Temerosos y atónitos ante los hombres que vinieron a romper los cerrojos de sus celdas, decenas de presos salieron de la prisión siria de Sednaya después de años de infierno."¿Qué pasó?", preguntaban asombrados los presos."Eres libre, ¡sal! ¡Se acabó!", gritaba un hombre que los filmaba con su teléfono móvil."Bashar se acabó. Lo hemos aplastado", decía.La dramática liberación de la prisión de Sednaya se dio horas después de que los rebeldes tomaron la capital Damasco y obligaron al presidente Bashar al Asad a huir del país tras más de 13 años de guerra civil.(Lea también: Insurgentes encargan formar gobierno en Siria a Mohamed al Bashir).En el video se ve a decenas de hombres demacrados, algunos de los cuales están demasiado débiles para caminar y son cargados por sus compañeros.No se observan muebles en la celda salvo algunas mantas finas en el suelo. Las puertas están oxidadas y las paredes manchadas de humedad y suciedad.Búsqueda de celdas subterráneasEn otra ala del complejo, se abrieron las celdas femeninas. Frente a una de las puertas hay un niño extraviado que espera.Varias mujeres gritaban "tengo miedo", visiblemente aterrorizadas por lo vivido."Ha caído" Al Asad, les decían los hombres. "Ya pueden salir".Durante horas se dijo que la prisión contaba con varios niveles bajo tierra, y que un número desconocido de presos podría estar encerrado ahí, detrás de puertas selladas.Pero los Cascos Blancos, un grupo sirio de rescate, afirmaron no haber encontrado tales celdas ocultas. Desde el domingo, sus miembros estuvieron atareados derribando muros con mazos y barras de hierro, y utilizando sensores de audio y perros rastreadores."Los Cascos Blancos anuncian la conclusión de las operaciones de búsqueda de posibles prisioneros restantes en presuntas células y sótanos secretos", indicó la organización en un comunicado."La búsqueda no dio lugar al hallazgo de ningún área que estuviera oculta o sellada dentro de la instalación", añadieron los Cascos Blancos.(Lea también: Ciudadanos de Siria saquearon palacio de Bashar al-Assad: vea los lujosos carros que tenía)."Matadero humano"El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una oenegé que recopila información sobre la guerra, calculó en 2022 que más de 100.000 personas han muerto, muchas de ellas bajo tortura, en las cárceles de Al Asad desde el inicio de la guerra civil en 2011.Según la entidad, 30.000 estuvieron detenidas en Sednaya, de las cuales solo 6.000 fueron liberadas.Amnistía Internacional calificó la prisión como un "matadero humano", citando las miles de ejecuciones ocurridas en el sitio.Los presos liberados deambulan por las calles de Damasco, a unos 30 kilómetros de distancia. Desde lejos se los reconoce por las huellas del sufrimiento en su cuerpo: tullidos por las torturas, debilitados por la enfermedad y macilentos por el hambre.Algunos no pueden hablar, ni siquiera para decir su nombre o de dónde son oriundos.Muchos han estado en Sednaya desde el gobierno de Hafez al Asad, padre de Bashar, fallecido hace más de 20 años.Pocos de ellos saben a dónde ir.La búsqueda familiarTras la huida de Al Asad, centenas de sirios acudieron a la prisión en busca de sus seres queridos.Aida Taher, de 65 años, dijo que buscaba a su hermano, detenido en 2012."Corrí como loca" por llegar a la prisión, relató.En las afueras de la cárcel, las familias muestran fotografías en blanco y negro de hombres jóvenes.Algunos llevan fotos de manifestantes ondeando banderas de la "revolución" de 2011 en las provincias rebeldes.Preguntan si alguien los ha visto, si estaban en Sednaya o si los años de caos desde aquel alzamiento los dejaron sin vida."Hemos estado oprimidos por demasiado tiempo", declaró Aida Taher."Queremos que nuestros hijos vuelvan a casa", agregó.
Los insurgentes irrumpieron este domingo en la televisión oficial siria y anunciaron que han "liberado" la ciudad de Damasco, ha "caído el tirano Bachar al Asad" y han "liberado a todos los oprimidos de las prisiones del régimen".En un mensaje desde el plató de televisión, un hombre proclamó que "con la gracia de Dios, se liberó la ciudad de Damasco, y cayó el tirano Bachar al Asad y se liberaron todos los oprimidos de las prisiones del régimen", según el que es el primer comunicado de la Sala de Operaciones de Damasco de los insurgentes.(Lea también: Llegan del Líbano a Bogotá 105 colombianos en segundo vuelo humanitario)"La Sala de Operaciones de Damasco pide a los ciudadanos preservar las propiedades del país sirio libre", dijo el hombre no identificado, rodeado de otros ocho hombres vestidos de civiles."Que Siria viva libre para todos los sirios en todos sus segmentos", dijo en el minuto de aparición.Abu Mohamed al Jolani, líder islamista de la coalición insurgente que ha arrebatado a Al Asad la capital Damasco, ha proclamado hoy la victoria."Oh, mis hermanos revolucionarios rezad a Dios para agradecerle por la victoria que nos ha dado a través de vuestros brazos", aseguró en un comunicado.Los insurgentes declararon hoy Damasco "libre" del presidente Bachar al Asad tras doce días de ofensiva iniciada por una coalición liderada por el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante junto a otras facciones respaldadas por Turquía para derrotar al Gobierno sirio.Precisamente, el primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró este domingo que tiende su mano a "todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones".Los rebeldes dijeron poco después que las instituciones públicas en Siria permanecerán bajo la supervisión de Al Jalali hasta que sean "entregadas oficialmente"Gobierno de Líbano se pronuncia, tras caída del régimen de Al Asad en SiriaEl Gobierno de Líbano defendió este domingo la soberanía e integridad de Siria y el respeto a la voluntad del pueblo sirio, después de la caída esta madrugada del régimen de Bachar al Asad, quien se cree que ha huido del país después de que grupos rebeldes tomaran el control de la capital."El Ministerio libanés de Asuntos Exteriores y Emigrantes sigue con gran interés los acontecimientos actuales que tienen lugar en Siria y reafirma la importancia de preservar la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria y la no injerencia en sus asuntos internos", indicó un comunicado del Ministerio tras una reunión entre su titular, Abdullah Bu Habib, con el primer ministro libanés, Najib Mikati.El Gobierno libanés también subrayó su deseo de "construir las mejores relaciones con el Estado sirio y sus representantes, de manera que se preserven los intereses comunes de los dos países"; su respeto a la "voluntad del pueblo sirio", y la importancia de tener relaciones de "buena vecindad"."Del pueblo sirio depende únicamente la elección de sus representantes, su sistema político y configurar el futuro de su país por el bien de Siria", indicó el comunicado de Exteriores.El partido-milicia chií libanés Hizbulá, que acumula gran poder en Líbano pero ha quedado debilitado tras la guerra con Israel, era uno de los principales grupos aliados del derrocado régimen de Damasco, y ambos contaban a su vez con el apoyo de Irán.El régimen de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes, la mayoría islamistas, liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras apenas 12 días de ofensiva.Bachar al Asad huyó del país en un avión "especial" según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos y se desconoce su paradero, mientras que el Mando de Operaciones Militares de la coalición de grupos islamistas y proturcos responsable de su caída proclamaba Damasco "libre del tirano Bashar al Asad".Quién es Bashar Al Asad y cuánto tiempo duró en el poder, en SiriaAl Asad (Damasco, 1965) estudió Medicina y se especializó en oftalmología en la capital siria, donde al acabar sus estudios ejerció como médico militar por un tiempo. El joven, al que no se le atribuían aspiraciones políticas, se marchó luego a Londres para continuar con su formación profesional.Sin embargo, dos años más tarde, en 1994, una fortuita tragedia familiar cambiaría el curso de su vida para siempre: el accidente de tráfico que acabó con la vida de su hermano Basel, el hijo mayor y presumible heredero en el poder del entonces presidente sirio, Hafez al Asad.Bachar fue llamado a Siria por su padre y se embarcó en un lustro de preparación para eventualmente tomar la batuta del país, al igual que había hecho el primogénito los años previos a su muerte, ganando experiencia en las filas castrenses y peso en la vida pública.El momento llegó en 2000 cuando Hafez al Asad falleció tras casi tres décadas en el poder, al que había accedido por un golpe de Estado.Si bien no era el elegido inicialmente para heredar de su padre, tras obtenerlo se aferró a él con uñas y dientes, silenciando a sus adversarios, aplacando revueltas multitudinarias y sobreviviendo a más de diez años de guerra civil.Enseguida se enmendó la Constitución para que Bachar, entonces de 34 años, cumpliese con los requisitos de edad -mínimo 40 años- y se celebró un referéndum que respaldó su ascenso a la jefatura de Estado.Después de cuatro décadas de gobiernos del Partido Baaz, casi todos encabezados por su progenitor, Al Asad fue visto inicialmente como una esperanza para el cambio y un probable instigador de reformas democráticas y aperturistas.Esperanza truncadaSin embargo, pronto llegaron las campañas de arrestos de activistas y opositores, y, una década más tarde, la brutal represión de las protestas que estallaron en Siria en contra de su Gobierno en el marco de la "Primavera Árabe".Resistió la presión de las calles y fue uno de los pocos dirigentes que continuaron en el poder desde las revueltas que estallaron en 2011 y tumbaron a los gobiernos de varios países de Oriente Medio y el Norte de África, si bien a costa de una guerra civil y la liquidación en la práctica de la unidad siria.Su superviviencia desde 2016 quedó en manos de sus aliados rusos y de las milicias chiíes iraníes, libanesas e iraquíes que le permitieron recuperar territorio de los insurgentes, a costa de una devastación brutal de las ciudades y territorios que se habían rebelado.Formalmente, ocupó el poder durante con unas abultadas "victorias" electorales, como en los últimos comicios de 2021, donde logró hacerse con un 95 % de los votos.Sin embargo su mandato se enfrentó a un creciente descontento popular por la grave crisis económica y la escasez de productos básicos, que ha llevado a la inmensa mayoría de la población a sufrir inseguridad alimentaria y a vivir por debajo del umbral de la pobreza.A ello se suman 14 millones de desplazados internos y refugiados a otros países, la mayoría de ellos en Oriente Medio, y todo un proceso de reconstrucción por delante, algo que se planteaba como casi imposible ante el aislamiento internacional al Gobierno de Al Asad y las múltiples sanciones internacionales impuestas por Occidente.En cuanto sus aliados principales quedaron envueltos en problemas más agudos que el sirio (Ucrania y Líbano, fundamentalmente), sus debilidades quedaron expuestas y, en último lugar, abrieron el paso a su caída.
Al menos 73 personas han muerto y otras 20 han sido rescatadas con vida después de que una barcaza con más de un centenar de inmigrantes a bordo se hundiera el jueves frente a las costas de Tartús, en Siria, informó el Ministerio de Salud sirio.Aterrador: camión cayó desde un puente vehicular y terminó en medio de la carreteraEn un comunicado reproducido por la agencia de noticias oficial siria SANA, el departamento indicó que el recuento de víctimas es todavía preliminar y que los rescatados están recibiendo tratamiento en el hospital Al Basel de Tartús.Por su parte, el ministro de Transporte libanés, Ali Hamie, dijo a Efe que "de acuerdo con algunos de los supervivientes, la barcaza llevaba a más de cien personas, y muchas de las víctimas no llevaban ningún tipo de documentación encima".Asimismo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que la mayoría de las víctimas eran de nacionalidad siria, libanesa y palestina, y estimó que el número de personas que siguen desaparecidas es de al menos 70, según un comunicado.Algunos de los supervivientes confirmaron a la ONG que la barcaza, que zarpó de la localidad libanesa de Trípoli, transportaba a más de 150 personas que tenían la intención de llegar a Italia, Chipre u otros países europeos.La ONG, con sede en el Reino Unido pero con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, dijo que "muchos de los sirios que murieron en el mar vendieron todas sus propiedades en Siria con el sueño de llegar a Europa, puesto que estaban muy afectados por la crisis en el Líbano".Casi el 80 % de los libaneses viven por debajo del umbral de la pobreza, mientras que cerca del 90 % de la comunidad refugiada siria en el país sufren pobreza extrema y buena parte de ellos están afectados además por la inseguridad alimentaria, de acuerdo con datos de la ONU.Desde 2020, cuando se agravó la crisis económica desatada en el Líbano un año antes, se ha disparado la salida de embarcaciones ilegales que tratan de llegar a Chipre con el objetivo de alcanzar posteriormente otros países europeos.Dramático video de colombiano en selva del Darién es lo último que se sabe de él: ¿qué le pasó?Según la ONU, aquel año partieron al menos 38 barcos con más de 1.500 pasajeros, más del 75 % de los cuales fueron interceptados por las autoridades o devueltos a tierra.
Este lunes se cumplen 10 años de guerra en Siria. Según el observatorio sirio de derechos humanos, el costo humano del conflicto ha sido de 400.000 muertos.La mayoría de estos ciudadanos, entre los que se cuentan miles de niños, perecieron en acciones de las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al-Ásad, la primera causa de los decesos seguida de las operaciones de las facciones opositoras, de la aviación rusa y, por último, de la turca.Justo cuando se cumple una década de la cruenta guerra se reportó un ataque con misiles en el norte del país donde varios civiles resultaron heridos.
El gobierno israelí atiende la crisis humanitaria, pero teme verse involucrado en el conflicto. Prevé que en poco tiempo puedan colapsar sus hospitales.
Quieren asegurarse de que los representa a ellos y su lucha. La descoordinación de los opositores parece ser el obstáculo para derrocar a Al Asad. Exclusivo.
Tras descartarse una intervención militar, la oposición dice que replanteará sus estrategias para seguir combatiendo a Bashar al Asad.
Algunos, dentro de su inocencia, escapan de las balas divirtiéndose en los pocos espacios que les quedan, otros crecen con las cicatrices del conflicto.
Voluntarios preparan, de manera artesanal y clandestina, máscaras para protegerse de los gases, pues no confían en el régimen. Exclusivo Caracol.
Pablo Herrera recorrió Khan Al Assal, un suburbio de Damasco donde hoy solo hay dolor y desolación. Informe especial.