Un impresionante fenómeno astronómico se registró el pasado miércoles, 4 de septiembre de 2024, cuando el asteroide 2024 RW1 ingresó a la atmósfera terrestre, desintegrándose sobre el océano Pacífico occidental cerca de la isla de Luzón, Filipinas.
El evento fue capturado en video por testigos, quienes lograron registrar el paso del objeto a gran velocidad, generando una brillante bola de fuego en el cielo.
Here’s how Asteroid RW1 looks like from Gonzaga, Cagayan, Philippines. Best shot so far!! 😍 pic.twitter.com/eYgQsHqxFP
— Raymon Dullana (@raymongdullana) September 4, 2024
El asteroide no implica ningún riesgo
Con un diámetro aproximado de un metro, el asteroide no representaba ningún peligro para el planeta, pero su entrada atmosférica fue un espectáculo impresionante para los observadores que pudieron presenciarlo.
Este ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad de 20,8 kilómetros por segundo, desintegrándose sin causar daños. Este tipo de eventos, aunque inofensivos, generan gran interés entre astrónomos y aficionados debido a su rareza y espectacularidad.
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Afortunadamente, gracias a los avances en monitoreo y detección de objetos cercanos a la Tierra, se pudo predecir con exactitud el área de impacto.
Aunque las condiciones meteorológicas impidieron una visibilidad óptima en algunas zonas, el destello generado por la desintegración del asteroide fue visible desde varios puntos cercanos a Filipinas.
𝗪𝗘𝗟𝗖𝗢𝗠𝗘 𝗧𝗢 𝗘𝗔𝗥𝗧𝗛, 𝗔𝗦𝗧𝗘𝗥𝗢𝗜𝗗 𝟮𝟬𝟮𝟰 𝗥𝗪𝟭! ☄️
— ScienceKonek (@sciencekonek) September 4, 2024
Here's a clear shot of the much-awaited small asteroid 2024 RW1 (#CAQTDL2) burning bright into a greenish 'fireball' over Lal-lo, Cagayan around 12:39 AM PhST, 05 September 2024. Did you see it too? 😊
📸… pic.twitter.com/B3oAm6nNdD
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Las imágenes compartidas en redes sociales muestran el momento exacto en que la roca espacial se desintegra al entrar en contacto con la atmósfera, creando un espectáculo celeste inolvidable para aquellos que lograron presenciarlo.
La NASA y otras agencias espaciales continúan con la vigilancia constante de objetos cercanos a la Tierra, garantizando que eventos como el de 2024 RW1 puedan ser monitoreados con precisión.