Unas 160 ballenas piloto (Globicephala melas) se han quedado varadas en una remota playa de la localidad de Dunsborough, en el suroeste de Australia, de las cuales al menos 26 han muerto, según informaron este jueves, 25 de abril de 2024, fuentes oficiales.
"Tenemos entendido que hay cuatro grupos de hasta 160 ballenas pilotos en total repartidos a lo largo de unos 500 metros", indicó el Servicio de Parques y Vida Salvaje del estado de Australia Occidental en Facebook, al precisar que 110 de ellas están muy cerca de la costa.
"Por desgracia, 26 ballenas que se quedaron varadas en la playa han muerto", agregó este organismo estatal.
EL Servicio de Parques desplegó en la mañana equipos de expertos a un área conocida como la entrada de Toby, a más de 250 kilómetros al sur de la ciudad de Perth, para evaluar la situación de estos mamíferos marinos, intentar llevarlos a altamar o bien sacrificarlos si no hay otra alternativa.
Basándose en incidentes previos similares ocurridos en el suroeste australiano, los expertos consideran que generalmente la opción más humanitaria es la eutanasia. "Siempre esperamos lo mejor", precisó.
Pese a diversas investigaciones, hasta la fecha los científicos aún no han podido explicar por qué en ocasiones las ballenas se desvían de sus rutas y se quedan varadas en aguas de poca profundidad, aunque se baraja la posibilidad de que se extravíen atraídas por contaminación de ruido o guiadas por un cabeza de grupo desorientado.
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El mayor varamiento de cetáceos conocido en Oceanía se registró en las islas Chatham, a unos 800 kilómetros de costa sureste de Nueva Zelanda cuando unas mil ballenas piloto se quedaron varadas en ese remoto lugar en 1918.
En Australia, el peor varamiento masivo se produjo en 2020 cuando 470 ballenas piloto se quedaron varadas en una zona remota de la isla de Tasmania, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar, mientras que dos años más tarde murieron la mayoría de las 230 ballenas pilotos que se quedaron en ese mismo lugar.