Entre 2022 y 2023 se reportaron varios asesinatos de jóvenes universitarios, en su mayoría hombres pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+, en las ciudades de Bogotá y Medellín. Las víctimas compartían un patrón inquietante: todos fueron hallados desnudos, con signos evidentes de violencia y en posiciones similares. Ante estos hechos, las autoridades emprendieron una intensa investigación que los llevó a descubrir un atroz modus operandi.Crimen de un médico en BogotáLos hechos ocurrieron el 27 de octubre de 2022, cuando el cuerpo del médico panameño José Luis Santamaría, de 34 años, fue hallado incinerado dentro de su bañera en un apartamento en Chapinero.Según las autoridades, el cuerpo presentaba tres heridas con arma cortopunzante: dos en el pecho y una, mortal, en el cuello. Además, el celular y los objetos personales de la víctima habían desaparecido. Sin embargo, los investigadores encontraron una pista clave que no solo ayudaría a identificar al sospechoso del crimen, sino que también lo vincularía con otros asesinatos.“El celular arrojó unas celdas de ubicación, las cuales no se movían del mismo rango donde esta persona se la pasaba en Chapinero. Ahí empezamos a seguirle el rastro”, afirmó Óscar García, integrante del grupo de la DIJIN a Séptimo Día.Asimismo, se confirmó que, el día de su muerte, se registró un cambio inusual en las ubicaciones habituales del joven. Además, se descubrió que su tarjeta SIM había sido reemplazada por otra, registrada a nombre de José Leonardo Quevedo Turizo, un joven colombo-venezolano, estudiante de Administración de Empresas, sin antecedentes judiciales.Tras una ardua investigación, las autoridades descubrieron que, a través de redes sociales, el joven señalado había publicado fotografías luciendo las pertenencias que habían sido reportadas como desaparecidas tras el asesinato del médico. Desde entonces, los investigadores comenzaron a seguirle la pista.Pistas claves del asesinatoA pesar de que durante varios meses las autoridades estuvieron interceptando la línea telefónica de José Leonardo Quevedo, en enero de 2023 este apagó su celular por completo. Sin embargo, en mayo de ese mismo año, un nuevo crimen volvió a alertar a las autoridades.José Ariel Jiménez, de 21 años, fue hallado en su vivienda, en la localidad de Barrios Unidos, semidesnudo y asfixiado con la funda de una almohada. Las autoridades comprobaron que la funda presentaba rastros de sangre y otros fluidos biológicos.Además, se determinó que al joven también le habían sido robados sus objetos personales. Pocas horas después del asesinato, apareció en redes sociales una fotografía del computador de la víctima, publicada por José Leonardo Quevedo.Gracias a las cámaras de seguridad de la zona, se logró identificar a un joven cuyas características coincidían con las de la persona que presuntamente habría atacado al médico panameño. ¿Estaría el mismo sujeto involucrado en este asesinato?El 15 de mayo, un juez emitió una orden de captura contra José Leonardo Quevedo por el homicidio del médico panameño, y fue detenido al día siguiente en Chapinero. Según las autoridades, el sujeto tenía en su poder pertenencias de ambas víctimas, quienes fueron encontradas sin vida en el interior de sus viviendas.Aunque Quevedo nunca aceptó cargos, las pruebas en su contra comenzaron a apilarse cuando los investigadores descubrieron que había otros casos similares en Bogotá y Medellín.Otros crímenesEl 3 de mayo de 2023, David Steven Mosquera, un estudiante de actuación de 27 años, fue encontrado sin vida en su apartamento en Chapinero. Según la investigación, el crimen ocurrió en circunstancias similares a las de los casos anteriores. Las cámaras de seguridad registraron a la víctima ingresando a su vivienda acompañado de un hombre, quien horas después salió del lugar llevando consigo las pertenencias de David."En redes sociales, el asesino seguía utilizando sus objetos personales. Este tipo continuó usando las cuentas de David incluso después de asesinarlo", contó un amigo de la víctima, quien aseguró que el sujeto cambió la foto de perfil de David por una suya, sin modificar el nombre de la cuenta.Otro asesinato se sumó a la investigación cuando las autoridades encontraron que a Quevedo le habían impuesto un comparendo días antes, cuando se movilizaba en un vehículo que había sido reportado como robado. Su dueño era Néstor Alberto Gómez León, médico esteticista de 37 años, que curiosamente fue asesinado entre el 10 y 11 de marzo de 2023 en su casa en Chapinero.Asimismo, las autoridades descubrieron que la fecha de ese asesinato coincidía con la de otra muerte de un hombre de la comunidad LGBTIQ+, ocurrida el 11 de abril de 2023 en el barrio Manrique Oriental, en Medellín. La víctima fue Jason Molina Triana, un estudiante universitario de 23 años, quien fue hallado sin vida y envuelto en una cobija.Las cámaras de seguridad del sector captaron un vehículo perteneciente a Néstor, que en ese momento estaba siendo conducido por José Leonardo Quevedo, por lo que lo implicaba en el crimen.Modus operandiLuego de un año y medio de investigación, los fiscales identificaron el modus operandi de José Leonardo Quevedo Turizo. El sujeto usaba redes sociales para contactar a hombres, seducirlos y obtener información clave sobre su entorno. Después los visitaba en sus viviendas, los asesinaba, robaba sus pertenencias y las vendía o usaba.Según las autoridades, su motivación era principalmente económica, además nunca aceptó los cargos por los cinco homicidios. “Él tenía la motivación muy clara y era lucro. Encontramos sus cuerpos, pero no los elementos de valor de las víctimas. Él tiene que matar a sus víctimas para no dejar rastro, por ende, tiene que eliminarlas”, dijo Daniel Bolaños, perfilador criminal de la DIJIN.Carlos Vidal Reyes, psicólogo forense y exfiscal judicial, aseguró que: “Este tipo de asesinos construyen una fachada y es precisamente una máscara. Esa máscara es la que muestran al mundo, en este caso como un supuesto estudiante universitario que tiene una pareja, pero eso hace parte de esconder su rostro real”, y agregó “sí se cataloga como un asesino serial por las características de las víctimas que todas son similares y por la ejecución del delito”.El 7 de abril de 2025, una juez lo condenó a 39 años y 3 meses de prisión por el asesinato del médico panameño. Sin embargo, en el caso de José Ariel Jiménez solo fue condenado por hurto, no por homicidio, una decisión apelada por su familia. Los otros tres casos aún están bajo investigación, a la espera un juicio.
Una serie de crímenes ocurridos entre 2022 y 2023 en Bogotá y Medellín, alertaron a las autoridades sobre un presunto asesino serial en el país, cuyas víctimas eran hombres jóvenes de la comunidad LGBTIQ+. Cinco hombres fueron hallados muertos en circunstancias similares: dentro de sus viviendas, con signos de violencia y con varios objetos personales desaparecidos. Tras meses de investigación, una pista fue clave para identificar un patrón inquietante e identificar a un mismo sospechoso.Los primeros asesinatos reportadosEsta tragedia comenzó el 27 de octubre de 2022, cuando el cuerpo del médico panameño José Luis Santamaría, de 34 años, fue hallado incinerado dentro de su bañera en un apartamento en Chapinero. Las heridas halladas en el cadáver daban cuenta de un asesinato violento, sus celulares y otros objetos personales habían desaparecido. Lo único que dejó el asesino fueron dos preservativos con fluidos que permitieron iniciar una línea investigativa.La pista clave llegó al buscar los teléfonos del médico. El día de su muerte, se detectó un cambio en sus ubicaciones habituales y, además, se cambió la SIM por una asociada al nombre de José Leonardo Quevedo Turizo, un joven colombo-venezolano, estudiante de administración de empresas, sin antecedentes judiciales. Los uniformados decidieron buscar a este sujeto en redes sociales, donde curiosamente había publicado fotos luciendo las pertenencias perdidas del médico asesinado. A partir de ahí, se convirtió en el principal sospechoso.Aunque el teléfono fue interceptado, en enero de 2023 se apagó por completo y dejó a los investigadores sin más detalles. Meses después, el 11 de mayo de 2023, un nuevo crimen encendió las alarmas. Ahora la víctima era José Ariel Jiménez, de 21 años, fue hallado en su vivienda en la localidad de Barrios Unidos, semidesnudo, asfixiado con la funda de una almohada. Cámaras de seguridad captaron a un hombre alto, vestido de oscuro, que ingresó a la vivienda y salió con varios objetos, incluida una chaqueta similar a la robada al médico panameño meses atrás.No pasaron muchas horas después del asesinato de José Ariel Jiménez cuando en redes sociales apareció una foto del computador robado en su casa, publicada por José Leonardo Quevedo. El 15 de mayo, un juez emitió una orden de captura contra Quevedo por el homicidio del médico panameño, y fue capturado al día siguiente en Chapinero. En su poder tenía los objetos robados en la casa de José Ariel, chaquetas del médico panameño, llaves, celulares y papeles de un vehículo que también sería clave más adelante.Las otras víctimasLas autoridades descubrieron que las víctimas compartían varios factores: eran jóvenes, hombres, ubicados en Bogotá, y con objetos personales robados que luego eran ofrecidos en redes sociales. Aunque Quevedo nunca aceptó cargos, las pruebas en su contra comenzaron a apilarse cuando los investigadores descubrieron que había otros casos similares en Bogotá y Medellín.El 3 de mayo de 2023, David Steven Mosquera, de 27 años, estudiante de actuación, fue encontrado muerto en su apartamento en Chapinero. Cámaras de seguridad lo mostraron ingresando a su casa con un hombre que luego salió con su ropa y maletas. Más escalofriante aún: su perfil en redes sociales cambió de foto, ahora aparecía la cara de José Leonardo Quevedo, pues el sospechoso siguió usando su celular para enviar mensajes a sus contactos.Un cuarto caso se sumó a la investigación cuando las autoridades encontraron que a Quevedo le habían impuesto un comparendo días antes, cuando se movilizaba en un vehículo que había sido reportado como robado. Su dueño era Néstor Alberto Gómez León, médico esteticista de 37 años, que curiosamente fue asesinado entre el 10 y 11 de marzo de 2023 en su casa en Chapinero. También le robaron varios objetos, incluyendo el vehículo.Los investigadores quedaron sorprendidos al descubrir que José Leonardo Quevedo Turizo se había movilizado en ese carro hasta Medellín después de la muerte de Néstor Alberto. Las fechas coinciden, precisamente, con el asesinato de un hombre reportado en la capital de Antioquia. Ocurrió el 11 de abril de 2023 en el barrio Manrique Oriental, Medellín, donde Jason Molina Triana, estudiante universitario de 23 años, fue hallado muerto y envuelto en una cobija. Las cámaras del sector captaron el carro de Néstor conducido por Quevedo, confirmando su presencia en el lugar del crimen.¿Qué dice la justicia?Tras más de un año y medio de investigación, los fiscales identificaron el modus operandi de José Leonardo Quevedo Turizo. El sujeto usaba redes sociales para contactar a hombres, seducirlos y obtener información clave sobre su entorno. Luego, los visitaba en sus viviendas, los asesinaba, robaba sus pertenencias y las vendía o usaba. Su motivación parecía ser principalmente económica, aunque nunca aceptó ser responsable de los homicidios.Durante una audiencia, llegó a decir: “De manera extracurricular, yo me dedicaba al comercio independiente, miraba las ofertas de precio razonable y las revendía”. Pero esa explicación fue insuficiente ante las contundentes pruebas. El 7 de abril de 2025, una juez lo condenó a 472 meses de prisión (39 años y 3 meses) por el asesinato del médico panameño. Sin embargo, en el caso de José Ariel Jiménez solo fue condenado por hurto, no por homicidio, una decisión apelada por su familia. Los otros tres casos aún están bajo investigación, a la espera de justicia.
Los Informantes le presentan a los televidentes, cada domingo, tres grandes historias. En esta ocasión se inmortaliza la historia de Samuel Gutman, el primer sobreviviente del Holocausto que llegó a Colombia y el último que queda vivo. También la historia de resiliencia de tres artistas femeninas que enfrentan la guerra del Catatumbo con rimas y pinturas. Finalmente, la hazaña de Máximo Tedesco, un aviador colombiano que aterrizó una aeronave hecha por él mismo en la vía Panamericana.El último sobrevivienteSamuel Gutman cumplió 100 años el pasado 13 de abril, un siglo de vida con una historia marcada por una de las tragedias más grandes de la humanidad. Llegó a Colombia al final de la Segunda Guerra Mundial para reencontrarse con su padre, luego de varios años de haber perdido a su mamá y hermanos en los campos de exterminio y valerse de su inteligencia para escapar de los nazis.Trabajó en granjas, se hizo pasar por polaco y hasta por un acólito católico, y fue soldado de los Aliados, todo esto para evitar tener el mismo destino fatal que millones de judíos. “Es por pura chiripa que estoy vivo”, dijo a sus 100 años a Los Informantes, programa en el que contó detalles de su vida, que espera no sea olvidada y sirva para que este suceso, increíble para muchos, no se vuelva a repetir.El arte en la guerraTres mujeres del Catatumbo le hacen el frente a la guerra desde la música y la pintura, demostrando que el arte transforma y salva vidas en los peores escenarios. Desafortunadamente, su trabajo es más reconocido y aplaudido en Europa que en Colombia, donde han sido cuestionadas y criticadas por utilizar su talento para mostrar al mundo lo que se vive en su territorio.Nohemí Pérez ya tiene un gran recorrido y reconocimiento con las pinturas contemporáneas en las que, además de reflejar la belleza de la flora y fauna del Catatumbo, también representa las catástrofes del conflicto armado. Por su parte, las integrantes de Motilonas Rap pertenecen a otra generación y a través de sus fuertes rimas están llenando escenarios en Europa, cantando sobre lo que han vivido por años los habitantes del Catatumbo.El aviadorSu historia parece sacada de una película y muchos no la creerían de no ser porque existe el video. Máximo Tedesco voló en una aeronave fabricada por él mismo en 1988 y aterrizó en plena vía Panamericana para tanquear el artefacto en una gasolinera. Luego e casi 40 años de su histórica hazaña, sigue creando sus propios aviones desde su taller en Cali. Tiene más de 700 volando por el mundo y un récord de cero fallas que lo llena de orgullo.Ahora tiene 83 años y ya no puede desafiar las leyes de la gravedad y de movilidad de Cali piloteando sus aeronaves, por temas de salud, pero quiere que su legado se mantenga vivo. “No quiero que esto se entierre conmigo. Quiero que la gente entienda que la vida no es seguir parámetros establecidos. La vida es romper los parámetros, pero con mucho conocimiento”.
Cada cierto tiempo se conocen historias de colombianos que se convierten en leyenda y muchas veces son difíciles de creer. Pero por increíble que parezca, esta es real. En agosto de 1988, el tráfico de la vía Panamericana, a la altura de Cali, se detuvo por completo, pero no por algún accidente o manifestación, sino porque pocos podían creer lo que estaban viendo: un pequeño avión descendió del cielo, entró a una gasolinera como cualquier carro y llenó el tanque de gasolina corriente y volvió a despegar.El piloto y artífice de esta hazaña fue Máximo Tedesco, un colombiano de origen europeo que, a sus 83 años, sigue llevando en sus venas la pasión por las aeronaves. “Yo dije: ‘tengo que mostrarle a la gente que volar es una estupidez, es muy fácil, es como manejar un carro, incluso más fácil’. Entonces se me ocurrió aterrizar en la Panamericana”, contó a Los Informantes con la seguridad de quien desafió las normas para probar un punto.La vida en el cieloMáximo nació en Cali, pero creció en Florencia, Italia, y desde niño se sintió fascinado por los aviones. Vivía con su papá italiano y su mamá luxemburguesa cerca de una pista privada, donde solía gastar los ahorros de su mesada para pagar vuelos de 10 minutos. “Después dejaron de cobrarme”, recordó. Regresó a Colombia en su juventud y en 1971 diseñó su primera aeronave: un autogiro, híbrido entre helicóptero y avión, pensado para fumigar cultivos o dar paseos familiares.Su idea no tuvo gran acogida entre las personas, pero no se rindió y modificó su negocio para dedicarse a la fábrica de aviones ultralivianos. “Esto va a tener un auge mundial si hacemos las cosas bien”, pensó en ese entonces y lo demostró. En su taller ya ha construido más de 700 aeronaves. “No hay un solo accidente registrado, que no sea por estupideces de un tipo, pero nunca el avión ha tenido fallas”, afirmó con orgullo.El narcotráfico afectó su negocioEn los años 80, los aviones ultralivianos empezaron a atraer la atención de los clientes equivocados: los narcotraficantes. Estas aeronaves pequeñas, maniobrables y capaces de aterrizar en terrenos improvisados, se volvieron codiciadas. “Nos buscaron para comprarlas, pero les decíamos que estábamos muy ocupados”, reveló.Aunque se negó a venderle sus productos a estos delincuentes, la asociación con la criminalidad afectó su negocio. En ese entonces halló una solución: “Yo trataba de introducir una aeronáutica nueva que venía de un país de locos. No podíamos decir que eran hechas en Colombia” y así, durante años, vendió sus aviones en el exterior sin revelar que estaban hechos en la misma tierra del temido y buscado Pablo Escobar. Sin embargo, las medidas de las autoridades nacionales e internacionales, así como los prejuicios, afectaron sus ventas y lo llevaron a la quiebra.Volvió a alzar el vueloActualmente, Máximo sigue viviendo en Cali y lidera una fábrica de aviones junto a su hijo Philippe y un equipo de 14 personas. Allí, con paciencia de artesano, se ensamblan prototipos que esperan clientes en distintas partes del mundo. Aunque ya no puede volar por restricciones médicas y normativas, su mente no deja de crear y ahora produce aviones, seguros y livianos, principalmente para labores agrícolas.“Mi cerebro no para nunca, por eso tomo pepas para dormir desde que tenía 18 años”, aseguró. A sus 83 años, siente la urgencia de transmitir su conocimiento: “No quiero que esto se entierre conmigo. Quiero que la gente entienda que la vida no es seguir parámetros establecidos. La vida es romper los parámetros, pero con mucho conocimiento”. Han pasado casi 40 años desde la histórica hazaña de Máximo Tedesco, la cual parece sacada de una película. Hizo historia y la sigue haciendo cada día en su taller, donde se resiste al olvido construyendo alas que, como él, no se rinden ante la gravedad.
Contraloría investiga sobrecosto en construcción de torre de El Dorado
La trágica historia del Titanic ha sido, durante más de un siglo, uno de los relatos más conocidos de la historia, su hundimiento, el 15 de abril de 1912, dejó un saldo de aproximadamente 1.500 personas muertas y más de 700 sobrevivientes. Ahora, 113 años después, un nuevo libro ha sacado a la luz detalles escalofriantes sobre los momentos finales del capitán Edward John Smith, uno de los personajes más reconocidos que fallecieron durante el naufragio.En su nuevo libro, titulado 'Titanic Legacy: The Captain, the Daughter and the Spy', el autor Dan E. Parkes recopila una serie de relatos de testigos presenciales que sobrevivieron al hundimiento y que, según él, ofrecen una versión más "fiel y menos sensacionalista" de los hechos. Entre sus principales afirmaciones, Parkes asegura que los rumores sobre un supuesto suicidio del capitán fueron una construcción mediática sin fundamento real.Aunque la icónica película de 1997, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, inmortalizó una versión de la historia del la tragedia del Titanic, incluyendo la imagen del capitán Edward John Smith aferrado al timón mientras la orquesta interpretaba su última melodía, la realidad sobre sus últimos momentos sigue siendo motivo de debate más de un siglo después.Apenas tres días después del naufragio, algunos periódicos comenzaron a publicar versiones que apuntaban a que Smith se había disparado en la cabeza. Uno de los titulares más impactantes fue el de Los Ángeles Express, que afirmó: “El capitán E.J. Smith se pegó un tiro”. Mismo titular fue replicado por diferentes diarios de la época. Desde entonces, estas afirmaciones, sin pruebas, fueron centro de debate de la opinión pública y una mancha en el recuerdo de su legado. El autor sostiene que estos relatos no solo carecían de fundamento, sino que además fueron dolorosos para la familia del capitán, especialmente para su esposa Eleanor y su hija Mel, quien apenas tenía siete años cuando ocurrió la tragedia.Testigos que vieron al capitán hasta el finalEntre los relatos que cita el libro, figura el del banquero Robert Williams Daniel, quien aseguró haber visto al capitán Smith en el puente de mando justo antes de que el mar lo hundiera por completo. Según declaró al New York Herald, el capitán “murió como un héroe”. Otro testimonio clave es el de un cocinero, Isaac Maynard, quien afirmó haberlo visto en el agua, completamente vestido, con su gorro de marinero aún en la cabeza.Maynard relató que un hombre intentó salvar al capitán desde una balsa, pero que Smith se negó y les dijo: “Cuídense, muchachos”. Esa habría sido una de sus últimas frases antes de desaparecer en el Atlántico. Para Parkes, este acto refleja la verdadera personalidad del capitán, conocido como “el Capitán del Millonario” por su popularidad entre los pasajeros de primera clase y además de ser uno de los mejores pagados de la época.Otro dato relevante que respalda la versión del autor es que el cuerpo de Smith nunca fue recuperado, por lo que no se pudo confirmar ninguna causa de muerte. De los más de 1.500 fallecidos, solo 337 cuerpos fueron recuperados en los días posteriores. Esto ayudó a que formaran todo tipo de especulaciones, algunas incluso tan extravagantes como afirmar que el capitán había fingido su muerte y vivía escondido en Maryland, Estados Unidos.Parkes también rebate las acusaciones que pintaban al capitán como un hombre imprudente o negligente. Según su investigación, Smith no ignoró advertencias sobre el iceberg ni estaba conduciendo el Titanic a una velocidad irresponsable. Para él, estas teorías fueron intentos de encontrar un culpable cante una tragedia de tan grandes proporciones.Además, el autor menciona que hubo quienes aseguraron que Smith llegó a rescatar a un bebé del agua y lo entregó a salvo a un bote salvavidas, negándose a subirse él mismo. Un testigo citado por el Brooklyn Daily Eagle describió cómo el capitán nadó con un niño en brazos y lo llevó hasta una embarcación de rescate antes de regresar al barco.“Agarró al niño y con el brazo derecho se dirigió hacia un bote salvavidas. El pequeño fue subido a bordo sano y salvo y el capitán reanudó su lucha por el Titanic que se hundía”.El libro también resalta cómo la percepción del suicidio en 1912 era extremadamente negativa. Morir de esa manera era considerado una deshonra, especialmente para un capitán de barco, cuya responsabilidad era permanecer al mando hasta el final. En ese contexto, las acusaciones de cobardía no solo afectaban la memoria del capitán, sino que también implicaban una humillación para su familia.A pesar de que científicamente es poco probable saber que sucedió con el Capitán de barba blanca, con esta obra, Parkes espera no solo corregir lo que considera un error histórico, sino también rendir homenaje a una figura que, según su análisis, actuó con honor y valentía.
El ex ciclista colombiano Luis Herrera, por medio de un comunicado, respondió a los señalamientos por su presunta participación en cuatro casos de desaparición forzada que fueron declarados como “crimen de lesa humanidad” por la Fiscalía, según reveló Noticias Uno.De acuerdo con el noticiero, la investigación contra el ex deportista se dio a raíz de los testimonios de tres paramilitares: Luis Fernando Gómez Flórez, alias Ojitos, miembro de las llamadas Autodefensas Campesinas del Casanare; Héctor Díaz Gaitán, alias Camargo; y de Óscar Andrés Huertas Sarmiento alias Menudencias. Sus testimonios hacen parte de una decisión judicial emitida el 7 de abril de 2025. Los ex miembros del grupo paramilitar aseguraron que 'Lucho' Herrera, hace más de 20 años, acordó con ellos la desaparición y el asesinato de cuatro campesinos, vecinos del ciclista retirado, señalándolos como supuestos integrantes de las Farc. Los campesinos eran Gonzalo Guerrero Jiménez, Víctor Manuel Rodríguez Martínez, José del Carmen Rodríguez Martínez y Diuviseldo Torres Vega. Según lo que mencionaron los tres paramilitares, estos hombres no eran guerrilleros, y el supuesto interés de Lucho Herrera habría sido, presuntamente, despojarlos de sus tierras. Por estos relato, un juez penal del circuito de Fusagasugá ordenó compulsar copias a la Fiscalía General de la Nación para que se investigue la presunta participación de Herrera en los hechos delictivos.'Lucho' Herrera responde a los señalamientosEn un comunicado, el ex deportista rechazó los señalamientos hechos por los tres paramilitares, y dijo que estas personas son "condenadas anticipadamente por delitos graves" que se han acogido a "sentencias negociados, por lo que rechaza sus declaraciones con "absoluta contundencia"."Jamás he pertenecido a organizaciones criminales ni he pretendido causar daño a persona alguna. Mi vida la he dedicado al deporte, y tras mi retiro del ciclismo profesional, a trabajar de forma honesta. Rechazo de manera enfática las imputaciones que pretenden enlodar mi nombre y mi trayectoria como ciudadano, trabajador y padre de familia", aseguró. Indicó que en su trayectoria como empresario y comerciante ha sido "víctima de extorsiones, amenazas y secuestros", situaciones que han sido puestas en conocimiento de las autoridades. "En 2016 otorgué poder a mis abogados para solicitar información ante la Fiscalía General de la Nación y promover las denuncias correspondientes frente a versiones falsas y presiones indebidas", indicó.Herrera afirmó, además, que, tan pronto supe de la compulsa de copias, buscó asesoría jurídica y se puso "a disposición de la Fiscalía General de la Nación para brindar todas las explicaciones que correspondan conforme a la ley". "Respeto profundamente el papel de los medios de comunicación y el derecho ciudadano a estar informado. Por ello, estaré dispuesto a ofrecer declaraciones públicas una vez conozca de forma concreta y precisa los cargos que se me atribuyen por personas que no conozco, y pueda demostrar mi total inocencia", añadió.LAURA VALENTINA MERCADONOTICIAS CARACOL
La Policía Nacional manifestó su rechazo ante los hechos de violencia que acabaron con la vida del patrullero Jorge Luis García Mesa, quien fue baleado en una vivienda de la zona urbana del municipio de Chigorodó, en Antioquia.De acuerdo con el teniente coronel Fernando Montaña Riveros, comandante Departamento de Policía Urabá (e), el crimen ocurrió el sábado 19 de abril de 2025, cuando el patrullero García fue abordado por unos sujetos que se desplazaban en una motocicleta. "En su intento por resguardarse, ingresó a una vivienda del sector, donde fue alcanzado por sus agresores", detalló.Jorge Luis García, quien llevaba 14 años en la institución y pertenecía a la seccional de investigación criminal, falleció en el lugar. El comandante Montaña aseguró que se activó un plan con el fin de atrapar a los homicidas. De momento, se analizan los registros de cámaras de seguridad para seguirle la pista de estos delincuentes.El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, indicó que el uniformado fue atacado cuando se encontraba fuera de servicio. En articulación con la Gobernación de Antioquia se ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos a quien entregue información que permita dar con los responsables. Tras el crimen, la Alcaldía de Chigorodó definió una serie de medidas para preservar la seguridad de la comunidad, entre las cuales se incluyeron restricción de establecimientos nocturnos y cierre de las vías de acceso a la Estación de Policía. Además, afirmaron que se avanzará en diálogos colectivos con las administraciones de Carepa y Apartadó para establecer un horario nocturno unificados que "permita fortalecer las estrategias de seguridad en la subregión"."No descansaremos hasta llevar a los responsables ante la justicia. Toda nuestra solidaridad con sus familias y compañeros", expresó el ministro.Otro policía asesinado en AntioquiaEl 15 de abril de 2025, el subintendente Deimer Díaz Pérez, quien llevaba 17 años de servicio, también fue víctima de sicarios en el municipio de Carepa. En ese momento, el coronel Jioanni Cepeda Sanabria informó que dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta atentaron contra el uniformado, el cual era parte del equipo del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA – DEURA) de Urabá.El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, atribuyó el crimen del subintendente Díaz al Clan del Golfo, al parecer, por la muerte de alias Chirimoya.Quienes tengan información sobre alguno de estos casos podrán comunicarse a las líneas 123, 3143587212, 165 (Gaula Policía) o 147 (Gaula Militar).MANUELA HERNÁNDEZ PERDOMOPERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOLCORREO: mhernanp@caracoltv.com.co
El Distrito de Medellín abrió una nueva convocatoria para los Bonos Alimentarios, una estrategia que entrega a las poblaciones más vulnerables de la ciudad desprendibles para adquirir productos de la canasta básica como carnes, frutas, verduras, tubérculos, salsamentaria, granos, cereales y abarrotes en establecimientos autorizados.¿Cuándo son las inscripciones del bono alimentario 2025 en Medellín?Las inscripciones para el bono alimentario 2025 en Medellín se harán desde el 21 de abril hasta el 5 de mayo. La postulación es completamente gratuita, abierta y cualquier persona puede solicitarlo, sin embargo, registrarse no garantiza el ingreso al proyecto, ya que los cupos se otorgarán con base en los siguientes requisitos:Estar registrado en el SISBÉN versión IV (4) del Distrito de Medellín.Ser mayor de edad, salvo casos de personas menores de edad que son cabeza de familia y no hay otro integrante adulto que represente el hogar.Residir permanentemente en la comuna o corregimiento donde se prioriza la iniciativa.El grupo familiar no puede ser beneficiario de otros programas de asistencia alimentaria.Para lograr un registro exitoso es necesario tener el documento de identidad de cada integrante, además de que la dirección de la residencia debe coincidir con la de los servicios públicos o el predial. Solo se debe hacer una inscripción por hogar.Una de las condiciones es que, en caso de quedar seleccionado, el beneficiario deberá contar con el tiempo para asistir y participar de las actividades educativas convocadas. Además, se priorizará a los preinscritos que no hagan parte de otros programas del Distrito o del Gobierno Nacional o quienes no tengan ingresos por pensión, jubilación, renta, honorarios y/o salarios, pero estos no son criterios excluyentes.Hogares con menores de 5 años, personas mayores, cuidadores, personas con discapacidad y mujeres jefe de hogar tendrán prioridad.Los beneficiarios recibirán en total 5 entregas, que se realizaran casa 20 y 30 días. Los operadores del programa serán los encargados de contactar a los seleccionados para brindarles la información necesaria sobre la entrega de los bonos.¿Cuándo entregan el bono alimentario de la alcaldía de Medellín?Para el 2025, el bono alimentario familiar de Medellín será de 336.600 pesos y unipersonales serán de 204.600 pesos. Se espera que se asignen 15.484 bonos, distribuidos de la siguiente manera en las diferentes comunas y corregimientos de la ciudad:Popular: 1.300.Santa Cruz: 1.600.Manrique: 800.Aranjuez: 1.000.Castilla: 1.200.Doce de Octubre: 200.Robledo: 1.200.Villa Hermosa: 500.Buenos Aires: 600.La Candelaria: 186.Laureles: 300.La América: 700.San Javier: 1.500.El Poblado: 300.Guayabal: 500.Belén: 698.San Sebastián de Palmitas: 300.San Cristóbal: 500.Altavista: 500.San Antonio de Prado: 1.300.Santa Elena: 300.Quienes deseen inscribirse a los Bonos Alimentarios 2025 de Medellín podrán hacerlo en el siguiente formulario. Las dudas y dificultades relacionadas con el proceso serán resueltas en la línea de atención 604 3855555, extensiones 9278 y 2088.MANUELA HERNÁNDEZ PERDOMOPERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOLCORREO: mhernanp@caracoltv.com.co
Amigos, familiares y miembros de la Policía Nacional despidieron con tristeza y dolor a los dos uniformados que fallecieron tras un accidente de tránsito en la vía Manizales - Medellín. La pareja de esposos perdió la vida al ser impactada por una camioneta que se pasó al carril contrario, en un aparente exceso de velocidad. Yoni Adolfo Rivera Taborda, de 40 años de edad, y Alexandra Carvajal Restrepo, de 35, fueron los dos policías que lamentablemente perdieron la vida en un incidente vial que ocurrió este Viernes Santo. La pareja se movilizaba en una motocicleta marca Honda de uso personal por la vía. De manera inesperada, un automóvil de marca Renault invadió el carril contrario y causó el choque.Ambos uniformados estaban adscritos al comando de Policía del barrio Cuba en Pereira (Risaralda). Sin embargo, eran oriundos de lugares diferentes, Rivera de Riosucio y Carvajal de Pereira. A estos destinos fueron enviados los cuerpos de las víctimas para recibir las respectivas honras fúnebres. La comunidad de Riosucio, Caldas, se unió para darle el último adiós a Yoni Rivera. En medio de una ceremonia religiosa, uniformados de la Policía Nacional despidieron con honores a su compañero en este Domingo Santo. Paralelo a esto, la Policía Metropolitana de Pereira acompañó el sepelio de la subintendente Carvajal, a quien también le rindieron homenaje. Conductor implicado en muerte de pareja de policías fue capturadoMientras se llevaban a cabo las despedidas de los dos policías en diferentes puntos del país, autoridades lograron la captura del sujeto que, presuntamente, ocasionó el choque en el que murieron los uniformados. El siniestro vial también dejó a una tercera persona lesionada. Se trata de una menor de 15 años de edad que viajaba en el carro que ocasionó el incidente vial, quien fue trasladada de urgencia a un centro médico de Supía para recibir atención por, al parecer, unos politraumatismos que sufrió a causa del accidente. La menor quedó bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).Al sujeto le fue practicada una prueba de alcoholemia tras el choque. El resultado fue grado 2. De acuerdo con la normativa legal vigente, este tipo de infracción acarrea una multa de 14 millones de pesos, más los delitos que ahora enfrenta por la muerte de la pareja.El hombre fue capturado e imputado por el delito de homicidio culposo agravado al conducir en estado de embriaguez, pasar al carril contrario y acabar con la vida de dos policías. Él, por su parte, salió ileso del impacto. Sin embargo, en medio de la audiencia, no se allanó a los cargos. A pesar de la petición de la Fiscalía para que el sujeto de 30 años fuera recluido en un centro carcelario de inmediato, el juez del caso consideró que "en este asunto es imposible determinar en esta audiencia, con las evidencias presentadas, que se deba restringir la libertad al señalado. Claro, es un delito muy grave, pero hoy no puedo emitir juicios de responsabilidad o inocencia. Con los elementos de prueba se muestra que hubo un choque, dos fallecidos y que el carro del imputado quedó destruido, según las fotos, pero no que sea necesaria la medida pedida por el fiscal".El conductor fue enviado a prisión domiciliaria y desde allí deberá responder en el proceso legal que ya inició en su contra. Mientras tanto, la Fiscalía recopilará las pruebas necesarias para demostrar la responsabilidad del sujeto en la muerte de los dos policías frente a un juez en las próximas audiencias.MA. FERNANDA LÓPEZPERIODISTA DE NOTICIAS CARACOLIG: Mafe_loc