"Solo quiero decir que estoy muy agradecida de estar aquí. No sería posible sin esos oficiales”, afirmó Maddy Wildford, de 17 años.
Al hospital de Deerfield Beach, en Florida, llegó en día de San Valentón la joven que milagrosamente sobrevivió tras recibir tres impactos de bala en el abdomen, pecho y brazo por parte de Nikolas Cruz, el tirador que asesinó a 17 personas.
Tras la masacre, cuando los agentes revisaban los salones, hallaron a la joven prácticamente sin vida. Un oficial del departamento de bomberos fue quien se percató de que aún respiraba y decidió trasladarla al hospital más cercano.
“Estaba moribunda, estaba blanca, como si toda la sangre se le hubiera salido”, declaró Lázaro Ojeda, del departamento de bomberos.
Maddy agradeció a los oficiales, pues fueron “los primeros en brindar auxilio, y estos médicos increíbles y todo el amor que todos han enviado”.
Su mamá afirma que es una inspiración tenerla viva: “ella sabe quién es y qué quiere, esa fuerza es la que la ayudó a recuperarse”.
Para salvarle la vida, a la estudiante de noveno grado, estrella del equipo de baloncesto de su colegio, le tuvieron que practicar tres delicadas cirugías, una de ellas a corazón abierto.
Médicos aseguran que necesitará terapia física en su brazo para que pueda volver a practicar su deporte favorito.
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Updated: febrero 26, 2018 06:09 p. m.