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Hay duelo y desconcierto en Ecuador por la muerte de 116 reclusos tras un amotinamiento . Los familiares de las personas que permanecen privadas de su libertad se reunieron a las afueras del Laboratorio de Ciencias Forenses de Guayaquil, pues no tienen noticias de sus seres queridos.
Las personas aseguran que sienten zozobra, angustia y desesperación, pues no conocen la suerte de sus familiares.
“No sé si mi hijo está muerto, no sé”, contó, entre lágrimas, la mamá de uno de los reclusos.
Son madres, padres, hermanos y parejas que esperan noticias de los internos que fallecieron durante uno de los motines carcelarios más sangrientos en la historia de Ecuador.
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“No se sabe si mi hijo estará bien o mal. Hay muchos muertos”, indicó otra familiar.
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La cifra de reclusos muertos está en 116. Ellos perecieron en condiciones de violencia, hacinamiento y sufriendo las luchas intensas de bandas de narcotráfico que convirtieron el penal en un infierno.
Los familiares no solo están exigiendo respuestas en la morgue, también lo hacen a las afueras de la cárcel de Guayaquil. Piden saber dónde están los suyos.
“Estamos todo el día, toda la noche. Estamos sin información”, indicó el familiar de un recluso.
Videos oficiales muestran a las personas privadas de la libertad de la cárcel El Litoral acostados en el piso. En las imágenes se aprecia el hacinamiento que se vive. El penal tiene capacidad para albergar a 4.500 reos y hoy tiene más de 9.000.
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El pasado miércoles, Ecuador declaró el estado de excepción para el sistema carcelario, en crisis por la sobrepoblación y la violencia entre bandas del narcotráfico.
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