Richard Grenell, quien fue enviado por el gobierno de Estados Unidos, en cabeza de Donald Trump, a Venezuela para hablar con Nicolás Maduro, informó que el país vecino liberó a seis de los ocho estadounidenses que estaban detenido en Venezuela en la tarde de este viernes, 31 de enero.
"Nos ponemos en marcha y nos dirigimos a casa con estos 6 ciudadanos estadounidenses. Acababan de hablar con @realDonaldTrump (Donald Trump) y no podían dejar de agradecerle", escribió en su cuenta de X.
(Lea también: Nicolás Maduro recibe en Venezuela al enviado especial de Donald Trump y aboga por "nuevo comienzo" ).
We are wheels up and headed home with these 6 American citizens.
— Richard Grenell (@RichardGrenell) February 1, 2025
They just spoke to @realDonaldTrump and they couldn’t stop thanking him. pic.twitter.com/sCvCO4HQQv
"Me acaban de informar que traeremos a seis rehenes de Venezuela a casa. Gracias a Ric Grenell y a todo mi personal. ¡Buen trabajo!", celebró Trump en esa red social.
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Antes del encuentro entre Maduro y Grenell, la ONG Foro Penal, dedicada a la defensa de presos políticos, contabilizaba a ocho ciudadanos de Estados Unidos, entre ellos un militar, y dos ciudadanos de otras nacionalidades con residencia en ese país encarcelados en Venezuela acusados de conspirar contra Maduro y planificar actos de violencia.
La visita de funcionario de Trump a Venezuela
Según Washington, el objetivo de la visita de Grenell era lograr que Venezuela, que no mantiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos, acepte vuelos de deportación de migrantes indocumentados y conseguir la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en cárceles venezolanas.
El funcionario estadounidense fue recibido en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, por Maduro, cuyo tercer mandato no es reconocido por Estados Unidos, que considera al opositor Edmundo González Urrutia como el "presidente electo" del país suramericano.
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De acuerdo con la estatal Venezolana de Televisión (VTV), que transmitió imágenes del encuentro, se trata de un "momento histórico" para "la diplomacia bolivariana", durante el que el presidente del país vecino propondrá una "agenda cero con el propósito de afinar detalles" y "realizar lo que haya que realizar" respecto a las relaciones, pero en "consenso y no impuesto".
(Lea también: Donald Trump y migrantes: respuestas a temas más buscados sobre anuncios del presidente de EE. UU. ).
"Nuevo comienzo": Nicolás Maduro
Maduro abogó por un "nuevo comienzo en las relaciones" de Venezuela con Estados Unidos, rotas desde 2019.
El gobernante izquierdista le planteó a Grenell lo que denominó una "Agenda Cero" para reconstruir puentes, en medio de una renovada crisis política por los cuestionamientos de Washington a su reelección el 28 de julio del año pasado, denunciada por la oposición como un fraude.
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Formalmente, Washington desconoce la reelección de Maduro para un tercer mandato (2025-2031) y el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, expresó apoyo al exiliado Edmundo González Urrutia, quien reivindica un triunfo en los comicios presidenciales.
El gobierno del demócrata Joe Biden tampoco reconocía a Maduro, pero emprendió negociaciones directas Caracas-Washington.
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Los contactos llevaron, por ejemplo, a la liberación en Estados Unidos de Alex Saab -empresario colombiano acusado de ser "testaferro" del mandatario y ahora uno de sus ministros- a cambio de 10 prisioneros estadounidenses y una veintena de venezolanos a finales de 2023.
El enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, comentó más temprano en rueda de prensa que la reunión entre Grenell y Maduro "no cambia" las prioridades de Washington "con respecto a Venezuela".
El mismo día de su investidura, Trump dijo que Estados Unidos "probablemente" dejaría de comprar petróleo de Venezuela.
Varios congresistas republicanos piden cancelar las licencias que permiten a petroleras como la estadounidense Chevron, la española Repsol o la francesa Maurel & Prom operar en el país caribeño, pese al embargo petrolero que el gobernante estadounidense impuso en su primer mandato (2017-2021) en una batería de sanciones que buscó sin éxito la caída de Maduro.