En medio de la tragedia de los 11 mineros atrapados en un socavón de Neira, Caldas, está el drama de una familia que tiene a tres hermanos allí. La mamá de los trabajadores dice que espera un milagro para hallar con vida a sus hijos.Ellos son Diego Fernando Tabarquino Morales, de 29 años, y sus hermanos Milton Alexis, de 26, y Edwin Felipe, de 24.“Nuestros padres nos levantaron a punta de mina también y nosotros seguimos ese camino”, dijo en Noticias Caracol Johan Mauricio, uno de los ocho hermanos de la familia Tabarquino Morales.Afirmó que es complejo laborar dentro de esta mina de oro: “hay profundidades de 20, 15, 17, 30 metros”.Marisol Arredondo, esposa del Edwin Felipe, sostuvo que su compañero trabajaba en las minas por necesidad.“La verdad, a él no le gustaba hacer eso, pero él lo hacía porque le tocaba, porque ese era el sustento del trabajo de acá de Irra”, recalcó.También contó cuál fue el último momento que compartió con él.“Ese mismo día que se fue a trabajar, él salió de la casa y me dijo: amor, chao, se cuida”, recordó.En medio de su dolor, la madre de los tres hermanos aseguró que se aferra a la fe en este difícil momento.“La voluntad de Dios es muy grande, Dios hace milagros. Puede haber vida, como puede que no”, opinó Rosa Morales.Al corregimiento de Irra, en Quinchía, Risaralda, de donde son todos los tres hermanos Tabarquino Morales, empezaron a llegar familiares con la esperanza de que haya un pronto rescate de los mineros atrapados en la mina.El accidente ocurrió por un desbordamiento del río, que habría inundado el socavón donde trabajaban los 11 mineros, entre ellos los Tabarquino Morales.
La Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), durante un operativo de control en minas de Quinchía, encontró restos fósiles de un mastodonte; ahora se investiga en zonas cercanas si hay más piezas.Los restos óseos fueron descubiertos a 20 metros de profundidad en una mina artesanal, lo que se ha convertido en un hallazgo sin precedentes en esta región del occidente de Colombia.“Nos encontramos con un verdadero referente de la paleontología y de la historia de esta región del planeta, sobre todo de Colombia, porque lo logramos encontrar en un sitio donde no hay explicaciones desde la biología sobre por qué aparecieron estos mastodontes ahí, cuando lo que nos dicen la literatura y la investigación es que estuvieron muy afincados en el norte de los Estados Unidos, en el Canadá, en el sector de la península de Yucatán, en Centroamérica, y algunos vestigios encontrados en Suramérica”, explicó Julio César Gómez Salazar, director de la Carder.Aseguran los mineros que encontraron los huesos que cuando llegaron a una zona muy dura y comenzaron a trabajar, se presentó un desprendimiento de tierra y cayeron los primeros huesos.“Los expertos en el tema, los que tienen su formación arqueológica, deben empezar a hacer unas perforaciones en varios sitios de esa montaña que nos puedan determinar precisamente de qué naturaleza es, si es un fósil solo que fue arrastrado por un aluvión o por un desmadre de alguna corriente hídrica, o efectivamente era una comunidad que ya tenía un asentamiento en esa zona geológica y geográfica y que venía desarrollando una vida de comunidad, como era la que desarrollaba esta especie, la gran fauna, que eran familias céntricas de más de 100 individuos”, añadió Gómez.Los investigadores encontraron además un colmillo de un metro con 10 centímetros, intacto. Por eso, continúan las labores de búsqueda para determinar sobre qué perímetro se va a trabajar.Un hallazgo como este no se había hecho en esta zona del país y menos en zona montañosa. Ahora, el Instituto Colombiano de Antropología será quien determine cuáles son los pasos a seguir y la investigación alrededor de este encuentro.“El hallazgo es muy importante en términos científicos y patrimoniales. Básicamente estamos mirando un escenario del pasado que puede ser de 10.000 años, mínimo. En adelante, puede ser incluso ya hasta en millones de años. Pero, básicamente, las cifras de 10.000 años son porque es cuando se extinguen estos animales grandes”, indicó Carlos Eduardo López, profesor de Antropología de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP).“Este es un mastodonte, un familiar cercano al elefante, por eso lo reconocieron quienes lo encontraron: huesos muy grandes, pero más que el solo animal, nos muestra el ambiente en el que él vivió, fácilmente del pleistoceno, o sea de 10.000 años hacia atrás, en un ambiente más seco”, describió el académico.El mastodonte es considerado primo hermano de los elefantes y se comenzará a estudiar por qué desaparecieron en esta zona y su vínculo con posibles habitantes de la región.TEMAS RELACIONADOSEn junio, investigadores descubrieron qué era un fósil hallado hace 9 años en la Antártica.