El hombre intentó cruzar con la niña las aguas del Río Bravo pero se ahogaron. Cuando lo encontraron, aún abrazaba a la pequeña.
La madre de la bebé fue rescatada con vida y su llanto estremeció a quienes estaban ahí.
Los cientos de migrantes que se juegan la vida para cumplir su sueño americano se enfrentan a un sin fin de peligros al cruzar la frontera. Pero quienes logran llegar al otro lado viven un infierno que ha despertado la indignación de más de un estadounidense.
Según investigaciones de The New York Times y The New Yorker en Clint, uno de los principales centros de detención de menores indocumentados en Texas, cientos de niños enfrentan una verdadera pesadilla.
La mayoría no se ha cambiado de ropa desde su llegada, a otros el hambre les roba el sueño y la mayoría duerme en el suelo.
Las celdas, diseñadas para 35 personas guardan hasta 155 menores, una situación que les impide dormir o incluso acercarse al baño.
A las graves denuncias, se suma la muerte de un joven de 16 años por un virus respiratorio. Un hecho que obligó al cierre del centro y a la renuncia de John Sanders, el jefe interino del departamento de fronteras.
Updated: junio 25, 2019 07:49 p. m.