Las autoridades sanitarias de la localidad de Biella (Piamonte, norte de Italia) denunciaron ante los carabineros (policía militarizada) a un hombre que intentó fingir que recibía la vacuna contra el COVID usando un brazo falso con el único objetivo de conseguir un certificado sanitario.
El impostor, de unos 50 años, acudió a un centro de vacunación donde la enfermera a cargo de la inyeccion se percató, en el momento de realizar el pinchazo, de que le estaba mostrando un brazo hecho con silicona muy parecida a la piel, que abarcaba desde el hombro al músculo deltoides, donde se inserta la aguja.
Inicialmente pensó que el hombre había sufrido una amputación y había puesto la extremidad equivocada, así que para no ponerlo en una situación incómoda le pidió que se girara, explicó la sanitaria, Filippa Bau, al Corriere della Sera.
Pero al ver que le enseñaba una pieza en silicona "exactamente igual que la otra", la enfermera comprendió que el sujeto estaba intentando engañarla para que le suministrara el fármaco en un brazo falso.
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"Me di cuenta, en un instante, de que el hombre que tenía delante estaba tratando de eludir la vacunación mediante una prótesis de silicona en la que esperaba que yo, sin saberlo, le inyectara el medicamento", dijo la mujer.
Una vez descubierto, el impostor intentó convencerla de "pasarlo por alto" y continuar con la farsa, a lo que ella se negó, llamando a sus superiores.
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Finalmente, el hombre reconoció que les había intentado engañar con el brazo falso para conseguir el nuevo certificado sanitario reforzado que solo pueden tener las personas vacunadas o que hayan pasado la enfermedad y que desde el lunes 6 de diciembre será obligatorio para poder acceder al interior de bares, restaurantes, locales de ocio y edificios públicos en Italia.
Las autoridades sanitarias locales presentaron una denuncia a los carabineros, que han informado de los hechos a la Fiscalía.
El presidente de la región del Piamonte, Alberto Cirio, se mostró muy contrariado por "la gravedad de este gesto" y resaltó "el sacrificio" en cuanto "a vidas humanas y costos sociales y económicos" que está costando la pandemia.
"El caso roza lo ridículo, si no fuera por el hecho de que estamos hablando de un gesto de enorme gravedad", dijo.
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El nuevo certificado sanitario de refuerzo se sumará al actual documento, que también incluye a los poseedores de una prueba de antígenos negativa y que es necesario para trabajar, acceder al transporte público y transitar por las zonas comerciales.
Estas medidas se orientan a impulsar aún más la vacunación en el país, que se sitúa en torno al 85% de la población con la pauta completa y el 45,66% con la dosis adicional o de recuerdo.
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