lo que hizo”La respuesta es no. La gran mayoría de los feminicidas son personas mentalmente sanas, que no sufren un trastorno mental, de personalidad o que no están bajo la influencia de sustancias.Se trata de personas que pueden decidir hacerlo o no. Otra situación es que tengan patrones de comportamiento y pensamiento violento. Aquí el mensaje es claro: no se puede confundir maldad con enfermedad.Y es que considerar a las personas violentas como enfermos mentales es una idea frecuente, pero equivocada. Este pensamiento indulta a muchos culpables y condena a inocentes.“La gran mayoría de los pacientes no son agresivos, no son violentos y no andan perpetrando feminicidios de este estilo”, indico José Fernando Muñoz Zúñiga, neuropsiquiatra y psicoanalista.>>> En contexto: ¿Cuáles son los rasgos de un potencial feminicida? Así podrá reconocerlosSegún los especialistas, pensar que los violentos tienen enfermedades mentales estigmatiza a los individuos que día a día luchan con este tipo de condiciones.Sin embargo, existen casos excepcionales en los que las personas con enfermedad mental pueden volverse agresivas. Se trata de una minoría de pacientes quienes, sin el tratamiento adecuado, pueden desconectarse de la realidad, tal como en el caso de la psicosis.“La mayoría de quienes cometen feminicidios no son psicóticos, no tienen síntomas graves que obstruyan la capacidad de juicio. Por ende, ante la ley deben responder en consecuencia”, agregó Muñoz.No se puede confundir maldad con enfermedad.Por su parte, Mario Danilo Parra, psiquiatra, habló de una masculinidad tóxica: “A veces es de cierta forma apoyada por algunos grupos sociales y esto hace pensar, por ejemplo, que los hombres no lloran, que los hombres no pueden demostrar sus sentimientos o que los hombres tienen el poder sobre las mujeres y que pueden usar la violencia como una forma legítima de poder sobre las mujeres. Están las personas que son normalmente violentas en el ámbito familiar, con su pareja o hijos. Ellos no demuestran comportamiento que pueda ser sospechoso fuera de su casa. En otra categoría, las personas son violentas y tienen problemas a nivel social”.Patrones de comportamiento y pensamiento que pueden ser el resultado de múltiples factores, tales como la crianza, el maltrato y rasgos de personalidad.Así haya un trastorno de personalidad diagnosticado o el acto violento se cometa bajo la influencia de sustancias, no se exime de responsabilidad. Aunque no siempre es fácil identificar, los especialistas hablan de señales de alarma.“Que se perciba que la otra persona es manipuladora, que miente, que da versiones distintas a unos o a otros. Que no asume la responsabilidad de los hechos, que trata de poner cargas en otros, que no respeta límites interpersonales, físicos y verbales”, acotó Muñoz.Por lo general, quien tiene una enfermedad mental suele pensar primero en hacerse daño a sí mismo que a otra persona.>>> Le puede interesar: Papá de la asesinada Steffany Barranco planeaba viajar a Bogotá para acompañar a su hija