Un juez federal de Texas dictaminó este viernes que el programa de Acción Diferida para los inmigrantes Llegados en la Infancia (DACA) violó la ley estadounidense cuando se creó y prohibió conceder nuevos permisos bajo este marco.Un colombiano es el primer latino del programa DACA en ganar prestigiosa beca de OxfordEl juez de distrito en Texas Andrew Hanen se puso del lado de un grupo de un grupo de estados, liderados por Texas, que pidió el fin al programa DACA argumentando que fue creado ilegalmente en 2012 por el expresidente Barack Obama (2009-2017).La decisión llega casi siete meses después de que Hanen escuchase los argumentos de las partes en esta demanda encabezada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, contra el beneficio federal, que ampara actualmente a más de 650.000 jóvenes indocumentados y que estaba abierto a nuevos solicitantes.En su conclusión, Hanen dijo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) violó una ley administrativa con la creación de DACA y su operación continuada.El juez estuvo de acuerdo con una parte de las demandas de Texas, presentada en 2018, junto a otros ocho estados republicanos y negó las solicitudes de los defensores del programa, encabezados por el Fondo México Americano para la Educación y la Defensa Legal (MALDEF), que representa a los inmigrantes en este caso.En el escrito de 77 páginas, Hanen se refirió a una decisión tomada por él mismo en 2015 cuando falló en contra de un programa gemelo y que buscaba cobijar a los padres de los "soñadores", pero que nunca llegó a entrar en vigor por el fallo del juez texano.También citó el fallo del Tribunal Supremo de Justicia de 2018 sobre el programa, que echó abajo las acciones tomadas por el expresidente Donald Trump (2017-2021), por no seguir los mecanismos establecidos en la ley cuando interrumpió en 2017 DACA. Sin embargo, no valoró la legalidad del programa.A pesar de su fallo, Hanen dejó claro que su decisión no requiere que el Gobierno Joe Biden tome "ninguna acción de deportación o criminal en contra de los beneficiarios de DACA", y permitirá que se renueven los actuales amparos migratorios, que dan un permiso temporal de residencia y trabajo para sus beneficiarios.En opinión del juez, “no sería justo finalizar de repente un programa gubernamental que ha creado tan notable dependencia”.El desafío legal emprendido por Paxton fue apoyado por los estados de Alabama, Arkansas, Kansas, Luisiana, Misisipi, Nebraska, Carolina del Sur y Virginia Occidental
El juez federal de Nueva York Nicholas Garaufis ordenó al gobierno de Donald Trump que restaure en su totalidad el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, mejor conocido como DACA.Este otorga a jóvenes sin residencia legal permisos para trabajar o estudiar, renovables cada dos años.Entre las determinaciones se le pide al Departamento de Seguridad Nacional que anule la orden de reducir el tiempo de duración de dos a un año.El presidente Trump había cancelado el programa en septiembre de 2017, lo que dio inicio a una larga batalla judicial.Asociaciones que protegen los migrantes celebraron la decisión.AntecedentesTrump asumió la presidencia con la promesa de detener casi toda la inmigración y expulsar a las más de 10 millones de personas que se estima que viven en el país, muchas durante décadas, sin documentos legales.Por su parte, la administración Obama trató de abordar el problema en 2012, con el programa DACA, que ofrecía protección, incluido el permiso de trabajo, por períodos renovables de dos años a los inmigrantes que ingresaron ilegalmente en Estados Unidos cuando eran niños.El DACA y el aprobado posteriormente DAPA, Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales, fueron acciones ejecutivas de Obama para eliminar la amenaza constante de deportación de más de cuatro millones de inmigrantes indocumentados.Trump canceló el DAPA y después pretendió hacer lo mismo con el DACA, una decisión por la que tuvo que enfrentar una serie de batallas judiciales.Más sobre DACA:
Mientras el gobierno de ese país delibera sobre el futuro migratorio de jóvenes indocumentados, este empresario demuestra que son un grupo altamente productivo. Jorge Cortés llegó a sus 16 años a Estados Unidos y, aunque su mamá era residente permanente, quedó sin estatus legal. Ser indocumentado le puso varios tropiezos, pero lo impulsó a crear su propia empresa a los 19 años. Este ‘dreamer’, como son conocidas las personas que entraron a Estados Unidos siendo menores de edad y de manera ilegal, ayuda a emprendedores y contribuye a la economía estadounidense, 18 años después de su llegada. Fue a la universidad y estudió Negocios y Relaciones Internacionales, mientras seguía con su emprendimiento. En 2014, cuando el expresidente Barack Obama concedió protección a estos jóvenes mediante el programa DACA, gran parte de su vida cambió. Cortés, creó una empresa de aceleración de emprendimientos tecnológicos en la que como asesor en desarrollo de ecosistemas de tecnología, ayuda a que más emprendedores de Latinoamérica aprovechen oportunidades de crecimiento en Miami. Este colombiano, es consciente del aporte que como él hacen los cerca de 800.000 ‘dreamers’, por eso mandó un mensaje al presidente Trump: “Muchos han alcanzado un nivel académico muy avanzado, pues están haciendo investigación. Están generando empleo y están contribuyendo a la expansión económica”. De los cerca de 800 mil soñadores se estima que 7 mil son colombianos, pero si DACA termina, se agregarían a la lista de deportables.
Lo dijo el mismo día en que Corte Suprema empieza a escuchar testimonios a favor del DACA, que protege a jóvenes indocumentados de la deportación. “Muchas de las personas en DACA, que ya no son tan jóvenes, están lejos de ser ‘ángeles’. Algunos son criminales muy curtidos”, trinó el presidente de EE. UU., Donald Trump. Puso el mensaje pocas horas antes de que comenzara en el Supremo la vista para escuchar los argumentos a favor y en contra del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, establecido por su antecesor Barack Obama. El mandatario, no obstante, prometió un acuerdo con los demócratas del Congreso para que se queden en caso de que el máximo tribunal suspenda el programa. El Tribunal Supremo decidirá en los próximos meses si avala la decisión de Trump de acabar con este plan, decretado en junio de 2012 por el entonces presidente, Barack Obama (2009-2017), o si extiende su vigencia a favor de miles de inmigrantes que fueron traídos por sus padres siendo niños y que no cuentan con un visado. Datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés) indican que hasta marzo de 2017 unos 787.580 jóvenes indocumentados habían sido aceptados en este programa. Esa cifra se ubicó del 10 de enero de 2018 y el 30 de abril de 2019 en 425.760 beneficiarios. Según Trump, "el presidente Obama dijo no tener derecho legal a firmar el decreto (que aprobó DACA), pero igual lo hizo". "Si el Tribunal Supremo remedia esto anulándolo, habrá un trato con los demócratas para que (los amparados por DACA) se queden" en el país, añadió el presidente en su mensaje. Desde que anunció su candidatura presidencial en 2015, Trump se ha referido muchas veces a los inmigrantes como criminales, violadores, traficantes de drogas y miembros de pandillas. Una de sus promesas principales en la campaña electoral de 2016 fue la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México para impedir la entrada de indocumentados, y la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, que se calcula que ascienden a unos 12 millones de personas. Trump utilizó la misma frase de que "no son angelitos" para referirse a los kurdos en Siria que, luego de combatir junto con Estados Unidos contra el Estado Islámico, quedaron expuestos a una invasión turca cuando Washington retiró sus tropas de la región. Para acceder al programa DACA los inmigrantes deben cumplir con ciertos requisitos, incluido el haber llegado a EE. UU. antes de los 16 años de edad, haber vivido en el país desde al menos 2007 y haber obtenido un diploma de la escuela secundaria o haber servido en las Fuerzas Armadas.
Sucedió en un edificio de 22 pisos. Algunas personas fallecieron tras saltar desesperadamente al vacío para huir de las llamas. Socorristas, que inicialmente señalaron 19 víctimas, ya habían advertido que el balance podría aumentar rápidamente. Al menos seis personas murieron saltando por las ventanas para escapar al fuego y humo. El comisario de Daca, Asaduzzaman Mia, dijo a la prensa que otras 73 personas resultaron heridas y estaban siendo tratadas en hospitales de la ciudad que es capital de Bangladesh. Muchos pedían ayuda gritando ante la muchedumbre atónita en una de las calles del distrito comercial de Banani. Entretanto, algunas personas lograron deslizarse hacia abajo con un cable de televisión junto al edificio y otras utilizaron las cuerdas proporcionadas por helicópteros de los servicios de socorro. El mes pasado unas 70 personas murieron en otro incendio que destruyó varios edificios de viviendas en la parte vieja de Daca donde se guardaban ilegalmente productos químicos. Más de cien ambulancias estaban situadas cerca del edificio en llamas. Shoikot Rahman oyó a varios de sus colegas de trabajo dar la alarma poco antes de que el humo invadiera el edificio. "Cuando oí que había un incendio en el edificio, me fui corriendo hacia afuera", explicó. "Muchos de mis colegas todavía están atrapados en la oficina". Bomberos, con largas escaleras, rompieron ventanas para intentar crear vías de escape. Más de una hora después de que empezara el incendio, todavía se veía gente en la planta 13 y 14 pidiendo ayuda desesperadamente en medio de nubes de humo negro. Según las autoridades, seis hombres y mujeres murieron al llegar al hospital tras saltar al vacío. Entre las víctimas había un hombre de Sri Lanka cuyo cuerpo fue transportado al hospital militar Kurmitola. Dilkhosh Ahmed, de la clínica Banani, dijo otra de las víctimas intentó usar el cable de televisión para deslizarse pero que resbaló y cayó. "Los equipos entraron en el edificio y están revisando las plantas para buscar a posibles víctimas. El edificio no tiene material antiincendios", dijo a la prensa el teniente coronel Julfikar Rahman, del servicio de bomberos de Daca. Incendios y los derrumbes de edificios son frecuentes en Bangladés, un país muy pobre del sur de Asia de 160 millones de habitantes, donde muchas veces no se respetan las normas de seguridad.
Algunas personas no fallecieron a causa de las llamas, sino al lanzarse del piso 22 de la construcción “intentando escapar del fuego”. Los socorristas advirtieron que el balance podría aumentar rápidamente. Los bomberos seguían sacando cuerpos del edificio, inmerso en el humo y las flamas. Al menos seis personas murieron al lanzarse por las ventanas. El comisario de Daca, Asaduzzaman Mia, dijo a la prensa que otras 73 personas resultaron heridas y estaban siendo tratadas en hospitales de la ciudad. Muchas personas pedían ayuda gritando ante la muchedumbre atónita en una de las calles del distrito comercial de Banani. Algunos lograron deslizarse hacia abajo con un cable de televisión junto al edificio y otras utilizaron las cuerdas proporcionadas por helicópteros de los servicios de socorro. El mes pasado unas 70 personas murieron en otro incendio que destruyó varios edificios de viviendas en la parte vieja de Daca donde se guardaban ilegalmente productos químicos. Más de cien ambulancias estaban situadas cerca del edificio en llamas. Shoikot Rahman oyó a varios de sus colegas de trabajo dar la alarma poco antes de que el humo invadiera el edificio. "Cuando oí que había un incendio en el edificio, me fui corriendo hacia afuera", explicó a la AFP. "Muchos de mis colegas todavía están atrapados en la oficina". Los bomberos, con largas escaleras, rompieron ventanas para intentar crear vías de escape. Más de una hora después de que empezara el incendio, todavía se veía gente en la planta 13 y 14 pidiendo ayuda desesperadamente en medio de nubes de humo negro. Según las autoridades, seis hombres y mujeres murieron al llegar al hospital tras saltar al vacío. Entre las víctimas había un hombre de Sri Lanka cuyo cuerpo fue transportado al hospital militar Kurmitola. Dilkhosh Ahmed, de la clínica Banani, dijo otra de las víctimas intentó usar el cable de televisión para deslizarse pero que resbaló y cayó. "Los equipos entraron en el edificio y están revisando las plantas para buscar a posibles víctimas. El edificio no tiene material antincendios", dijo a la prensa el teniente coronel Julfikar Rahman, del servicio de bomberos de Daca. Los incendios y los derrumbes de edificios son frecuentes en Bangladés, un país muy pobre del sur de Asia de 160 millones de habitantes, donde muchas veces no se respetan las normas de seguridad.
El programa de protección a jóvenes inmigrantes de Estados Unidos se acaba. El presidente también amenazó con salirse del tratado de libre comercio con México. "¡NO MÁS ACUERDOS CON DACA! (sic)", dijo en Twitter el mandatario, quien ha empleado en la Casa Blanca las mismas tácticas de negociación que le hicieron famoso en el mundo inmobiliario. Ese comentario sobre DACA, de cuatro palabras y en mayúsculas, supone un giro en la postura del presidente, pues hasta ahora Trump había insistido en que quería una solución para los jóvenes indocumentados, conocidos como "soñadores", y había culpado a los demócratas del bloqueo de las negociaciones. Hoy, sin embargo, el mandatario urgió a sus correligionarios a usar la llamada "opción nuclear" para cambiar las leyes del Senado y aprobar una ley migratoria sin DACA. "Los republicanos deben usar la opción nuclear para aprobar leyes duras AHORA MISMO (sic)", subrayó Trump. La llamada "opción nuclear", que el líder de la mayoría en la Cámara Alta -en este caso, el republicano Mitch McConnell- puede convocar de manera discrecional, cambia las reglas del Senado, al requerir una aprobación solo por mayoría simple (51) y no de 60 votos. Así, esta excepción pone en peligro la capacidad del partido de la minoría para detener o bloquear el voto en casi cualquier materia, incluida la ley migratoria que los dos partidos llevan negociando durante meses en el Congreso sin haber alcanzado aún un acuerdo. Grupos de legisladores de los dos partidos presentaron en varias ocasiones a Trump propuestas para dar una solución a los "soñadores", pero el presidente no aceptó ninguna de ellas porque no contenían suficiente dinero para su muro con México o porque no acababan con el actual sistema de reagrupación familiar. El programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) fue proclamado en 2012 por el entonces presidente presidente, Barack Obama (2009-2017), pero Trump ordenó que expirara en marzo, una decisión que ha sido bloqueada temporalmente por los tribunales. El presidente está celebrando la Pascua en su club de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida), y hoy acudió junto a la primera dama, Melania, a una misa en la iglesia episcopal Bethesda-by-the-Sea. Preguntado sobre sus mensajes en Twitter, Trump consideró que los demócratas "tenían una gran oportunidad" para solucionar DACA, pero la estropearon y ahora el Gobierno deberá "echar un vistazo". "Tenían una gran oportunidad, los demócratas lo estropearon. Tenían una gran, gran oportunidad pero tendremos que echar un vistazo, porque México nos tiene que ayudar en la frontera. Ellos (los inmigrantes) pasan a través de México. Los envían a EE.UU. Ya no puede ser así", consideró. Trump insistió así en sus ataques a México, país al que amenazó hoy en Twitter con el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), también conocido como Nafta. "México está haciendo muy poco, si no NADA para evitar que la gente llegue a México a través de su frontera sur y, luego, a Estados Unidos. Se ríen de nuestras tontas leyes de inmigración. Tienen que acabar con la gran droga y el flujo de gente o voy a acabar con NAFTA. ¡NECESITAMOS UN MURO! (sic)", dijo Trump. La renegociación del TLCAN, en vigor desde 1994, fue impulsada por el Gobierno de Trump, quien durante las conversaciones ha usado un tono duro y ha amagado en varias ocasiones con salirse del pacto. Trump también criticó hoy una política conocida como "catch and release" (atrapar y liberar) y que su Gobierno sigue implementado, pese a que tiene discrecionalidad para acabar con ella. Esa política permite a los agentes fronterizos liberar a los inmigrantes que atrapan en la frontera con la idea de que, si no suponen un peligro para la seguridad de Estados Unidos, pueden permanecer en libertad mientras esperan a un juicio migratorio que examine su deportación. "Los agentes de la Patrulla Fronteriza no pueden hacer su trabajo adecuadamente en la frontera debido a las ridículas leyes liberales demócratas como 'catch and release'", consideró en Twitter. El mandatario, que tiene previsto volver hoy a Washington, ha pasado el fin de semana en compañía de Stephen Miller, uno de sus asesores más cercanos y considerado el artífice de sus propuestas más duras en materia migratoria.
Cumplido el plazo que dio Donald Trump para resolver la situación de 800.000 jóvenes, aún no se define el camino para convertirse en ciudadanos de ese país. Centenares de estos jóvenes, conocidos en español como los ‘soñadores’, marcharon hasta el Capitolio para exigir una reforma migratoria que les despeje el camino para obtener la ciudadanía. Por fortuna para ellos, la Corte Suprema de Estados Unidos negó una solicitud de la administración Trump de pronunciarse sobre el fallo que revivió el DACA, el programa que los protege de la deportación.
El presidente de EE. UU. resaltó sus logros económicos, insistió en la construcción del muro y se refirió a “las amenazas de Corea del Norte”. En su discurso sobre el estado de la Unión, Trump pidió "dejar de lado nuestras diferencias, buscar un terreno común, y construir la unidad que precisamos para ofrecerla a las personas que nos han elegido para ser sus servidores". El discurso marca el primer año de gobierno de Trump, que lo halla con nuevas bajas en su popularidad pese a los prometedores datos de la economía y a que presume de históricas victorias. "Comencemos esta noche reconociendo que el estado de nuestra unión es fuerte porque nuestro pueblo es fuerte", dijo Trump. "Y juntos, estamos construyendo un Estados Unidos seguro, fuerte y orgulloso", indicó. Anunció asimismo un ambicioso plan de inversiones por 1,5 billón de dólares para modernizar la decaída infraestructura del país, especialmente en el sector de transportes. "Vamos a construir brillantes rutas nuevas, puentes, autopistas, vías férreas y vías acuáticas en todo el país", dijo el mandatario. "Y lo haremos con un corazón estadounidense, manos estadounidenses, y el empeño estadounidense", añadió. Guantánamo Trump anunció, además, su decisión de mantener abierta la prisión en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, que su antecesor Barack Obama había intentado infructuosamente cerrar definitivamente. "Acabo de firmar una orden orientando al secretario (de Defensa, Jim) Mattis que reexamine nuestra política de detención militar y mantenga abierta las instalaciones de detención en Guantánamo", expresó Trump ante el Congreso. Esta prisión, inaugurada bajo la gestión del expreisdente Geortge W. Bush tras la invasión a Afganistán por tropas estadounidenses que siguió a los atentados del 11 de septiembre de 2001, ha albergado desde entonces a cientos de prisioneros. En sus comienzos, los internos, vestidos con uniformes naranjas, eran encerrados en celdas como jaulas rodeadas de alambradas, en condiciones denunciadas por organismos internacionales y de defensa de los derechos humanos. Esas instalaciones precarias fueron luego remplazadas por otras, pero las denuncias continuaron. Reforma migratoria Parte importante del discurso, sin embargo, se centró en la urgencia de aprobar una reforma migratoria, que permitiría también destrabar el diálogo político en el Congreso y permitir la aprobación del presupuesto federal. Trump defendió la propuesta lanzada la semana pasada por la Casa Blanca, que abre la puerta a la nacionalización de 1,8 millón de extranjeros en situación irregular al cabo de 12 años, pero que viene acompañada de rígidas medidas para contener la inmigración. El gobierno pide 25.000 millones de dólares para construir un muro en la frontera con México, refuerza drásticamente la vigilancia fronteriza, interrumpe la reunificación familiar, recorta el cupo de inmigrantes legales y suspende el sorteo de visas. "Es el momento de reformar esas obsoletas reglas migratorias y finalmente traer nuestro sistema migratorio al siglo XXI", dijo el mandatario. Fustigó por otra parte las "fronteras abiertas" que imperaron en el país, a las que achacó haber promovido la proliferación de drogas, armas y pandillas, en un fenómeno que costó la "pérdida de muchas vidas inocentes". "Por décadas, las fronteras abiertas permitieron que drogas y pandillas se derramaran sobre nuestras comunidades más vulnerables", aseveró. Venezuela, Cuba y Corea del Norte Trump alertó que países como China y Rusia amenazan los intereses, la economía y los "valores" estadounidenses, al tiempo que advirtió que Corea del Norte podría "muy pronto" amenazar territorio estadounidense con sus misiles nucleares. “Mi administración ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas de Cuba y Venezuela, pero ningún régimen ha reprimido totalmente y brutalmente a sus ciudadanos como la cruel dictadura de Corea del Norte”, aseguró. También sugirió que no está de humor como para acuerdos sin resultados. "La experiencia pasada nos ha enseñado que la complacencia y las concesiones solamente generan agresión y provocación", dijo. Para el presidente, "solamente es necesario contemplar el carácter depravado del régimen norcoreano para entender la naturaleza de la amenaza nuclear que representa para Estados Unidos". Reacciones Para la oposición demócrata, el discurso de Trump fue apenas un compilado de frases efectistas que escondió la realidad del país. El Senador Bernie Sanders -ex aspirante presidencial- dijo que es necesario "tratar seriamente la cuestión migratoria, pero eso no significa dividir familias y reducir la inmigración legal en 25% o 50%." Tradicional respuesta oficial del Partido Demócrata estuvo a cargo del joven legislador Joe Kennedy III, sobrino nieto del ex presidente John Kennedy, asesinado en 1963. Kennedy criticó un gobierno que parece haber declarado "una guerra abierta a la protección ambiental", y apuntó que "la administración no ataca apenas las leyes que nos protegen, sino la idea misma de que todos merecemos protección". Elizabeth Guzmán, una inmigrante peruana que actualmente es delegada demócrata en la legislatura de Virginia, formuló la respuesta de su partido destinada al electorado hispano. El gobierno de Trump, dijo, amenaza arrastrar al país "a un pasado vergonzoso, en el cual nuestro pueblo fue juzgado, no por la calidad de su carácter, sino por el color de su piel y por sus creencias religiosas". Reviva el discurso completo:
William Alsup ordenó "mantener el programa DACA a nivel nacional” bajo los mismos términos que tenía antes de ser suprimido el 5 de septiembre de 2017. El DACA otorga estatuto legal temporal a unos 690.000 jóvenes indocumentados, la mayoría latinoamericanos. Alsup, de San Francisco, aseguró en su resolución de 49 páginas que el argumento del Departamento de Justicia para eliminar este plan, apuntando que es ilegal, es "una premisa legal con fallos". A menos de que una corte de mayor rango anule la decisión del juez, los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) podrán renovar sus permisos. Este decreto, aprobado por el expresidente Barack Obama en 2012, protegía de ser deportados a miles de indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, los conocidos como dreamers (soñadores). Pero Donald Trump anunció en septiembre del año pasado su decisión de suprimir el programa, aunque dio seis meses de margen -hasta marzo- para que el Congreso encontrara una solución. Estrategia en dos etapas El mandatario presidió precisamente el martes un debate sobre el tema con legisladores, en el que sugirió una estrategia en dos etapas pero sin abandonar uno de los pilares de su campaña: el controvertido muro fronterizo con México. Trump dijo apostar primero por una ley que contemple la cuestión de los jóvenes sin papeles y la seguridad fronteriza, y luego lograr una reforma migratoria más amplia. "Debería ser una ley del amor", afirmó sobre la solución que confía dar a cientos de miles de jóvenes en riesgo de deportación. "Pero también tiene que ser una ley con la que podamos asegurar nuestra frontera", enfatizó durante un encuentro con una docena de congresistas oficialistas y opositores, inusualmente abierto a periodistas por una hora. El presidente se dijo incluso dispuesto a asumir el reto político de plantear un camino a la ciudadanía para unos 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en la sombra en Estados Unidos. Una "reforma migratoria integral (...) es adonde me gustaría llegar eventualmente", explicó el mandatario, aclarando que esto puede no estar tan lejos si se hace "la ley correcta" ahora. "Creo que se puede hacer muy rápidamente", afirmó, lamentando el grado de "animosidad y odio" entre demócratas y republicanos que marcó la vida política estadounidense durante muchos años. Le puede interesar: EE. UU. revoca protección temporaria para unos 200.000 salvadoreños |... "Muro" y "mérito" Pero la "solución permanente" para los dreamers tiene condiciones vinculadas a la seguridad. El presidente ha pedido durante mucho tiempo al Congreso fondos para levantar una barrera en el sur del país, con la que se propone detener la inmigración irregular y parar el tráfico de drogas. "Necesitamos un muro", señaló a los legisladores el martes sin detallar la magnitud de la obra, aunque señaló que ya existen obstáculos naturales, como montañas o ríos, que pueden aprovecharse. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, declaró en rueda de prensa que el mandatario no abandonó la idea, rechazada por México, de que ese país pague por la construcción. En la reunión con los legisladores, Trump pidió además el fin de lo que llama "inmigración en cadena" (reunificación familiar) y la abolición de la lotería anual de la "green card" o permiso de trabajo. "Me gustaría agregar la palabra 'mérito' a cualquier ley que se presente. Puedo decir que eso es lo que quieren los estadounidenses", dijo. "Congreso cómplice" Aunque Sanders garantizó que la reunión en la Casa Blanca había concluido a favor de una legislación que contemple "reformas que se necesitan de manera crítica", es incierto cómo se tramitará en el Congreso la solución para los "inDACAmentados". Los líderes republicanos quieren que sea una ley independiente, mientras hay demócratas que buscan adjuntarla al paquete sobre el gasto federal que debe aprobarse antes del 19 de enero para evitar el cierre del gobierno. El tema del DACA "no será parte de ningún acuerdo general del gasto", contó a periodistas el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, optimista sobre lograr un resultado antes de marzo. Sin embargo, afectados por el fin del DACA y defensores de los derechos migratorios llamaron el martes al Congreso a actuar lo antes posible. "Más de 15.000 personas, 850 por semana, han perdido su estatuto desde la derogación del DACA en septiembre. Sabemos que la urgencia es real porque estas son nuestras vidas", dijo Adrian Reyna, de la ONG United We Dream. "¡Hagan su trabajo!", instó a los congresistas Kica Matos, directora del Center for Community Change Action, en la misma conferencia de prensa. Los afectados por la decisión de la administración Trump de revocar en los últimos meses el Estatuto de Protección Temporaria (TPS, en inglés) a miles de centroamericanos y haitianos, que gracias a ese programa pudieron permanecer legalmente en Estados Unidos tras desastres naturales en su país, también exigieron al Congreso la pronta regularización de su situación migratoria. "El Congreso es cómplice de la imposibilidad de crear una residencia permanente", indicó en un comunicado la National TPS Alliance.