El pasado 28 de octubre la vida de Paola Ramírez tuvo un antes y un después al perder a sus dos hijitos Santi Esteban y Susan Camila Beltrán Ramírez (de 4 y 7 años, respectivamente) a manos de su expareja sentimental, quien también era padre de los menores: Darwin Beltrán. Tras dos meses del doble filicidio, la mamá de los pequeños habló sobre lo que sucedió aquel día, cuando encontró a los menores de edad muertos en donde residía, en el barrio Las Ferias, en Engativá, en el noroccidente de Bogotá.En conversación con el podcast ‘Más allá del silencio’, Paola relató cómo eran sus hijos y la luz que le brindaban. Con voz entrecortada contó que Susan Camila hubiera cumplido 8 años el 13 de diciembre y que ella “tenía mucha ilusión. Me acuerdo que Susan se paraba al frente del almanaque y ella contaba los días y me preguntaba que si faltaba mucho para sus cumpleaños. Entonces pues ella tenía tanta ilusión que, obviamente, se lo celebré”. Fue al cementerio donde están enterrados los niños y colocó algunas decoraciones.(Lea además: Las heridas que quedan en el barrio Las Ferias tras asesinato de dos hermanos a manos de su papá)Darwin Beltrán ha llamado en varias ocasiones a Paola RamírezUn día después del cumpleaños de su hija, “ese sábado me llamó a decirme que si no tenía derecho a saber dónde estaban sus hijos, que él quería saber dónde estaban sus hijos para cuando saliera irlos a visitar, yo le dije que no, que no tenía derecho”.Manifestó que su expareja sentimental “todavía dice incoherencias. En la llamada me dice que que él ese día había llegado a la casa pidiéndome los medicamentos, no sé a qué medicamentos se refiere porque él ni siquiera estaba tomando medicamentos, él era un irresponsable que nunca siguió su tratamiento psicológico ni mucho menos medicamentos. Él me dice en una llamada que había llegado a pedirme los medicamentos y que yo me había ido… cuando es mentira. Llegó calmado diciéndome: ‘váyase que usted me altera’”, frase que le repitió en varias oportunidades.¿Qué pasó antes de que Darwin Beltrán asesinara a sus hijos?Paola contó que ella tomó su celular y que él la acompañó hasta la puerta. “Irónicamente me devuelvo y le digo dizque: ‘Darwin, cuidado con los niños que están adentro. Cierre la puerta para que no sea que se salgan’. Me dijo en ese momento que fuera donde la mamá y yo le digo: ‘su mamá está visitando a su hermana’, y él me dice: ‘vaya donde mi mamá’, y yo le digo: ‘bueno’”.Y como si fuera un presentimiento, Paola Ramírez salió de la casa y al girar la esquina llamó a una ambulancia para que le prestara a Darwin ayuda psiquiátrica porque “yo sabía que Felipe ya estaba enfermo, yo sabía que Darwin estaba volviendo a tener una crisis porque no era la primera vez, Darwin ya había tenido crisis”.Además, reveló que su expareja estaba diagnosticada con trastorno bipolar afectivo y que siguió un tratamiento con pastillas durante un tiempo, pero que lo dejó a un lado y que no volvió a tener acompañamiento psicológico. Indicó que le comentó a la mamá de Darwin que debían internarlo, pero que la mujer se negó: “Me decía que no, que yo lo quería internar porque yo le tenía rabia al hijo”.Paola compartió que mientras llamaba a la ambulancia, en la tarde del 28 de octubre, un compañero del trabajo de su ex llegó en bicicleta a la esquina de la casa de ella y le preguntó por Darwin. Asimismo, él le indicó que lo había visto con comportamientos extraños y que “les había llevado pollos a los compañeros y que en la empresa ya estaban preocupados porque él no se comportaba así”.El joven en bicicleta se ofreció a entrar a la casa mientras Paola llamaba a la ambulancia para evitar que Darwin se fuera y no recibiera el debido acompañamiento psicológico, pero debido al temor que ella tenía de que su ex se alterara y se escapara, ella prefirió que el colega de él no ingresara a la vivienda y esperaron un rato más.Pasaron unos minutos y Paola pudo hablar con una psicóloga mientras la ambulancia llegaba al barrio Las Ferias. Ella le comentó que Darwin estaba en la casa solo con los niños y le contó cuál era el diagnóstico que él tenía, a lo que la otra mujer le respondió: “Que tranquila, que él es como un niño, que le lleve la idea mientras la ambulancia llega, que él no le va a hacer nada a los niños”.Luego de que la psicóloga le dio el aparte de tranquilidad, ella se quedó parada a tres casas de donde vivía con sus hijos “cuando él sale de la casa totalmente mojado, él no tenía zapatos, él tenía como que unas medias o estaba descalzo, no recuerdo, pero estaba totalmente mojado, desde la cabeza estaba totalmente mojado. Se para y me grita algo, pero no sé qué es lo que él me dice, pero ahí yo lo veo raro, yo ahí lo veo transformado, hay algo en él diferente en ese momento y de la nada sale corriendo, se entra a la casa y cierra la puerta”.Al ver ese comportamiento, Paola se va detrás de Darwin, pues lo que acababa de ver no era la única alarma que la alertaba, pues minutos antes había hablado con el jefe de él y “me dice de una nota que él dejó en el escritorio del jefe. Me dice que Darwin le había dejado una nota que le decía como que gracias por todo y que se iba a reunir con Cristo, se iba a la casa de Cristo”.Con el actuar de su ex y lo que le acababa de decir el jefe de él, ella pensó que Darwin se iba a hacer daño, pero cuando fue a abrir la puerta de la vivienda se percató de que en esta había sangre.Este episodio para Paola es confuso, pero relató que el compañero de Darwin le contó que ella le indicaba que olía mucho a sangre y que él le decía que se devolviera, a lo que ella le hizo caso.“Lo que sí tengo presente es cuando él (Darwin) empieza a gritar: ‘Paola, Paola, los niños, Paola, los niños. Por la ventana que da hacia la calle él gritaba y me mostró al niño, me mostró a mi Santi y él ya estaba muerto”, contó en medio de lágrimas.Aún piensa en qué le habrá pasado a Darwin por la cabeza en ese momento cuando decidió asesinar a los niños. “Yo miré a mi alrededor y yo decía que no, que era mentira. Hace un momento había dejado a mis niños acostados, Susan estaba durmiendo, Santi se le había arrunchado al lado, y pensé que jamás sería capaz de tocarme a los niños. Él nunca los agredía”.Paola volvió a entrar a su casa en Las FeriasAntes de ver la macabra escena, ella empezó a gritar “que un doctor, cuando me dijeron que ya no había nada que hacer por ellos. Yo entré a ver a mis niños y ahí ya llegó la Policía”.En las llamadas que él le ha hecho desde la cárcel, de las cuales Paola solo ha contestado dos, ella le recrimina que por qué no la atacó a ella, sino a los niños, a lo que él le respondió: “Que perdón, que perdón, que lo perdone, que me ama mucho y que me va a amar toda la vida”.Paola recalcó que una crisis que tuvo Darwin fue en febrero de 2023 y que lo internaron durante una semana en una clínica. Al explicar cómo eran los episodios que tenía, indicó que “empezaba a hablar incoherencias y no se podía quedar quieto, él tenía que estarse moviendo, haciendo algo, no dormía”.Para la mamá de Santi Esteban y Susan Camila fue extraño el actuar que tuvo su expareja, pues él nunca se tornaba violento, tan solo “se iba a caminar, se iba de la casa, no podía estar en la casa, se iba a hacer ejercicio”.Las señales que indicarían que Darwin iba a recaerTras seguir un breve tratamiento, el cual no pudo terminar porque una ampolleta que se debía aplicar costaba cerca de $1.000.000, él empezó a beber con los compañeros del trabajo los fines de semana. Cuando Paola le manifestaba su preocupación por volver a recaer, él le sostenía que él podía beber cerveza, mas no aguardiente porque este trago lo podía alterar. Por esto, “la mamá de él me decía que yo era una tóxica, una loca que no lo dejaba respirar, que no lo dejaba salir. Pasó que el 19 de octubre nosotros estábamos cumpliendo 10 años, él se quedó tomando ese sábado”.Al ver el comportamiento de Darwin, “yo ese día le hice una videollamada y le dije dar no podemos seguir más, definitivamente no podemos seguir más, no vuelva a la casa. Venga si quiere mañana, recoja sus cosas y ya, no más. Él me dijo que no, que por qué yo era así, que él me amaba mucho”.La relación de Darwin Beltrán con sus hijosCuando Paola le dejó en claro que no quería regresar con él, una semana antes del crimen, él empezó a ir más seguido a la casa donde ella y sus hijos vivían. Incluso, se ofrecía llevarlos al colegio.“Era un padre amoroso, responsable, era muy responsable porque una cosa eran los problemas que teníamos los dos (porque tuvimos muchos problemas a lo largo de la relación), pero él con los niños era otra cosa. Con los niños era muy responsable, que su mercado, que el arriendo, que los servicios, que el parque, le gustaba mucho llevarlos a la piscina”, contó.(Lea también: Habla mamá de hermanitos asesinados en Engativá: “No vi señal de que pudiera lastimarlos”)
Es diciembre, plena época de vacaciones para cientos de niños y niñas que hace unas cuantas semanas salieron del colegio para disfrutar del sol, los dulces, los villancicos y la Navidad. Frente a la carrera 69 B # 75-86, en el norte de Bogotá, se ven correr a dos pequeñitos quienes, al parecer, están jugando a las escondidas. La calma de la zona y las carcajadas de los chiquitines pasan por alto que hace dos meses, el 28 de octubre de 2024, fueron asesinados en esa casa (ubicada en el barrios Las Ferias, en la localidad de Engativá), los hermanitos Santi Esteban y Susan Camila Beltrán, de 4 y 7 años, respectivamente, a manos de su papá, Darwin Beltrán.Para quien transita la zona por primera vez le puede ser difícil identificar la vivienda donde, durante tres años, vivieron los hermanitos Beltrán Ramírez, pues la conocida imagen de la casa verde de dos pisos cambió. Ahora, en el primer piso, predomina un color azul cielo. Esta vivienda la vio el país a través del video captado por las cámaras de seguridad de la zona que registraron cómo la mamá de los niños, identificada como Paola Ramírez, se enteró de que sus hijos habían sido asesinados por su excompañero sentimental. Lo único “físico” que prevalece de aquella trágica tarde son las canecas de basura de color gris que están sobre la acera de la casa donde vivía la familia Beltrán Ramírez, pues debido a la golpiza que recibió Darwin -tras haber asesinado a los niños (a Susan Camila con un arma cortopunzante y a Santi Esteban con golpes, según el informe de Medicina Legal)-, las latas terminaron con abolladuras y una mancha roja en la parte inferior.Tras caminar unos cuantos metros por la manzana y preguntarle a los comerciantes y residentes de la zona sobre aquel día o si algo había cambiado en el barrio, terminé dialogando con Héctor Vanegas, quien trabaja en un parqueadero ubicado a tres casas de donde vivían Darwin Beltrán junto con Paola Ramírez y sus dos hijitos. Él le contó a Noticias Caracol en vivo que, en aquel primer piso, el papá de los pequeños “tenía al niño ahí, en la ventana, pero ya lo había matado. Estaban muertos los dos niños".(Lea también: Habla mamá de hermanitos asesinados en Engativá: “No vi señal de que pudiera lastimarlos”)Algunos residentes de la zona manifestaron que ese día no pensaron en que el paso de las patrullas y de las ambulancias se debiera a un doble filicidio, sino que se trataba de un fatídico accidente de tránsito.Una vecina del sector, quien labora en una marquetería, le contó a Noticias Caracol que aquel día estaba ahí trabajando “porque yo cierro a las 6:30 p.m. Entonces, cuando vimos que tanta ambulancia, que tanta moto, pensé que había sido un accidente acá en la avenida, pensé yo eso, un accidente terrible… cuando una señora pasó llorando y me dijo: ‘Ay, vecina, vecina, qué desgracia…’, y yo le pregunté: ‘¿qué pasó? ¿qué fue?’ Y me dijo: ‘que un papá mató a dos niños pequeñitos, los hijos’. No, eso fue terrible. Ojalá no vuelvan a ocurrir esas cosas”.¿Ha cambiado el barrio Las Ferias tras asesinato de los hermanitos?Cada vez que se le preguntaba a algún residente o trabajador de la zona detalles sobre la tragedia y qué ha sucedido en el barrio Las Ferias desde entonces, a varios les cambiaron los gestos del rostro, como si regresaran a la tarde del 28 de octubre y pudieran sentir la angustia de aquel momento. Al ver estas reacciones se hace difícil realizar las entrevistas, pues pese a que han transcurrido cerca de dos meses del doble homicidio, aún se puede sentir la huella que dejó Darwin Beltrán y la falta que hacen Santi Esteban y Susan Camila.Se acerca el mediodía y los restaurantes se alistan para recibir a los comensales. Algunos prefieren almorzar antes de que se lleguen las 12:00 m. para evitar la aglomeración. Con el objetivo de conocer qué ha sucedido en este sector de Engativá, ingresé a un establecimiento esquinero donde venden alimentos. En el lugar resaltaban los olores del clásico corrientazo: sopa, arroz, carne, papa, ensalada y jugo, y el sonido de la parrilla a todo lo que daba.Un comensal de este sitio, ubicado a pocos metros del lugar del crimen, recordó: “Yo lo único que vi ese día fue a la muchacha (mamá de los niños) y a un muchacho (en bicicleta), no vi nada más. Luego vi en las cámaras de Noticias Caracol que ellos salieron corriendo. Yo escuché cuando gritaron: ‘Los mataron, los mataron’, y yo dije: ‘¿Uy, mataron a quién?’. Pensamos que era una mula (que había atropellado a alguien), pero no había nada por ahí. El barrio ha cambiado, se ve como más tranquilo, la Policía está como más pendiente”.La última afirmación del vecino fue secundada por la cocinera de ese establecimiento. Incluso, dijo: “Ya somos más precavidos con los niños”, a tal punto que denunció que “el sábado 7 de diciembre, el Día de las Velitas, un muchacho ahí se agarró con la mujer. Había dos niños igualmente (comparando el caso con el de los hermanitos) y el muchacho cogió al niño por el cuello. Yo soy dueña del establecimiento y ya habíamos cerrado, cuando yo sentí mi reja, que la estaban sacudiendo, era que el muchacho estaba peleando con la muchacha y cogió al niño también. Él se lo quería quitar, entonces, ya todo el mundo estaba asustado. Nosotros llamamos a la Policía, la Policía vino, pero no preguntó nada. Entonces el impacto es eso, que uno ya ahora piensa es en los niños”.Mientras escuchaba las narraciones sobre el doble homicidio de Santi Esteban y Susan Camila Beltrán, y la violencia que sufrió otra mujer y su hijito el 7 de diciembre, otra comensal del restaurante (que se disponía a tomar una sopa) mantenía su mirada perdida, viendo al suelo, como si navegara en sus pensamientos y rebobinara lo que pasó en el barrio Las Ferias. Tan solo sollozó: “La verdad es que él sí estaba metiendo, como usted sabe que ahí permanece gente viciosa. Usted sabe que uno llama a la Policía, pero (aquellos a los que se denuncian) dirán que uno llama por sapos, lambones, pero no".Sobre este hecho, la cocinera volvió a comentar y manifestó que la Policía hizo presencia en el lugar, pero que no brindó una solución para la mujer y su hijo debido a las otras personas que estaban en la fiesta, pues “ahí hay mucha gente de diferente ambiente, meten vicio… entonces dicen que uno es un sapo, un lambón… uno evita meterse en esas cosas porque el problema es pa’ uno”.Pese al miedo por denunciar, todos a los que se les consultó recalcaron que ya no toleran ningún tipo de abuso, tanto a mujeres como a niños: “Estamos como más pendientes, ahora sí, de los niños, así no sean los hijos de uno. Que vea por ahí uno a un niño, está uno pilas, también por los carros porque es una vía bien transitada, a uno le da miedo. Antes dejaban a los niños por ahí. A Dios gracias no volvió a pasar nada con los niños y que no vuelva a pasar”.La cocinera del restaurante también manifestó: “Ya somos más precavidos con los niños”.Pese a que se evidenció mayor atención a los más pequeños y vulnerables de la casa, la comunidad indicó que aún faltan hacer muchas más cosas por los niños, niñas y adolescentes del barrio Las Ferias, pues pese a que tienen un parque al aire libre -frente a la iglesia (lugar donde se pintó un mural conmemorativo con los rostros de Santi Esteban y Susan Camila Beltrán)-, denuncian que no es apto para que los menores de edad vayan, pues hay una gran presencia de habitantes de calle y personas consumiendo sustancias ilícitas.“Uno va a otros barrios y el parque es lo más bonito que hay para uno sacar a los niños, pero acá eso no. Hoy en día, en vacaciones, ¿cómo sale uno para que el niño tenga un ratico de esparcimiento si eso está lleno de personas indigentes, viciosas?”, expuso un trabajador del barrio Las Ferias. Además, denunció que el presidente de la junta, pese a que conoce la situación del sector, no ha gestionado nada con la Alcaldía para solucionarlo.Una transeúnte, quien justo estaba a media cuadra del parque (que tiene una cancha para jugar fútbol, pero permanece vacía) indicó que “hay muchas personas que queremos arreglarlo, que sea un parque bonito, que los niños disfruten, pero desafortunadamente no. Es el único parque cercano y es lo más descuidado que hay”.Pese al sol y el buen clima, el parque luce solitario, solo se ve a un par de personas sentadas e, incluso, acostadas en las gradas de la cancha. Respecto a la zona de toboganes y pasamanos, para ser un miércoles de diciembre, en plena temporada de vacaciones, no se veía ni un solo niño o niña jugando.Comunidad de Las Ferias busca que el barrio avanceÉdgar Barragán, presidente F69 zona segura del barrio Las Ferias, compartió que “la dinámica del barrio ha cambiado para bien. Ahora hay más solidaridad entre vecinos, los vecinos nos conocemos un poco más. Se están programando actividades, como el Día de las Velitas, de regresar a las tradiciones”.Además, junto con la Secretaría de Educación, están en la búsqueda de que el mural donde fueron pintados Santi Esteban y Susan Camila Beltrán vaya acompañado con las huellas de las manos de los niños del barrio.Caminar frente al mural mencionado anteriormente, el cual hace un mes estaba lleno de personas que buscaban rechazar el crimen de Santi Esteban y Susan Camila, brinda una leve sensación de soledad, pues debido a que los niños y adultos no cruzan por este punto del barrio Las Ferias, pareciera que el querer olvidar se estuviera apoderando de la zona.La mancha que dejó Darwin Beltrán en Las FeriasAlgunos han buscado sanar aquella huella imborrable que dejó Darwin Beltrán, pero otros borrarla. Así lo aseguró don Héctor Vanegas: “Es como si todo se hubiera olvidado. Como que el tiempo se encarga de ir olvidando todo”. Eso sí, “la gente comenta y todo. Lo hecho hecho está”. Entre los rumores que se escuchan es que, después de tres días, la mamá de los angelitos asesinados se fue del barrio Las Ferias y que solo volvió para realizar la misa del mes del fallecimiento de sus hijos.¿Dónde está Darwin Beltrán?El pasado 31 de octubre, se conoció que Darwin Beltrán había sido judicializado y que un juez de control de garantías (del juzgado 64 de Bogotá) lo cobijó con medida de aseguramiento en un centro carcelario mientras se desarrolla el proceso penal. Se desconoce a cuál prisión fue enviado por motivos de seguridad.(Lea también: La nota cruel que Darwin Beltrán dejó al lado de los cuerpos de sus hijos de 4 y 7 años)
La incertidumbre por el paradero de Sara Jiménez Silva, menor de 14 años que desapareció el pasado 10 de diciembre en Engativá (Bogotá), crece cada día más. Recientemente, su familia dio a conocer que la joven dejó una carta en su habitación antes de que se perdiera su rastro. En la mañana de su desaparición, Paola Silva, madre de Sara, entró al cuarto para decirle que ya estaba el desayuno, pero la joven ya no estaba. Se cree que pudo haber salido en horas de la madrugada. Sus conocidos, de acuerdo a lo que ha dicho su familia, no han dado pistas del paradero de Sara. "No nos han dado ninguna razón. No tenemos idea de dónde pueda estar o con quién", afirmó su madre para Noticias Caracol. (Lea también: Ladrón que robó tractomula y causó aparatoso accidente en avenida Boyacá casi es linchado).No obstante, sus padres encontraron una nota en su habitación en la que ella decía que se iba de su hogar, y que no volvería. “Me voy para no hacerte sufrir más. Voy a estar bien”, escribió en la hoja, según contó su padre al periódico El Tiempo. La joven es de 1,58 de estatura, tiene el cabello negro y portaba una pantaloneta gris y un saco negro en el momento de su desaparición. "Aunque la distancia nos separe, mi amor por ti nunca desaparecerá. Siempre te buscaré con la esperanza de abrazarte nuevamente, porque eres nuestra razón de vivir", dijo su familia en una imagen difundida en redes sociales.Mensajes y una discusión, entre las nuevas pistas sobre Sara JiménezLos padres han buscado a Sara por cielo y tierra, además de poner la denuncia ante las autoridades, pusieron carteles en los alrededores del portal de la 80, ya que era una zona que frecuentaba. De hecho, algunos vendedores ambulantes del sector han dicho que la han visto transitar cerca al centro comercial Portal 80. Además, el día que despareció, sobre las 11 de la mañana, le envió un mensaje a su madre diciendo que estaba a salvo, pero desde entonces no ha vuelto a contestar en sus redes sociales. “Me dijo: ´'Yo voy a estar bien, no tengo la culpa. Te amo mucho' ", indicó la mujer para El Tiempo. Diego Jiménez, padre de la menor, describe a la joven como una persona de buen corazón y amante de los animales. Sin embargo, en los últimos días habían notado que ella tenía una actitud un poco rebelde y que, al parecer, estaba siendo influenciada por sus compañeros del grado séptimo. “Desafortunadamente Sara está siendo influenciada por alguien de quien no tenemos conocimiento”, indicó su padre para el periódico. Su familiar agregó que el día anterior a su desaparición la joven había sostenido una discusión con su familia, ya que Sara llegó con un celular de origen desconocido y no quería dar explicaciones de con quién estaba hablando.Aunque dicen que lo más probable es que se haya ido por cuenta propia, los padres están preocupados ya que, a su corta edad, puede estar siendo "controlada" o "manipulada" por alguien. Sus allegados indicaron que, quien tenga información sobre el paradero de Sara Jiménez, puede comunicarse a los números 3142748505, 3102557794 y 3124648641.(Lea también: Balacera en el centro de Bogotá: sicarios les disparan a personas que intentaron ayudar a un herido).
Los padres y conocidos de Sara Jiménez Silva, adolescente de 14 años, están preocupados desde hace más de una semana por el paradero de la joven, quien desapareció el pasado 10 de diciembre en Engativá, al occidente de Bogotá. Su madre, Paola Silva, comentó que no sabe nada de su hija desde ese martes a las 8 de la mañana, cuando fue a despertarla a su habitación, pero ella ya no se encontraba. Se cree que pudo haber salido hacia las 5 a.m. "Cuando fui a despertarla para darle el desayuno ya no estaba en el cuarto", aseguró para Noticias Caracol. (Lea también: Asignación de cupos en colegios oficiales de Bogotá: así se puede consultar su institución).Desde entonces, de acuerdo con Paola, ni sus conocidos ni las autoridades han dado nuevas pistas del paradero de su hija Sara. "No nos han dado ninguna razón. No tenemos idea de dónde pueda estar o con quién", afirmó. Según su familia, la joven es de 1,58 de estatura, tiene el cabello negro y portaba una pantaloneta gris y un saco negro en el momento de su desaparición. "Aunque la distancia nos separe, mi amor por ti nunca desaparecerá. Siempre te buscaré con la esperanza de abrazarte nuevamente, porque eres nuestra razón de vivir", dijo su familia en una imagen difundida en redes sociales. Sus allegados indicaron que, quien tenga información sobre el paradero de Sara Jiménez, puede comunicarse a los números 3142748505, 3102557794 y 3124648641. ¿Cómo reportar a alguien desaparecido en Bogotá?La Fiscalía General de la Nación tiene a disposición de la ciudadanía el Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU), una herramienta que se activa para ubicar a las personas desaparecidas. Su objetivo es hacer que las autoridades judiciales ordenen de forma inmediata todas las diligencias necesarias para la localización de la persona desaparecida.Es importante aclarar que no hay que esperar un tiempo determinado para pedir la activación de este mecanismo, el cual se solicita ante un fiscal o un juez de manera gratuita.Para iniciar este proceso es necesario suministrar todos los datos que permitan la identificación de la persona desaparecida, como prendas de vestir, características físicas, lugar de residencia y rasgos, entre otros. Se debe presentar su documento de identificación donde se visualice el nombre completo, RH, fecha de nacimiento y nacionalidad.(Lea también: Video: encapuchado interceptó SITP y robo extintor, en medio de disturbios frente a la U. Nacional).De acuerdo con información del ente investigador, cuando se dé con el paradero de la persona, “la liberación deberá producirse en presencia de un familiar, del agente del Ministerio Público o del representante legal de la víctima. Cuando la persona sea hallada sin vida, se adoptarán todas las medidas necesarias para la entrega del cadáver a los familiares”.Dentro de los derechos de los familiares que activen este mecanismo están: ser informado y conocer las diligencias realizadas para la búsqueda; escoger el funcionario que tramitará el mecanismo y solicitar el cambio del funcionario judicial de ser necesario. Así mismo, tendrá derecho a solicitar la activación del mecanismo cuantas veces desee.Para contactarse con la Fiscalía, la ciudadanía puede llamar al 01 8000 9197 48. En Bogotá al (601) 570 2000, opción 7, o también puede marcar desde su celular al 122. Por su parte, la Policía tiene a disposición la línea telefónica 123, en donde las personas reciben asesoría para denunciar.
Un nuevo incendio se reportó en Bogotá este jueves, en una vivienda del barrio Las Ferias, ubicado en la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá. En videos publicados en redes sociales se ven las llamas el tercer piso de la estructura, a pocos metros de una iglesia.Por el momento se desconocen las causas de la conflagración. Bomberos de las estaciones Ferias, Central y Puente Aranda, con apoyo del los Equipos Especializados de Aeronaves no Tripuladas y de Rescate Técnico controlaron la emergencia. "Se realiza ataque directo. Se brinda atención prehospitalaria a una persona que resultó lesionada. Se activa apoyo del Equipo de Investigación de Incendios y de Secretaría de Salud", indicó el cuerpo de Bomberos de Bogotá.(Lea también: Grave incendio en una bodega de Patio Bonito, al sur de Bogotá: esto es lo que se sabe). Este incendio se une al que se reportó hace pocas horas en una bodega del barrio Patio Bonito, de la localidad de Kennedy, debido a un corto circuito en una instalación eléctrica. De acuerdo con el cuerpo de Bomberos de Bogotá, la emergencia no dejó lesionados, pero sí hubo un vehículo afectado por las llamas. Las estaciones de Venecia, Kennedy, Fontibón, Chapinero y Central controlaron la emergencia, que también causó afectación vial en la zona.Por otro lado, durante el fin de semana, en el día de las velitas, una grave conflagración en una bodega incineró varias viviendas de la localidad de Bosa, y dejó afectadas a, al menos, 45 familias. Muchas de ellas tuvieron que evacuar y otras se vieron obligadas a buscar un lugar temporal para vivir, ante el riesgo de colapso de sus viviendas.Las llamas se propagaron rápidamente y los propios habitantes fueron los primeros en hacerle frente a las llamas. Sandra Benavides, afectada por el incendio, dijo en Noticias Caracol en vivo que “fueron horas de zozobra y de impotencia. Es algo que no se puede describir con palabras”.En los ojos de las personas afectadas se refleja la tristeza y la desolación de no tener a dónde ir. “Nos dejaron sin dónde vivir, nos dejaron en la calle, todo lo que creamos e hicimos por años se quedó en estas casas. Todo quedó destruido”, manifestó Diana Guerra, damnificada.Para los vecinos y para el propio dueño de la bodega de reciclaje, lo que ocasionó el incendio, al parecer, fue un volador. “Dicen que fue un volador que cayó sobre la parte del icopor y que eso fue lo que provocó el incendio. Se me destruyó todo el material”.El equipo de investigación de bomberos analiza si efectivamente la pólvora fue la causante de la tragedia. Por su parte, el Instituto de Gestión del Riesgo se comprometió a garantizar hasta tres meses de apoyo económico para la reubicación temporal de los más afectados.Consejos para evitar incendios en BogotáYa sea por una chispa, una veladora encendida, una fuga de gas repentina o una colilla de cigarrillo que propague rápidamente el fuego, es importante siempre tener buenos hábitos y la mayor precaución posible para intentar prevenirlos y evitar así poner en riesgo nuestros bienes y la vida misma. Es por eso que desde Bomberos Bogotá brindan algunas recomendaciones a los ciudadanos para que no ocurran emergencias de este tipo:No enciendas veladoras; y si lo haces, procura tenerlas en un lugar visible, fuera del alcance de los niños o animales, bajo supervisión, lejos de materiales que se pueda prender.No excedas el tiempo de carga de los electrodomésticos o aparatos eléctricos y no sobre cargues las extensiones o tomacorrientes.Vigila las planchas para el cabello o la ropa, no los dejes conectados y con objetos cercanos.Si fumas, hazlo en lugares exteriores, no en camas o sillones.No dejes material como papel, telas, madera, gasolina, varsol, pinturas, entre otros cerca de la estufa.Vacía con regularidad las papeleras para no acumular papeles o productos inflamables.
Una menor de edad, identificada como Mariana Céspedes Maya, de 14 años, se encuentra desaparecida desde el pasado martes 3 de diciembre en la ciudad de Bogotá.De acuerdo con la familia de la menor de edad, ella desapareció en el barrio Las Ferias, localidad de Engativá.Luvi Maya, mamá de Mariana Céspedes, habló con Noticias Caracol y mencionó que “el martes, tipo 4:00 de la tarde, salió de la casa y no le hemos encontrado. Salió sola”.(Lea más: Yajaira Jiménez, madre de dos niños, lleva casi dos semanas desaparecida en Antioquia)La madre de la adolescente aseguró que, en cuanto a los posibles cercanos a ella “ya los contactó la Fiscalía General de la Nación. La Policía y el Ejército Nacional ya tienen información sobre mi hija, ya tienen el cartel de desaparecida”.El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), de la Fiscalía General de la Nación, se encuentra analizando las cámaras de seguridad de la zona en donde se perdió la menor de 14 años para saber por cuál rumbo pudo haber tomado y con quién se pudo haber ido.Si usted ha visto a la menor de edad, puede comunicarse a los números 3013490711, 3168718074 o 3189002736.Según información que la familia de la menor dio a la Fiscalía, la joven tiene una estatura de 1.50 a 1.52, su peso es de 50 kilos y su contextura es delgada.¿Cómo reportar desaparecidos en Bogotá?Según la Fiscalía General de la Nación, la ciudadanía puede llamar en Bogotá al teléfono fijo (601) 570 2000, opción 7, para reportar personas desaparecidas.El ente investigador tiene a disposición de los ciudadanos el Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU), una opción que se activa para ubicar a las personas desaparecidas. No hay que esperar un tiempo determinado para pedir la activación de este mecanismo, el cual se puede pedir ante un fiscal o un juez sin ningún costo.¿Cómo buscan a una persona desaparecida?Para comenzar este proceso, es importante proporcionar todos los datos que permitan identificar a la persona desaparecida. Esto incluye detalles como las prendas de vestir, características físicas, lugar de residencia y otros rasgos distintivos. Además, hay que presentar su documento de identificación, en el que se pueda ver claramente el nombre completo, el tipo de sangre (RH), la fecha de nacimiento y la nacionalidad, según la Alcaldía de Bogotá.Cuando las autoridades den con el paradero de la persona desaparecida, dice la Fiscalía General de la Nación que “la liberación deberá producirse en presencia de un familiar, del agente del Ministerio Público o del representante legal de la víctima. Cuando la persona sea hallada sin vida, se adoptarán todas las medidas necesarias para la entrega del cadáver a los familiares”.(Lea más - Hay cuatro niñas desaparecidas en Antioquia: ¿las ha visto?)
A la edad de 87 años, murió monseñor Héctor Gutiérrez Pabón. Así lo confirmó la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) este lunes, 2 de diciembre de 2024. Nacido en Cáqueza, Cundinamarca, el 17 de mayo de 1937, el prelado cumplió un papel fundamental en los diálogos de paz que permitieron resolver el conflicto violento entre los esmeralderos de Boyacá.Carismático, fue en su momento una de las figuras de la televisión nacional. Durante años, acompañó a los colombianos a través de la pantalla chica con su programa espiritual, emitido las mañanas de los domingos. En el mismo hacía reflexiones, comentaba citas bíblicas e impartía consejos. (Lea también: este año falleció el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de Bogotá)Monseñor Héctor Gutiérrez Pabón estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana, hizo un máster en producción de cine y televisión en la Universidad de Loyala Marymount en Los Ángeles, Estados Unidos, y recibió el título de licenciatura en moral de la información en la Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote en septiembre de 1962. Desde 1992, dirigió el programa de TV La Voz del Papa. Así mismo, estuvo al frente de la oficina de prensa de la Arquidiócesis de Bogotá. Dirigió las comunicaciones de la Iglesia católica colombiana durante la visita del papa Juan Pablo II. Fue este pontífice quien le otorgó el título de monseñor y lo designó, en 1987, como obispo auxiliar de Cali. Un año más tarde, en 1988, fue nombrado obispo de Chiquinquirá. En el 2023, llegó a encabezar la Diócesis de Engativá, en el occidente de la capital. Monseñor Héctor Gutiérrez Pabón consiguió sentar en una misma mesa, en los años 90, a los esmeralderos más peligrosos de Boyacá para establecer las bases de un pacto de paz que pusiera fin a una guerra que causó muerte y dolor en ese departamento.¿Qué otros cargos tuvo monseñor Héctor Gutiérrez Pabón? Fue superior del preseminario de Bogotá, párroco de la parroquia Los Ángeles Custodios de la capital colombiana, director de la Oficina Arquidiocesana para los Medios de Comunicación Social, jefe del Departamento de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia, maestro de Ética de la Comunicación Social en la Universidad de San Buenaventura, capellán del Colegio Andino, director y presentador del programa televisivo La Voz del Papa y profesor y ecónomo del Seminario Mayor de San José, según se lee en la página oficial de la CEC.Con la muerte de monseñor Héctor Gutiérrez Pabón, el país pierde a uno de sus obispos más queridos. Se espera que sus exequias se realicen, en las próximas horas, en la catedral de Engativá y que a las mismas asistan el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, y otros altos prelados de la Iglesia católica colombiana. Paz en su tumba.(Lea también: Frayñero, el santo de los pobres que hace 'milagros' en el centro de Bogotá)
A un mes del crimen de los pequeñitos Santi Esteban y Susan Camila, de 4 y 7 años de edad, respectivamente, la comunidad del barrio Las Ferias, en la localidad de Engativá, les rindió un homenaje. La mamá de los menores, Paola Ramírez, habló sobre el atroz crimen que presuntamente cometió Darwin Beltrán, papá de los niños.En conversación con Citynoticias, tras una eucaristía, Paola recordó, en medio de su profunda tristeza, la euforia de sus hijitos, a quienes les encantaba estar juntos.(Lea también: Necropsia de hermanitos de Engativá: Darwin Beltrán, su papá, los atacó de forma distinta)“Los recuerdo con mucha alegría, sobre todo a Susan. Susan que para todo tenía una solución. El niño, pues el niño era más pequeño… su inocencia”, dijo con gran dolor Paola.Madre aún no entiende por qué Darwin Beltrán asesinó a sus hijosEl crimen se remonta al 28 de octubre de 2024, luego de que Darwin Beltrán se quedara solo con los pequeños. Esperó a que su expareja saliera para cometer el doble felicidio, según las autoridades.En un video de cámaras de seguridad se ve cuando el hombre salió de la casa donde estaba con los menores, esto sobre las 5:29 p.m. Hizo un gesto amenazante e ingresó nuevamente. Pasaron unos segundos y en la escena apareció Paola. Cuando ingresó a la casa se dio cuenta del terrible crimen. Otro vecino iba a ingresar a la vivienda, pero al ver la reacción de la mujer, ambos se quedaron afuera.Tras pedir ayuda, llegaron más vecinos a este lugar y se encontraron con la terrible escena: Susan y Santi, sin vida, yacían en una cama. Una turba sacó a Darwin Beltrán de la casa y lo golpeó. Las autoridades debieron intervenir para evitar que fuera asesinado.Paola dice que no entiende qué le pasó ese día al padre de sus hijosAl preguntarle sobre qué ocurrió el día del doble homicidio, Paola dijo: “Él fue un buen papá. Yo no sé qué pasó ese día, no sé. Solo (Darwin Beltrán) repetía: ‘Váyase que usted me altera, váyase que usted me altera'. Se supone que él era el papá, que él tenía que cuidarlos, velar por el bienestar de ellos al igual que yo. Él era un buen papá, entonces… no vi la alerta, no vi la señal de que pudiera lastimarlos”.Pese a que su el sujeto aceptó inicialmente el crimen, luego no se acogió a los cargos imputados por la Fiscalía. Al respecto, la madre comentó en Citynoticias: “Que la partida de ellos, tan rápida, tan pronta, no quede en vano”.Darwin Beltrán tenía violento antecedenteNoticias Caracol en vivo conoció que, en el año 2019, Darwin Beltrán había golpeado a su entonces esposa, Paola Ramírez, quien también era la madre de sus hijos.Según la denuncia de ese entonces, Beltrán le pegó en el rostro a la mujer, por lo que las autoridades le hicieron una anotación en su historial criminal. Familiares de Paola, entrevistados por las autoridades, confirmaron que el señalado asesino era un hombre problemático y que solía cazar peleas, incluso, con personas de su entorno más íntimo.Otras personas lo describieron como “peleón”, pues, presuntamente, escalaba cada conflicto. Incluso, acorde con algunos testimonios, Darwin con Paola era dominante e intolerante. Por estos motivos la madre de Santi y Susana decidió separarse de él.(Lea también: La nota cruel que Darwin Beltrán dejó al lado de los cuerpos de sus hijos de 4 y 7 años)
Tras las emergencias reportadas en la noche del pasado miércoles por las intensas lluvias en el norte de la ciudad, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) dio a conocer las localidades y las horas en las que se espera que llueva este jueves, 7 de noviembre, en Bogotá. >>> Lea también: Siguen los trancones en la autopista Norte de Bogotá por inundaciones: movilidad, EN VIVODe acuerdo con el Ideam, durante horas de la mañana se espera nubosidad variable con intervalos cortos de sol y predominio de condiciones secas. Sin embargo, hacia el final de la mañana podrían presentarse lloviznas intermitentes en sectores del oriente y sur de la ciudad.Por otro lado, en las primeras horas de la tarde se pronostica cielo mayormente nublado con lluvias de variada intensidad y posibilidad de actividad eléctrica, concentradas en las zonas nororiental y suroriental de la ciudad.Posteriormente, las precipitaciones se desplazarán hacia el noroccidente, afectando localidades como Suba, Engativá y Fontibón. La temperatura máxima estimada será de 20 grados centígrados. Para las primeras horas de la noche, se anticipa un cielo nublado con algunas lluvias en el norte y oriente de la capital, principalmente en las localidades de Suba, Usaquén, Chapinero y Santa Fe. Luego, se espera el predominio de tiempo seco con nubosidad variable. >>> Puede leer: Videos de emergencia en autopista Norte de Bogotá por inundaciones: usaron canoas para rescatesMedidas por las inundaciones en Bogotá Las fuertes lluvias en el norte de Bogotá de este miércoles causaron varias inundaciones en las vías, sobre todo en la autopista Norte, donde los encharcamientos impidieron que muchos ciudadanos, especialmente de los colegios en la zona, pudieran retornar a la capital. Por lo menos, 2.350 personas quedaron atrapadas en la inundación y fueron evacuadas durante la noche en buses y otros vehículos. Hasta la medianoche, había estudiantes que continuaban en las instituciones educativas. El alcalde Carlos Fernando Galán en la madrugada de este jueves entrego un balance de la emergencia e indicó que el Cuerpo de Bomberos de Bogotá y la Policía Metropolitana visitaron varios puntos afectados por la inundación en la Autopista Norte."La mayoría de colegios ya fueron evacuados, pero algunos prefirieron permanecer hasta más tarde para evacuar de día. En cabeza del Idiger seguimos haciendo acompañamiento a todos los colegios de la zona", escribió el alcalde en su cuenta de X.Indicó, además, que este jueves operará un reversible para entrar a Bogotá por la autopista Norte y salir de la ciudad por la Carrera Séptima. Sin embargo, la recomendación es evitar tomar la Autopista Norte y, en lo posible, no salir ni entrar a Bogotá por el norte. Además, se recomienda estar atento a las alertas de la Secretaría de Movilidad en sus redes sociales.
La Policía Metropolitana de Bogotá, en la localidad de Engativá, capturó a tres delincuentes por el hurto de una camioneta de alta gama. Uno de los detenidos tenía brazalete electrónico del Inpec.>>> Vea más: Papá de niño que murió atropellado por lujosa camioneta en Bogotá envía mensaje a conductoraLos tres sujetos capturados fueron entregados a la Fiscalía General de la Nación y se les imputó los delitos de hurto calificado y agravado y tráfico, fabricación o porte ilegal de armas de fuego.Según las investigaciones, los hechos ocurrieron en jurisdicción del CAI Normandía luego de que la Policía fue alertada sobre el robo de la camioneta en esta localidad. Las autoridades llevaron a cabo un plan candado en esta zona de Bogotá y consiguieron interceptar el vehículo a la altura de la avenida Mutis.Además de capturar a los tres hampones, la Policía incautó dos armas de fuego y dos celulares de gama alta, los cuales habrían sido robados por estas personas. Lo que sorprendió a las autoridades fue que uno de los ladrones tenía un brazalete del Inpec y cumplía una condena con beneficio de casa por cárcel por los delitos de hurto agravado y calificado.Los capturado, la camioneta recuperada y los diferentes elementos incautados fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá.Durante el transcurso del 2024, en la localidad de Engativá se han recuperado 37 vehículos, según las autoridades. Además, gracias a diversas actividades preventivas de la Policía, se ha logrado una reducción del 14% en el hurto de automotores.¿Sirven los brazaletes del Inpec?Oscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, habló en Noticias Caracol en vivo sobre el uso de los brazaletes del Inpec y dijo que “llevamos 14 años denunciando la ineficacia, la precariedad y lo costoso de estos brazaletes electrónicos. En este momento hay 60.000 personas privadas de la libertad con detención o prisión domiciliaria y solo 6.000 son los que tienen este beneficio”.Robayo aseguró que los brazaletes del Inpec “son contratos al año de 70.000 millones de pesos que manejan algunas empresas. Se convierte en un monopolio. Unas empresas que se convierten en uniones temporales son las únicas que prestan estos servicios que no son eficaces para el cumplimiento de la pena. La detención domiciliaria es una medida de confianza que imparten los jueces a personas privadas de la libertad, pero los brazaletes no son efectivos, son costosos y no están cumpliendo con su función”.También mencionó que los contratos por los brazaletes “están enriqueciendo los bolsillos de empresas privadas cuestionadas como Artix o Prepacol, que se convierten en uniones temporales y ganan este tipo de licitaciones".Por último, Robayo reveló cómo algunos presos con el beneficio de casa por cárcel utilizan los brazaletes del Inpec para poder escapar: “Hemos visto en Colombia cómo los privados de la libertad le han puesto el brazalete a un gato, se lo ponen a un familiar o lo dañan a propósito. No es un buen dispositivo de seguridad y vale una cantidad de plata exagerada. Entonces, no es efectivo y eso hay que evaluarlo. Eso viene de fondo, del Congreso, y de todo el engranaje judicial que tiene en Colombia. Esto está enriqueciendo a empresas privadas, que nosotros hemos descubierto que han patrocinado campañas políticas de partidos políticos en Colombia”.>>> Le puede interesar: Ladrones de camioneta en Engativá le dispararon a la víctima: su pequeña hija lo vio todo