Al menos 51 ballenas piloto de aleta larga murieron en la noche del martes 25 de julio tras quedar varadas en la remota playa Cheynes, en el suroeste de Australia
, mientras un grupo de ecologistas tratan de rescatar a otros 46 especímenes, informaron este miércoles las autoridades del país oceánico.
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Un total de 97 ballenas piloto quedaron varadas el martes en aguas poco profundas a unos 150 metros de la playa Cheynes, una ensenada protegida de la región de Australia Occidental que está rodeada por un parque y una reserva natural.
"Desafortunadamente, 51 ballenas murieron anoche", informó el Servicio de Parques y Vida Salvaje de la región de Australia Occidental en las redes sociales.
El Servicio de Parques también detalló que los equipos de rescate, veterinarios, expertos en fauna marina y voluntarios que se han desplegado por tierra y mar desde el martes "intentan llevar a las 46 ballenas restantes a aguas profundas a lo largo de la jornada".
Pero estas tareas afrontan una serie de peligros por la existencia de "ballenas grandes, angustiadas y potencialmente enfermas, tiburones, olas, maquinaria pesada y embarcaciones", explicó el organismo regional.
En septiembre de 2022, murieron la mayoría de las 230 ballenas pilotos que se quedaron varadas en una remota isla de la región australiana de Tasmania, que al igual que la playa Cheynes, está en las rutas migratorias de diversas especies de cetáceos.
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Ese varamiento en Tasmania se produjo dos años después de que unas 470 ballenas piloto se quedaran varadas en ese mismo lugar, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar.
Australia, al igual que el vecino país de Nueva Zelanda, es escenario de frecuentes varamientos de ballenas y otros mamíferos marinos, sin que los expertos hayan logrado esclarecer con precisión los motivos.
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No obstante, se cree que pueden estar vinculados a enfermedades, errores de navegación, cambios repentinos en las mareas, la persecución de depredadores o a condiciones meteorológicas extremas.