El 12 de diciembre de 2020, Julie Welsh fue atropellada mientras cruzaba la calle en una colina de la ciudad de Glasgow, Escocia. Debido al impacto, la mujer, que en ese entonces estaba embarazada, perdió a su bebé y le tuvieron que amputar las piernas por debajo de la rodilla.
Antes de caer al suelo, el cuerpo de Julie Welsh se golpeó con el parabrisas de un Mercedes Benz y se elevó por los aires, lo que le causó una lesión cerebral que cambió su vida para siempre. El golpe hizo que se le fracturara una costilla superior, el brazo izquierdo y una pierna, además de sufrir múltiples lesiones pélvicas. Asimismo, tenía cortes y contusiones en la cara, las mejillas, los nudillos y un ojo morado.
Por este motivo, Welsh tuvo que someterse a una extracción temporal del hueso del cráneo para que los médicos pudieran detener la hemorragia cerebral. Luego, la mujer tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para reconstruir el brazo roto y el hueso pélvico.
Tras unos días en el hospital, los especialistas le amputaron ambas piernas a la mujer, por debajo de la rodilla, y ahora debe permanecer bajo supervisión médica las 24 horas del día. Su movilidad es reducida y pasa la mayor parte del tiempo en la cama.
De acuerdo con el diario británico Mirror, Julie Welsh, que ya ha sido sometida a 10 cirugías, tiene un daño cerebral severo, es ciega de un ojo, no tiene conciencia de su entorno externo y no puede comunicarse. Adicionalmente, requiere asistencia médica para respirar y se alimenta a través de un tubo.
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El conductor, identificado como Darren Morrinson, de 20 años, aseguró frente al Tribunal del Sheriff de Glasgow que no vio a la mujer hasta “una fracción de segundo” antes de la colisión.
Graham Robertson, un testigo del hecho, señaló que el vehículo iba bastante rápido cuando alcanzó a Julie Welsh, que se encontraba a menos de un metro de llegar a la acera. En ese momento, el hombre aseguró haberse quedado congelado antes de ayudar a la mujer embarazada. “Pensé que estaba muerta. Escuché respiraciones ásperas, estaba haciendo ruidos de asfixia”, declaró.
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Por otro lado, Patricia Callaghan, una conductora que se encontraba por la zona, destacó que el automóvil manejado por Morrinson “aceleró, no disminuyó la velocidad, sino que se aceleró”.
Finalmente, Darren Morrinson fue declarado culpable por causar lesiones graves por conducción peligrosa y fue condenado a dos años de prisión: “Él no puede explicar por qué no vio a Julie Welsh, un objeto en movimiento, hasta que ella estuvo frente a su auto. No puede estar seguro de que la razón por la que no la vio fue porque estaba distraído y las consecuencias fueron catastróficas para ella”, detalló la fiscal Jessica McGowan en el discurso de clausura ante el jurado.
“Morrison dijo que fue una fracción de segundo entre verla y golpearla y, en esa fracción de segundo, la vida de Julie, como sabía, le fue arrebatada: le quitaron a su bebé que estaba por nacer", agregó.