Un violento hecho ocurrió en plena vía pública de Bucaramanga, Santander, el pasado 7 de enero de 2025. Un hombre persiguió a su expareja por las calles empuñando un cuchillo con el que buscaba asesinarla.La víctima de este feminicidio fue identificada como Rosa Ofelina Malagón Aguillón. La mujer había sido violentada en múltiples ocasiones por su esposo, razón por la que después de varios años decidió separarse de él.De acuerdo con el diario El Universal, a tan solo 14 días de haber tomado esta decisión, el hombre decidió atacarla para acabar con su vida. Testigos de lo sucedido indicaron que la mujer corrió desesperadamente por el barrio La Victoria pidiendo ayuda, mientras detrás de ella iba su expareja con un cuchillo en la mano.Frente a la mirada atónita de los transeúntes y vecinos del sector, el señalado feminicida atacó a su expareja de 61 años con el cuchillo que empuñaba, ocasionándole por lo menos 10 heridas en el cuerpo.Medios locales señalaron que, en medio de la violenta agresión, un motociclista que pasaba por el sector intervino para intentar salvaguardar la vida de la mujer. El sujeto se bajó de su vehículo y con el casco que llevaba puesto golpeó al agresor para evitar que continuara hiriendo a Rosa Ofelia.Sin embargo, su acción no impidió que las graves lesiones de la mujer le ocasionaran la muerte. Tras lo sucedido, la trasladaron de urgencia a un centro médico de la zona, pero no fue posible salvar su vida, por las heridas que tenía finalmente falleció.Los testigos y vecinos del lugar que presenciaron el violento ataque no se quedaron con las manos cruzadas y decidieron tomar justicia por mano propia. El presunto agresor recibió una golpiza de parte de la comunidad y, si no es por la intervención de uniformados de la Policía Nacional, se hubiese producido una segunda tragedia en el sector.Las autoridades capturaron al señalado feminicida de 74 años y lo trasladaron al Hospital Universitario de Santander, para atender las heridas que le fueron causadas por la comunidad. Al hombre le será imputado el delito de feminicidio agravado.La víctima del feminicidio en Bucaramanga había sufrido de violenciaDe acuerdo con las declaraciones de las autoridades citadas por el mencionado medio, Rosa Malagón “venía siendo víctima de violencia doméstica y física. Agotada de esa vida, había decidido separarse del señor Jorge Gutiérrez para el mes de diciembre de 2024. Los hechos se generan por la negativa de la víctima en continuar con la relación”, indicaron.Aunque la mujer había decidido separarse de su esposo, tenía miedo de las represalias que este pudiera tomar en su contra. Por esto, la víctima le había pedido a su hija que estuviera pendiente porque su papá podría agredirla nuevamente tras la ruptura de la relación.Sin embargo, el día de su muerte, ella se encontraba trabajando como aseadora en una casa de familia en el barrio La Victoria, cuando el señalado feminicida la acorraló y ni su hija pudo hacer algo para salvarle la vida.La Alcaldía de Bucaramanga, por su parte, rechazó este violento asesinato y aseguró que es el primer feminicidio en lo que va corrido de 2025.“Hemos estado atentos a los familiares, activamos la ruta con la Policía, Fiscalía, Gobernación de Santander y demás entidades para la atención inmediata. Prendemos las alarmas para reforzar las acciones de prevención y atención, pues hechos como este no pueden seguir ocurriendo en Bucaramanga”, acotó la directora del Programa de Mujer y Equidad de Género, Angie Cuadros, citada por el diario El Universal.
El 25 de julio de 2018, el atroz crimen de Brenda Pájaro, una mujer de 44 años, alertó a las autoridades y develó un oscuro secreto detrás su asesinato en Barranquilla. El Rastro conoció el caso en marzo de 2024 y reveló un macabro hallazgo detrás de un feminicida en la capital del Atlántico. ¿Qué pasó con Brenda Pájaro?Pájaro era madre cabeza de familia de cuatro hijos. Gisela Durán, la mayor, y Linda Durán, fruto de otra relación amorosa. Su tercera hija nació con una discapacidad llamada parálisis cerebral espástica y también tuvo un cuarto hijo. Ella hacía lo necesario para sacar adelante a su familia.(Lea también: Mujer y su hija planearon crimen de colombiano en España: ambas tenían una relación con él)Lo ocurrido la noche del 25 de julio cambiaría por completo el rumbo de la vida de esta familia. Brenda se dedicaba a la confección y estaba realizando un curso para hacer muñecos de Navidad. Su trabajo era muy solicitado.El día de los hechos, Brenda salió a entregar un pedido en el centro de rehabilitación donde llevaba todos los días a su hija con discapacidad. Antes de salir, se tomó una fotografía con la camiseta de Colombia, ya que era el Mundial de Rusia y la selección estaba compitiendo.Entregó con éxito su pedido y se encontró con su amiga Ana Lucía, quien también llevaba a su hijo a ese lugar. “Nos sentamos, fuimos a merendar y después salimos a hablar, se despidió y me dijo que iba a ir hacer unas diligencias”, reveló la mujer. Desde entonces, la Brenda Pájaro salió con rumbo desconocido y hasta las 11 de la noche ninguna de sus hijas había podido comunicarse con ella. “Empezamos a llamar a todo el mundo, familia, amigos, preguntando sí habían hablado con ella”, mencionó Gisela Durán.Familiares y amigos de Brenda Pájaro empezaron a repartir volantes un día después de su desaparición. No obstante, comenzaron a recibir información errónea sobre el paradero de su madre. “Decían que la habían visto con alguien, en algún parque, no sabíamos en realidad que creer”, reveló su hija Linda Durán.Transcurrieron tres días sin ninguna noticia sobre Brenda Pájaro. Tras interponer la denuncia por desaparición, las autoridades iniciaron una incansable búsqueda para dar con el paradero de la mujer.(Lea también: Responsable de feminicidio en Boyacá quedó al descubierto por testimonio de hijas de la víctima)Un macabro hallazgo“La primera hipótesis que teníamos fue de abuso sexual, para esa época se habían presentado varios casos similares, donde las mujeres eran desaparecidas y, posteriormente, eran encontradas en estado de inconsciencia por escopolamina”, afirmó el subintendente Óscar Ojeda, quien quedó a cargo del caso, a El Rastro.Gisela revisó el correo electrónico de su madre, que estaba enlazado con su celular, y allí pudo descubrir cuál había sido la última ubicación de Brenda Pájaro. Por ello, la Policía inició su búsqueda en el sector de Miramar, al norte de Barranquilla.“Fue un proceso bastante complicado y difícil porque en ese momento todos tuvimos la esperanza de volverla a ver con vida. Ese brillito de que la íbamos a encontrar con vida se nos apagó el día que nos dijeron que encontraron una mujer en un monte”, comentó Linda Durán.El 28 de agosto de ese año, los investigadores, junto a los agentes de la Policía, encontraron el cuerpo sin vida de una mujer en una zona boscosa de la capital del Atlántico. La víctima fue encontrada semidesnuda y en un avanzado estado de descomposición.Medicina Legal determinó que la causa de muerte fue un golpe en la cabeza con un objeto contundente. Además, presentaba una herida en el cuello causada por un arma cortopunzante y signos de fractura en los dedos.(Lea también: La desaparición de una niña de doce años destapó la cruel traición de su propia familia)Así cayó el feminicidaPor medio de las cámaras de seguridad se determinó la ubicación de la víctima. En una de ellas, se ve a Brenda movilizándose en una camioneta con un hombre cuya identidad se desconoce. Luego, sale del vehículo y camina junto al sujeto. Tras una hora, se vuelve a ver al hombre caminando de vuelta solo.Gisela, hija de Brenda Pájaro, brindó una información importante sobre el dueño de esa camioneta. La mujer señaló a Tomás Manuel Maldonado Cera, quien había sido trabajador del centro de rehabilitación en 2016. No obstante, el sujeto seguía en contacto con Brenda.Al parecer, el presunto feminicida formaba parte de una secta satánica en la que realizaba rituales en diferentes sectores de la ciudad. Según las autoridades, el sujeto era conocido como 'El Satánico'. Además, el rastreo de la ubicación del celular de Tomás Maldonado también se encontraba a la misma hora y lugar donde estaba Brenda Pájaro el día de su desaparición.El 18 de febrero de 2019, las autoridades capturaron al hombre en su lugar de residencia por feminicidio agravado y acceso carnal violento. El juicio tuvo varios aplazamientos, hasta que, en agosto de 2023, el juzgado emitió su fallo.Fue condenado a 46 años de prisión por el atroz crimen de Brenda Pájaro. Según la Fiscalía, el sujeto ya tenía al menos ocho casos de feminicidio, además de otros seis que se encuentran en etapa de investigación. Las autoridades esclarecieron que las víctimas tenían un mismo perfil: madres cabeza de hogar mayores de 40 años.
El guatemalteco acusado de quemar viva a una mujer en un vagón del metro de Nueva York tuvo este martes su primera aparición en la corte, donde se reveló que admitió a la Policía que había “bebido mucho” y no recordaba nada del incidente.Sebastian Zapeta, de 33 años, enfrenta cargos de homicidio en primer y segundo grado, y uno más por provocar un incendio, tras supuestamente prender fuego a la mujer en el tren de la línea F en una estación de Brooklyn.(Lea también: ¿Quién es el guatemalteco señalado de quemar a mujer en metro de Nueva York?)Zapaeta le prendió fuego con un encendedor a la víctima que estaba durmiendo y continuó "avivando las llamas con una camisa", según información citada por NBC sobre las declaraciones hechas por la Fiscalía en la audiencia.El guatemalteco le habría dicho a la Policía que bebió “mucho licor" y "no sabe lo que pasó", precisó el ente acusador de acuerdo a la televisora.Los testigos dijeron que el hombre se quedó mirando a la mujer mientras el fuego la consumía.La víctima que sigue sin ser identificada murió por quemaduras e inhalación de humo, según determinó el médico forense.Se cree que Zapaeta no conocía a la víctima ni había interactuado con ella.El guatemalteco, que se encontraba de forma indocumentada en Estados Unidos había sido deportado en 2018 y regresó después al país en una fecha desconocida y actualmente vivía en un refugio.Zapaeta permanecerá detenido sin derecho a fianza y deberá presentarse nuevamente en corte el próximo viernes.¿Qué hará Donald Trump con la migración en Estados Unidos?El crimen se produce en un momento en que la inmigración indocumentada, especialmente la procedente de Latinoamérica, está siendo utilizada políticamente por el presidente electo, Donald Trump, que ha prometido que una de las primeras medidas cuando asuma el poder en enero será llevar a cabo la mayor deportación de la historia.(Lea también: Luigi Mangione, señalado de asesinar al CEO de UnitedHealthcare en EE. UU., se declaró no culpable)
Luego de que se capturaran a los presuntos responsables del asesinato de la conductora de aplicación Natalia Loaiza Orozco, de 29 años, en Medellín, la empresa inDrive se pronunció al respecto. El martes pasado, a Natalia le solicitaron un servicio en la capital antioqueña y, horas después, en la madrugada del 18 de diciembre, apareció muerta en un paraje de la vereda El Noral, en Copacabana. (Lea también: Placas gemeleadas: así cayeron sospechosos del crimen de Natalia Loaiza, conductora de aplicación).Su cuerpo estaba amarrado de pies y manos y con signos de tortura, confirmaron las autoridades. Fue hallado en la entrada de una finca, después de que personas que pasaban por el lugar se percataron de su presencia y alertaron a la Policía.Según las autoridades, horas después fueron capturados dos hombres, quienes serían los responsables del crimen. Los dos viajaban en el vehículo que le robaron a la joven y al cual le pusieron la placa de otro carro, también hurtado.La detención de los dos hombres -uno de 34 años de edad, de nacionalidad colombiana, y el otro de 26, de Venezuela- se logró luego de que la Policía de la capital antioqueña adelantó un trabajo conjunto con el CTI de la Fiscalía. Se pronuncia inDrive sobre la muerte de Natalia LoaizaLuego de que se conoció el caso, los representantes en el país de inDrive, la aplicación en la que trabajaba la joven conductora, hablaron con el periódico El Tiempo sobre el caso. Esta plataforma se ha popularizado en el país durante los últimos años, ya que permite negociar el precio de las carreras con el conductor. “En cuanto tuvimos conocimiento del caso, nuestro equipo de Soporte inició el protocolo interno de investigación y ha intentado comunicarse con la familia de la afectada”, indicó al periódico Christiam Alfonso, gerente de seguridad de la empresa en Latinoamérica.Aseguró que hasta ahora no han podido confirmar si el asesinato de la conductora se presentó en medio de un viaje pactado a través de este aplicativo, y añadió que: “Para aclarar los sucesos estamos en contacto cercano con las autoridades pertinentes para colaborar con toda la información pertinente que ayude a aclarar los hechos”.Alfonso añadió que están reforzando las medidas de seguridad para que hechos "tan lamentables" como el ocurrido con Natalia Loaiza Orozco no se repitan. “En inDrive entendemos que cada viaje representa una vida y una familia. (...) La seguridad es un esfuerzo colectivo que requiere del compromiso de plataformas, conductores, pasajeros y entes gubernamentales”. Así cayeron los sospechososEl comandante de la Policía de Medellín, el general William Castaño Ramos, informó que los dos delincuentes fueron capturados en el barrio La Asunción, de Copacabana, en horas de la tarde del miércoles, luego de que policías interceptaron el Ford Fiesta color vinotinto -reportado como el vehículo de Loaiza-, el cual llevaba otras placas, las de un vehículo reportado como robado a mediados de este año.(Lea también: La exmodelo Ingrid Karina dejó el centro de rehabilitación, según su hijo: "Me pueden ayudar").En la diligencia, los policías se percataron de que las características del vehículo no correspondían a las consignadas en el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), así pudieron establecer el cambiazo de las placas.Además, los dos señalados, según se conoció, tienen antecedentes penales: ambos son investigados tras ser captados en un video de otro hurto en San Antonio de Prado, el cual se hizo viral en redes sociales porque uno de los delincuentes no tiene una de sus extremidades. En el caso del hombre colombiano, el general Castaño afirmó que "tiene antecedentes por tráfico de estupefacientes, uso de documento falso y daño en bien ajeno".
La Policía de Medellín capturó en la tarde de este miércoles a dos hombres que se movilizaban en el carro de Natalia Loaiza Orozco, de 29 años, la conductora de aplicación que fue asesinada. Según las autoridades, estos dos hombres serían los responsables del crimen. Los dos viajaban en el vehículo que le robaron a la joven y al cual le pusieron la placa de otro carro, también hurtado.La detención de los dos hombres -uno de 34 años de edad, de nacionalidad colombiana, y el otro de 26, de Venezuela- se logró luego de que la Policía de la capital antioqueña adelantó un trabajo conjunto con el CTI de la Fiscalía para esclarecer los hechos del crimen, que conmocionó a Medellín.Lea también: Natalia Loaiza Orozco, conductora de aplicación asesinada tras recoger servicio en MedellínAsí cayeron los sospechososEl comandante de la Policía de Medellín, el general William Castaño Ramos, informó que los dos delincuentes fueron capturados en el barrio La Asunción, de Copacabana, en horas de la tarde del miércoles, luego de que policías interceptaron el Ford Fiesta color vinotinto -reportado como el vehículo de Loaiza-, el cual llevaba otras placas, las de un vehículo reportado como robado a mediados de este año. En la diligencia, los policías se percataron de que las características del vehículo no correspondían a las consignadas en el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), así pudieron establecer el cambiazo de las placas.Las autoridades pudieron establecer que al carro de la joven conductora los delincuentes le pusieron las placas MLX423, que corresponden a un Mitsubishi Campero color verde arrecife, el cual fue robado en junio del año pasado en Medellín. De este carro se había perdido rastro hasta este miércoles, cuando las autoridades encontraron las placas en el carro de Natalia Loaiza Orozco, reemplazando las originales, que eran MUN068, en un método usado por delincuentes conocido como "gemelear" las placas.Lea también: en medio de una fiesta en Medellín tres personas murieron, otra resultó heridaAdemás, los dos señalados, según se conoció, tienen antecedentes penales: ambos son investigados tras ser captados en un video de otro hurto en San Antonio de Prado, el cual se hizo viral en redes sociales porque uno de los delincuentes no tiene una de sus extremidades. En el caso del hombre colombiano, el general Castaño afirmó que "tiene antecedentes por tráfico de estupefacientes, uso de documento falso y daño en bien ajeno".En ese sentido, los dos hombres están siendo procesos, en principio, por el delito de falsedad marcaria por cuenta de la placa que llevaba el vehículo. Pero, de manera paralela, se llevará a cabo una investigación sobre su responsabilidad en el asesinato de la joven antioqueña, quien usaba su carro para trabajar como conductora en Medellín a través de aplicaciones para contratar servicios de movilidad de carros particulares.Lo que se sabe del crimenEl caso se registró este martes en la noche, cuando a Natalia le solicitaron un servicio en la capital antioqueña y, horas después, apareció muerta en un paraje de la vereda El Noral, en Copacabana. Su cuerpo estaba amarrado de pies y manos y con signos de tortura, confirmaron autoridades. El cuerpo sin vida fue hallado en la madrugada del miércoles 18 de diciembre, en la entrada de una finca, después de que personas que pasaban por el lugar se percataron de su presencia y alertaran a la Policía. Según precisan medios locales, Natalia Loaiza Orozco fue vista por última vez a las 2:00 de la mañana de este miércoles, pasando con su vehículo por la glorieta de Solla, en dirección hacia el norte.Lea también: hallan cuerpo de hombre en el río Medellín, tenía heridas de arma cortopunzanteFuentes cercanas al caso afirman que a Natalia Loaiza Orozco -una mujer casada, mamá de dos hijos y residente en Sabaneta- la habrían golpeado en repetidas ocasiones y al parecer la asfixiaron hasta quitarle la vida. Esto último tendrá que determinarlo la necropsia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de la cual aún no se conocen detalles. Con este caso ya son 12 los conductores de aplicación asesinados desde noviembre del año pasado en el Valle de Aburrá, seis en lo corrido de 2024. Otra de las más reciente víctimas fue Jorge Mario Suárez Duque, de 46 años, quien apareció sin vida en Bello el domingo 15 de noviembre.
El 29 de mayo de 2009, el atroz crimen de la abogada Lía Patricia Nasser Gaviria conmocionó a los habitantes de Sincelejo. Con tan solo 26 años, Lía tenía un futuro prometedor. Las autoridades iniciaron una intensa búsqueda para encontrar su paradero. El Rastro conoció el caso en 2017.Lo último que supieron los familiares de Lía Nasser es que, el día de su desaparición, ella salió de su lugar de trabajo, donde estaba terminando su práctica universitaria. Desde entonces, no volvió a contestar su celular ni se comunicó con su familia.(Lea también: Relato de niña revela crudo secreto familiar tras la desaparición de su madre en Buenaventura)Lía Nasser era una mujer alegre y optimista. Se casó muy joven con Juan Pablo Villalobos, con quien tuvo una hija, pero la relación no prosperó. Por ello, decidió enfocarse en sacar su carrera profesional adelante, con el fin de darle un buen futuro a su pequeña.Después de un tiempo, Lía decidió darse otra oportunidad en el amor cuando conoció al médico cirujano Javier González. La química entre ambos hizo que rápidamente él se convirtiera en su confidente. Sin embargo, una exnovia de Javier estaba causando serios problemas en su relación.Finalmente, Lía Nasser decidió terminar la relación. Priorizó su vida y el bienestar de su hija, por lo que deseaba culminar su carrera profesional y salir de su natal Sincelejo.(Lea también: Muerte de joven de 16 años en Medellín develó cruda verdad sobre su padrino, señalado de pedofilia)¿Qué pasó con Lía Nasser?El día de su desaparición, Lía Nasser le comentó a su padre que iba a reunirse con un compañero de universidad.Ella salió a las 7 de la mañana hacia su trabajo de práctica en el Palacio de Justicia. Dos horas después, su padre intentó comunicarse con ella, pero no obtuvo respuesta.En medio de la angustia, sus familiares alertaron a las autoridades. Según ellos, no era normal que Lía no contestara las llamadas telefónicas ni avisara sobre su paradero.La investigación reveló las grabaciones de las cámaras de seguridad del lugar de trabajo de Lía. Gracias a ellas, pudieron identificar al amigo con quien ella estaba.El joven fue identificado como Eduardo De La Ossa Contreras, de 24 años. Era compañero de estudio de Lía Nasser y considerado uno de los estudiantes más aplicados de la universidad.Tras la ardua búsqueda, Eduardo le comentó a la familia de Lía que había ido con ella en su moto a recoger un resumen de examen que le prometió entregarle. Según él, Lía se bajó de la moto y no volvió a saber de ella. Eduardo insistió en que volvió al juzgado a buscar a Lía a las 11 de la mañana, pero no la encontró.El investigador del CTI, Wilson Mantilla, aseguró que hubo dos principales sospechosos por la desaparición de Lía: su compañero de clase Eduardo De La Ossa y su expareja Javier González, con quien había tenido problemas debido a la exnovia de él.(Lea también: Reclusas contaron escalofriantes detalles de crimen de agricultor en Cauca: “Me estaba chantajeando”)Testimonio clave en la investigaciónAl día siguiente de la desaparición de Lía, una misteriosa mujer apareció en la sede de la Fiscalía para brindar una declaración sobre Eduardo De La Ossa. Luz Estella Romero afirmó ser empleada doméstica en la casa del sospechoso.La mujer reveló que el día de los hechos Eduardo había entrado a la casa con una amiga. Diez minutos después, él salió del cuarto y le dijo a ella que fuera a comprar una gaseosa. Cuando regresó, lo vio en la moto con un balde azul entre las piernas, pero sin ningún acompañante.“A la muchacha no la vi salir, entonces yo pensé que ella seguía en el cuarto. Cuando entré a la habitación, no vi a nadie. Lo que vi fue la cama sin cobijas y el colchón con sangre”, relató Luz Estella Romero y añadió que Eduardo llegó a la casa tres horas después para lavar el balde.Luego de su declaración, las autoridades solicitaron el allanamiento de la vivienda. Se encontraron los rastros de sangre, cabello, martillo y el balde que había usado Eduardo.El cuerpo sin vida de Lía Nasser fue encontrado a 150 metros de su casa en una zona boscosa. Medicina Legal reveló que la joven murió por asfixia mecánica y encontraron varios golpes y laceraciones en su espalda provocadas por un objeto contundente.La Fiscalía ordenó la captura de Eduardo De La Ossa por el delito de homicidio agravado y aceptó los cargos. En primera instancia fue condenado a 29 años de prisión por el homicidio, desaparición forzada y ocultamiento de pruebas.Tras la apelación, su condena fue reducida tres años y lo absolvió del delito de desaparición forzada. Aunque cumple su condena en la cárcel máxima de seguridad de Valledupar, los familiares de la víctima aseguraron que el sujeto goza de permisos de hasta 72 horas en libertad.Reviva la investigación de El Rastro aquí:
El 13 de enero de 2007, la desaparición de María Cecilia Vivas, una madre trabajadora y esposa ejemplar, conmocionó a todos los habitantes del barrio El Progreso en Buenaventura. Las autoridades pasaron varios meses buscando a la mujer y la investigación reveló un atroz crimen. El Rastro conoció detalles del caso en 2015.María Cecilia Vivas tenía 38 años y era oriunda de Mosquera, un pequeño municipio ubicado en la costa Pacífica nariñense. Creció en una familia humilde, pero con muchas ganas de salir adelante. Con el deseo de ayudar a su familia, llegó a Buenaventura a los 13 años.(Lea también: Muerte de joven de 16 años en Medellín develó cruda verdad sobre su padrino, señalado de pedofilia)Allí conoció a Harvey Arroyo, con quien se casó y tuvo dos hijas, María del Pilar y Leyla. Siendo muy jóvenes, la pareja se enamoró y creó una familia basada en el amor y el respeto, según comentaron sus familiares. “Él era buena persona. Usted llegaba a la casa y nunca veía a Harvey de mal genio, porque él era cariñoso”, aseguró Clara Salas, madre de María Cecilia.No obstante, la familia empezó a tener problemas y discusiones debido a las actitudes de Harvey. Al parecer, el hombre malgastaba el dinero y lo invertía en juegos de azar. Según Clara Salas, él desarrolló una adicción al juego, lo que llevó a su esposa a tomar la decisión de separarse de él.“Solo sé que en ese momento ella se quería separar. No sabía qué hacer, si separarse o seguir con él”, dijo María del Pilar, hija mayor de la pareja.María Cecilia, aconsejada por sus hermanos, decidió darle una oportunidad a Harvey. Sin embargo, la situación en su hogar no cambió.La desaparición de María CeciliaLos hechos ocurrieron en la mañana del 13 de enero de 2007, cuando Harvey alertó a los familiares de María Cecilia de que ella no había regresado después de haber dicho que iba a la tienda a comprar un pollo.Familiares, vecinos, amigos y la comunidad salieron a las calles de Buenaventura en busca de María Cecilia. Con el paso de las horas, la desesperación aumentaba.La primera hipótesis de las autoridades era que se trataba de algún grupo criminal, debido a que la violencia era común en el sector donde vivía. No obstante, rápidamente esta versión fue descartada.(Lea también: Reclusas contaron escalofriantes detalles de crimen de agricultor en Cauca: “Me estaba chantajeando”)Crudo testimonioMientras la familia de María Cecilia buscaba desesperadamente su paradero y las autoridades seguían con la investigación, María del Pilar, la hija mayor de la víctima, que en ese entonces tenía 7 años, guardaba un oscuro secreto.Luego de que pasaron cuatro meses de la búsqueda, la pequeña reveló lo que había ocurrido con su madre.“Nos acostamos y al rato yo escuché que ella gritaba ‘Harvey, no me maté’. Nosotras empezamos a decir que queríamos ir al baño...Entrando al cuarto, él nos cogió y nos encerró con mi hermana. Al otro día no volvimos a saber de mi mamá”, reveló María del Pilar.Además, los investigadores del CTI afirmaron que, tras el rastreo del celular de la víctima, no se halló ninguna llamada de Harvey, quien aseguró que había llamado insistentemente a su esposa tras su desaparición.“Él me dijo que me iba a contar qué había hecho con ella. Me dijo que la había matado y enterrado en el sótano, pero que yo no podía decir nada porque, si no, me mataría y me encerraría con ella”, añadió la hija de la víctima.Las autoridades ordenaron el allanamiento de la vivienda y encontraron unos arreglos en el sótano de la casa. Allí hallaron el cadáver de María Cecilia. “Yo tenía miedo de hablar, de que él me hiciera daño”, relató María del Pilar.(Lea también: Antes de morir, patinadora reveló el nombre de su atacante: nadie sospechaba del homicida)El sujeto fue capturado y aceptó el delito de homicidio agravado. Harvey realizó un preacuerdo con la Fiscalía para obtener rebajas en su pena. “Estábamos durmiendo y yo asfixié a mi esposa. Le tapé la nariz y la boca por un minuto, cuando de repente ella ya no se movía... La enterré en el sótano de mi casa”, dijo Harvey en su declaración oficial a las autoridades.Harvey Arroyo fue condenado a 18 años de prisión por el asesinato de su esposa. No obstante, pagó solo la mitad de su condena tras considerar su buen comportamiento.Reviva el capítulo completo de El Rastro aquí:
El pasado viernes 6 de diciembre, sicarios en Yopal, Casanare, le quitaron la vida a Judith Karina Ramírez, una mujer de 37 años que estaba embarazada.(Lea también: Así cayó el señalado feminicida de Jennifer Velandia, cuya muerte conmociona a Yopal)Criminales estaban esperando a la víctima frente a su casa en YopalJudith y su esposo llegaron en una camioneta a su casa, ubicada en el barrio Primavera. El hombre se bajó del carro para abrir la puerta de la vivienda. La mujer también estaba descendiendo del vehículo y, en ese momento, según el medio Casanare Online, un hombre vestido con prendas oscuras, gorra y tapabocas le disparó.“Le propinan cuatro disparos que acaban con su vida”, detalló el secretario de Gobierno de Yopal, Jorge Andrés Rodríguez. Uno de los tiros impactó el parabrisas del vehículo en el que se movilizaba la mujer. Su pareja, al parecer, no sufrió lesiones.La embarazada, con cinco meses de gestación, fue trasladada a un centro médico, donde poco después se confirmó su muerte, así como la del bebé que esperaba.(Lea también: Las dudas sin resolver en la muerte de joven que salió a una entrevista de trabajo, en Bogotá)¿Qué se sabe del ataque sicarial a la embarazada en Yopal?De acuerdo con el medio citado, Judith Karina era administradora de la Planta Trituradora Mikonstrucciones SAS. Voceros de la empresa dijeron que no tenían conocimiento de amenazas contra la empleada o que estuviera siendo víctima de extorsión.“No tenemos ningún hecho concreto que nos pueda llevar a determinar quién es el responsable” del ataque sicarial a la embarazada, manifestó el secretario de Gobierno de Yopal, por lo que las autoridades investigan si el crimen se produjo por un hecho personal, pues tampoco se registró un robo en el sitio.Rodríguez informó que Marco Tulio Ortiz, alcalde de Yopal, ofreció una recompensa de hasta 20 millones de pesos para quien pueda brindar información que permita identificar a los responsables del asesinato.“Este hecho enluta a todos los yopaleños e invitamos a la ciudadanía a colaborar con las autoridades para esclarecer este crimen”, añadió el secretario, quien también manifestó al diario El Tiempo que la Alcaldía ha solicitado apoyo del Gobierno Nacional por el hacinamiento del 680% en los centros de reclusión de la ciudad. Solo en la estación Yopal, con cupo para 20 personas, actualmente hay 141 detenidos."Los jueces manifiestan que no conceden la medida de aseguramiento porque no hay espacio donde recluir a los delincuentes”, precisó.
Ha pasado más un mes desde que los parientes de Catalina Leyva la vieron por última vez con vida, quien se despidió de ellos para dirigirse a una entrevista de trabajo en el barrio Perdomo, del sur de Bogotá, el pasado 8 de noviembre de 2024.Pasadas varias horas desde que la pareja de la mujer la dejó en este lugar, los parientes de la joven estudiante la hallaron muerta en la parte alta de un sector de Ciudad Bolívar. Medicina Legal encontró en su cuerpo claros signos de estrangulamiento y determinó que Leyva también tenía señales de haber sido abusada sexualmente.El padre de la mujer, Luis Leyva, habló con Noticias Caracol en vivo y reveló algunos misteriosos hallazgos luego de conocerse este crimen. ¿Cómo lograron encontrar a Catalina Leyva, joven hallada muerta en Bogotá?Según el padre de la estudiante, algo que llama la atención del caso es que a la mujer no le arrebataron pertenencias personales en el momento de su muerte, lo que descarta la posibilidad de que su fallecimiento hubiera derivado de un hurto. De hecho, el hallazgo de Catalina Leyva se logró gracias a que su novio, luego de notificar la desaparición y llamar al hermano de su pareja, ubicó su celular desde una aplicación móvil. Esta situación conllevó a que los familiares pudieran dar con el paradero de la estudiante, quien fue hallada sin vida en una zona alta de la localidad de Ciudad Bolívar."Él [el novio] en el transcurso del camino se acuerda que él tiene una aplicación. Él trata de abrir esta aplicación, la logra abrir y a través de la ubicación del teléfono de la niña llegan a donde está el cuerpo, porque el celular no se lo llevaron", dijo el padre de la joven. (Lea también: Emotivo mensaje del novio de la joven hallada muerta tras salir a entrevista de trabajo en Bogotá)Cuáles fueron los hallazgos de Medicina Legal en la necropsia de Catalina LeyvaOtro de los misterios que envuelven el caso consiste en la supuesta entrevista de trabajo que tenía la fallecida. Y es que, acorde con el testimonio del padre, todo inicia cuando una excompañera de estudio de la mujer le hace una propuesta laboral y la invita a dirigirse al lugar en el que presuntamente fue asesinada para llevar a cabo la entrevista."Este enlace le llega a ella vía WhatsApp, desde una excompañera de estudio, y la lleva a este punto en donde la enlaza con una señora llamada Catalina Correa, allí llega ella y le pide a su novio que la deje en el sitio, que va a hacer unas diligencias y que regrese en el transcurso de una hora para recogerla, pero allí cuando él ya regresa ya no la ubica", dijo el entrevistado a Noticias Caracol.Lo que más llama la atención es que en el momento de la autopsia, los médicos forenses descubrieron que la mujer tenía una prenda de vestir que "no era usual en ella". Esto, asegura su pariente, pudo haberse debido a un engaño en la oferta laboral, que al parecer estaría relacionada con modelaje webcam.(Lea también: Feminicidio en Manizales tras celebración del Día de Velitas: sujeto atacó a su esposa en una finca)"Nosotros presumimos que son fachadas porque mi hija era una personita de principios. Nosotros sacamos la conclusión de que pudo haber caído en estas redes porque en el momento de la necropsia a ella se le halla una vestimenta de su ropa que no era usual de ella ni nunca la habíamos visto acá en la casa", añadió el padre.Por ahora, los familiares de la joven sostienen que la investigación avanza muy lentamente y que ha sido un tema "tedioso" debido a que en la zona en la que la mujer fue presuntamente asesinada no había cámaras ni testigos. A esto se le suma que hubo un cambio de fiscal en el caso, lo que ralentizó más el proceso.
Diana Marcela Restrepo tenía 18 años cuando desapareció misteriosamente, en 2009. Sus familiares en Rozo, Valle del Cauca, alertaron a las autoridades e iniciaron una intensa búsqueda para encontrarla. El Rastro reveló, en 2014, detalles de este extraño caso .La joven se caracterizaba por ser carismática, amable y apasionada por el fútbol. Pertenecía a la Selección de Fútbol Femenino de Palmira y era conocida por ser una de las delanteras más talentosas. Allí conoció a su novia, Yamileth Díaz, con quien compartía las mismas pasiones.(Lea también: Cruda confesión resuelve el crimen de ‘El profe’ en Valledupar: "Me pagaron $5 millones")¿Qué pasó con Diana Marcela?Diana Marcela era una joven muy reservada con su vida personal. No obstante, la relación que sostenía con Yamileth solo la conocía su cuñado, Hernán Darío Cardona, quien no solo le guardaba los secretos, sino que también la apoyaba y cuidaba.La desaparición de Diana Marcela el 8 de febrero de 2009 cambió para siempre las vidas de la familia Restrepo Hurtado. El día de los hechos, Diana Marcela había salido de su casa muy temprano para asistir a un partido de fútbol.“Era una muy buena jugadora. Ella siempre era la primera y la que no faltaba a ningún partido, porque la tenían entre las mejores”, afirmó Gilberto Restrepo, padre de Diana.Antes de regresar a su casa, su cuñado la llamó para que ambos fueran a ver el partido entre la selección Colombia y la de Argentina. Además de asistir a la cita, Diana Marcela iba a averiguar sobre un trabajo que él le había dicho que le ayudaría a conseguir.(Lea también: Responsable de feminicidio en Boyacá quedó al descubierto por testimonio de hijas de la víctima)Después de que el partido finalizara, la joven no regresó a casa, lo que alertó inmediatamente a sus familiares. El principal sospechoso de la desaparición era su cuñado, ya que la familia sabía que Diana Marcela había salido con él.“Yo llegué -a la casa- y él estaba viendo televisión. Lo primero que me dijo fue que mi hermana había estado ahí, pero que la habían llamado y un muchacho en una moto había pasado por ella”, mencionó Luz Adriana, hermana de Diana Marcela.Además, Hernán Darío le aseguró a la familia que la joven había dejado sus pertenencias en su casa, porque ella después pasaría por ellas.Las autoridades iniciaron una incansable búsqueda por la zona, mientras Yamileth indagaba con el cuñado de su novia sobre su paradero. Ninguno creía en la versión de Hernán Darío.Para Luz Adriana, era imposible pensar que su esposo le hubiera hecho algo a su hermana. A pesar de sus dudas familia, todos estaban convencidos de que Hernán Darío estaba detrás de la desaparición de Diana Marcela.(Lea también: La confesión por la que cayeron los responsables del crimen de agricultor en Cauca: 5 implicados)Pistas claves en la investigaciónEl padre de la víctima, asombrado por el extraño comportamiento de su yerno, decidió entrar a su casa y buscar alguna prueba que diera con el paradero de su hija. En medio de una cosecha encontró un hueco y, al revisar, descubrió un olor putrefacto en esa zona.Los investigadores del CTI recopilaron los testimonios de vecinos que aseguraban haber oído gritos ese día, además de ver a Hernán Darío comprando varios galones de gasolina. “Se encontraron varios indicios de que en esa finca había ocurrido un hecho extrañ. Se encontraron los guayos, el uniforme y el celular de la víctima”, reveló el investigador Albeiro Villanueva Rojas, quien afirmó que era extraño que la joven hubiera dejado el celular, ya que no era una práctica común.Luego, las autoridades encontraron pedazos de ropa y pequeños restos óseos. Se tomaron muestras de sangre en la casa de Hernán Darío, ya que se comprobó que las paredes estaban recién pintadas. Las pruebas de ADN revelaron que los rastros coincidían con los de la víctima, Diana Marcela Restrepo.Así las cosas, la policía capturó a Hernán Darío por el delito de homicidio agravado. Él aceptó los cargos y confesó cómo ocurrieron los hechos. “Tuvimos un pequeño altercado y nos agredimos hasta el punto de tirarnos unas cachetadas. Yo le pegué una cachetada la cual fue tan dura que ella perdió el equilibrio y se cayó de espaldas al piso. No sabía qué hacer. Entré en un momento de desesperación y no sabía si pedir ayuda”, reveló.Además, declaró que habían mantenido una relación sentimental en secreto y que la negativa de ella fue lo que desató la pelea entre ambos.Hernán Darío fue condenado a 20 años de prisión por homicidio simple. El asesinato de Diana Marcela marcó y destruyó a toda la familia. “Se nos quitaron las ganas de vivir”, concluyó el padre de la víctima.Reviva la investigación de El Rastro aquí: