En Santa Cruz, la principal región de Bolivia, las manifestaciones por la detención del gobernador Luis Fernando Camacho nuevamente derivaron en disturbios . Tras ser condenado a cuatro meses de prisión preventiva, el líder opositor envió un mensaje a sus simpatizantes, asegurando que no se rendirá.
Las calles de la ciudad de Santa Cruz, en Bolivia, nuevamente parecen un campo de batalla.
Horas antes estaban en su mayoría desiertas, y algunas bloqueadas por manifestantes. Desde la media noche, parte de la población se sumó a un paro de 24 horas convocado por los líderes cívicos del departamento de Santa Cruz.
Medios locales reportaron que opositores del gobierno del presidente izquierdista Luis Arce atacaron y quemaron de madrugada unas oficinas del Estatal Impuestos Nacionales.
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El vicepresidente del Comité Pro Santa Cruz precisó que "un paro que es en protesta por la arbitrariedad y el secuestro cometido en contra del gobernador del departamento ex presidente del comité pro Santa Cruz."
El gobernador Luis Fernando Camacho fue trasladado esta madrugada al penal de máxima seguridad de Chonchocoro. Tras la audiencia, en la que un juez ordenó cuatro meses de detención preventiva en su contra, el líder opositor se dirigió a sus simpatizantes e insistió en su inocencia.
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"Esta es una lucha por la democracia y la libertad. Es una lucha por Bolivia", precisó.
Luis Fernando Camacho es acusado de terrorismo por participar en las movilizaciones que en 2019 derivaron en la dimisión del presidente Evo Morales.
Su detención ha exacerbado el creciente descontento contra el gobierno en Santa Cruz, motor económico del país.