En el colegio donde estudiaba Karina Blanco, en su vereda y en los municipios de Cáchira y El Playón, Santander, le rindieron un homenaje a la adolescente minutos antes de su sepelio, al que acudieron varias personas.Con una marcha, comunidad rechazó el vil asesinato de Karina Blanco“Ella, a pesar de los momentos tristes, siempre nos sonreía, ella hacía que todos estuviéramos felices, así ella no lo estuviera, hacía un esfuerzo por llegar todos los días al colegio y me consta que era muy buena estudiante”, sostuvo Ana María Torrado, una de sus compañeras.Y es que la joven debía hacer un largo recorrido para poder estudiar. Karina Blanco salía todos los días a las cinco de la mañana y caminaba durante media hora por un sendero de herradura hasta una vía donde tomaba otro transporte. Fue en ese trayecto que su violador y asesino la abordó.Karina Blanco, niña violada y asesinada, alcanzó a enviar una foto de quien sería su verdugoYeison Pedraza, docente de la niña, lamentó que “pese a que existe la política pública de transporte escolar en las regiones de Colombia, en la zona no lo tenía, realmente quien diga o afirme que Karina tenía transporte escolar, es una mentira”.La comunidad que despidió a Karina Blanco ahora se fijó una meta en conjunto y es cumplir uno de los sueños más anhelados de la adolescente: regalarle una casa a su mamá en la zona rural.Esta es la última carta que escribió Karina Blanco: “Estoy enfocada en ser feliz”
Dos hermanitas de 10 y 14 años murieron en el municipio de El Playón, en Santander, al ser arrastradas por un alud.Vivían en la finca La Esperanza, en la vereda San Ignacio, que está a dos horas del caso urbano de la población.Los cuerpos de las menores fueron rescatados en el río Cachirí.