Con el anuncio del Vaticano de que no puede bendecir a parejas del mismo sexo, millones de personas alrededor del mundo, especialmente los integrantes de la comunidad LGTBIQ, han mostrado su descontento a tal punto de asegurar que, en estos tiempos, lo que diga la Iglesia católica no tiene validez.
Aunque ha habido silencio en algunos sectores del clérigo, el sacerdote jesuita Jonathan Marín comentó que se buscó despejar dudas que habían surgido dentro de la misma Iglesia sobre si al tener una unión de dos personas es posible la bendición.
Entre varias cosas, Marín respondió que sí existe un tipo de discriminación, debido a que todos los humanos son semejantes ante los ojos de Dios. Lo que advierte el Vaticano, para él, es que el matrimonio es únicamente entre hombre y mujer y sí puede ser bendecido; pero que una unión, no porque sea ante Dios, está bien vista.
Asimismo, el jesuita comentó que dicho anuncio ha levantado opiniones dentro de las comunidades religiosas, ya que muchos están de acuerdo con estas uniones y ahora el Vaticano les pone un freno.