Las autoridades ucranianas han registrado más de 71.000 casos de presuntos crímenes de guerra durante el primer año de la guerra en Ucrania por parte de Rusia y han identificado a 276 sospechosos de diferentes delitos, emitiendo 26 sentencias, según contabilizó Eurojust, que también puso en marcha una base de datos judicial para almacenar las pruebas.
La fiscal de enlace ucraniana en Eurojust, Myroslava Krasnoborova, enumeró en una rueda de prensa este jueves en La Haya que se han registrado más de 71.000 casos de presuntos crímenes de guerra y más de 16.000 crímenes contra la seguridad nacional de Ucrania desde el 24 de febrero del año pasado.
Además, unas 276 personas fueron identificadas como sospechosas de diferentes tipos de crímenes cometidos en el contexto de la invasión rusa, y los casos de 99 acusados fueron derivados a algún tribunal ucraniano. Con base en todas las investigaciones iniciadas, la Justicia ucraniana ha emitido hasta ahora un total de 26 sentencias.
“Aunque el daño causado por la invasión rusa no se puede reparar, podemos asegurarnos de que los responsables sean llevados ante la justicia”, señaló Krasnoborova, que celebró el establecimiento de la Base de Datos de Pruebas de Crímenes Internacionales (CICED), una herramienta que puede “acelerar el debate actual sobre un eventual juicio” por el crimen de agresión, condicionado a varios principios legales que dificultan su procesamiento.
Publicidad
Sanciones para Rusia en el aniversario de la invasión a Ucrania
La Unión Europea (UE) aprobó este viernes una décima ronda de sanciones contra Rusia desde la invasión de Ucrania, que se inició hace exactamente un año, anunció la presidencia sueca del bloque.
Las medidas prevén "restricciones contra individuos o entidades que apoyan la guerra, divulgan propaganda o aprovisionan a Rusia con drones usados en la guerra", precisó.
Publicidad
Un diplomático de la UE dijo a la AFP que la lista incluía 120 individuos y entidades, así como tres bancos rusos.
Los detalles serán publicados en el Diario Oficial de la Unión Europea después de la aprobación definitiva de las sanciones el sábado.
El anuncio de la UE se produce después de anuncios similares de Estados Unidos y Reino Unido. El G7, que reúne las economías más avanzadas del mundo, amenazó también con "fuertes costes" a países que ayuden a Rusia a eludir las sanciones.
El bloque europeo ya aprobó nueve paquetes de sanciones a Moscú por su invasión de Ucrania.
Publicidad
Varios diplomáticos de la UE explicaron a la AFP que el acuerdo de este viernes se vio ralentizado tras las quejas de Polonia, que consideró las sanciones insuficientes.
El primer ministro, Mateusz Morawiecki, dijo el viernes en Kiev que las propuestas de Bruselas eran "demasiado blandas, demasiado débiles".
Publicidad
Olena Kurilo, el rostro de la guerra en Ucrania
El primer día de la invasión rusa, una fotografía de la ucraniana Olena Kurilo le dio la vuelta al mundo. Su rostro, cubierto de heridas, se convirtió en una de las imágenes más emblemáticas de la guerra. Un año después, Olena habla sobre los horrores del conflicto y relata el momento que cambió su vida.
Ha repasado en su mente una y otra vez cada detalle de ese fatídico día y aún no logra evitar las lágrimas. Olena Kurilo puede oler el humo, sentir el impacto y oír los gritos desgarradores.
Eran las 5 de la mañana del 24 de febrero de 2022 y un estruendo la despertó de un profundo sueño. "Todo voló hacia mí. Fue literalmente una fracción de segundo, pero recuerdo muy bien cada fragmento de vidrio. Se sentía como una especie de sueño. Cuando el vidrio me cubrió, todo quedó en completo silencio durante 10 segundos, y luego escuché gritos", relató.
Desde Polonia, el país que la recibió como refugiada, revive el momento que la marcó para siempre.
Publicidad
“Lo primero que vi cuando salí a las escaleras fue que mi vecino, un niño, estaba muerto. Su padre estaba a su lado llorando. Recordaré eso por el resto de mi vida."
Esa madrugada, dos misiles rusos cayeron sobre la ciudad de Chuguev, en el nororiente de Ucrania. Uno impactó una base militar, el otro destruyó el edificio en el que vivía Olena. Entonces, echó mano de su fortaleza.
Publicidad
Tres fotógrafos habían llegado al lugar para documentar uno de los primeros bombardeos de la invasión rusa. “Sucede que mi foto fue la primera que se convirtió en una especie de símbolo de la guerra en Ucrania. Este tipo de popularidad es en realidad una carga muy pesada", reconoce.
Las lesiones han cicatrizado y puede cubrirlas con maquillaje, pero las heridas invisibles que deja la guerra en la memoria y en el alma son casi imposibles de sanar.
"Trabajo el síndrome de estrés postraumático con una psicóloga. Hemos estado trabajando juntas desde mayo, y diré que antes las pesadillas eran aterradoras. Ahora en mis sueños todavía hay bombas, pero logro controlarlos de alguna manera", señala.
Ahora, tiene la mirada puesta en el futuro. Ya ha usado su imagen para recaudar fondos para su país, y su nueva meta es fundar una organización benéfica para huérfanos ucranianos.
Publicidad
Pero el mayor anhelo de Olena es regresar a su amada Ucrania. Cuando le preguntan qué es lo primero que haría, responde que luego de sentarse en su casa con una taza de té caliente, iría a un vivero a comprar plantas. Sueña con lo que muchos dan por sentado: una vida tranquila, una vida en paz.
Efectos económicos de la guerra en Ucrania
Los efectos de la guerra en Ucrania no solo se están dando allá. Este conflicto disparó la inflación y el costo de financiamento para cualquier persona en el mundo por varias razones:
Publicidad
- Ucrania es productor mundial de cereales y fertilizantes, y obviamente eso disminuyó, lo que ha provocado escasez y, por consiguiente, alza de precios.
- La guerra dificultó la movilización de mercancías encareciendo los costos del transporte mundial.
- También generó incertidumbre, llevando a la gente a invertir en algo seguro como el dólar, disparando su valor, lo que también encarece el comercio internacional.
A nivel de los mercados, la incertidumbre reina. Esto ha impulsado algunas divisas como el dólar al alza, pero ha causado crisis en monedas de países en vías de desarrollo o en el sector de las criptomonedas. Las bolsas del mundo también caen, cientos de empresas han perdido y siguen perdiendo valor bursátil llevando a que millones de inversionistas sufran multimillonarias pérdidas.
Este golpe tiene coletazos en el crecimiento económico del mundo. Las grandes economías crecerán solo 2% en promedio este año y Latinoamérica lo hará, en promedio, el 1%.
Los commodities como el petróleo, el gas o la urea también aumentaron su precio por los efectos en la producción, especialmente en la urea de la que Ucrania es líder en producción.
Publicidad
En el caso del gas, Ucrania y Rusia abastecen como fuente principal a Europa. Por la guerra, los costos para la industria no paran de crecer aumentando los costos y esto se traduce en mayores costos para los ciudadanos del continente.
Los cereales como el maíz, trigo o la soya también se restringieron por esta guerra disparando su precio en el planeta.
Publicidad
La guerra también afectó la cadena logística en Colombia. Los principales productos que se enviaban a Ucrania estaban valorados en 30 millones de dólares anuales, hoy ya no recibimos ni la mitad de ese destino.
Otras de las consecuencias para Colombia son: mayor devaluación de nuestra moneda, mayores tasas de interés, un sobreesfuerzo para encontrar nuevos mercados para exportar y para importar a mejores precios, pero también mayores ingresos fiscales por el petróleo que vendemos ante el incremento del crudo por la guerra.
La resistencia de los periodistas cubriendo la guerra en Ucrania
El estallido del conflicto en Ucrania movilizó a los medios de comunicación del mundo entero, y un año después, los propios reporteros en el frente se muestran sorprendidos por la resistencia del país invadido por tropas rusas y la dureza de los combates.
Cuando se inició la invasión, el 24 de febrero de 2022, "todo el mundo pensaba: 'estos pobres ucranianos, son muy, muy valientes, es formidable ver cómo luchan, pero en dos meses esto se habrá acabado", recuerda Florence Aubenas, enviada especial del diario francés Le Monde.
Publicidad
Esta veterana corresponsal de guerra ya ha estado cinco veces sobre el terreno.
Al contrario de otras guerras olvidadas en el mundo, las implicaciones económicas y geopolíticas de este cruento conflicto son demasiado elevadas para dejarlo de lado.
Publicidad
Aunque de hecho, en el este del territorio ucraniano ya se estaba librando una sangrienta guerra desde 2014, en la cuenca del Donbás, entre Kiev y los separatistas prorrusos, sin despertar excesivo apasionamiento.
En cambio, a lo largo del último año, "12.000 periodistas ucranianos y extranjeros han sido acreditados" para cubrir la guerra que libra Ucrania contra el vecino invasor.
"Es enorme", asegura Jeanne Cavelier, de Reporteros sin Fronteras (RSF), quien evoca un "terreno fácilmente accesible para las redacciones, particularmente las europeas".
Censura rusa
El acceso desde el otro lado del frente es mucho más difícil, por no decir imposible, explica el reportero británico Tim Judah (The Economist).
Publicidad
"Es la principal diferencia de esta guerra respecto a muchas otras que he cubierto", deplora este periodista que no ha podido verificar aún si es cierto que las fuerzas ucranianas bombardean a civiles en Donetsk, como lo afirman los prorrusos.
"Intentamos hacer las cosas de forma equilibrada pero es cierto que es más difícil del lado ruso", confirma el reportero Emmanuel Peuchot, que ha reforzado la oficina de AFP en Kiev.
Publicidad
Las autoridades rusas organizaron viajes al frente para la prensa internacional, muy controlados, hasta los meses de verano de 2022.
Desde entonces los medios occidentales ya no son bienvenidos, y ello coincide con las dificultades del ejército ruso. Solamente un puñado de elegidos pueden desplazarse al frente.
Cualquier información que las autoridades militares rusas consideren calumniosas puede conllevar sanciones penales.
Por el momento, ocho periodistas han muerto en la guerra, y 19 han resultado heridos, según el saldo provisional de RSF.
Publicidad
En los últimos seis meses no se ha producido ninguna otra muerte, pero los bombardeos son intensos y los equipos en el frente sufren una "enorme fatiga mental", explica el responsable de informativos del grupo francés TF1, Thierry Thuillier, cuyos equipos pasan un promedio de tres semanas en el frente.
Publicidad
"Fatiga"
"Es una fatiga que no es visible, que no sentimos todos de la misma manera, porque enfrentas cuestiones de vida o muerte", confirma desde Ucrania el reportero Michel Scott de TF1.
La amplitud de este conflicto no tiene precedentes desde la II Guerra Mundial, asegura este veterano corresponsal bélico, que asegura haber cubierto "decenas de conflictos en los últimos 30 años".
Los ejércitos utilizan medios "extremadamente modernos", el saldo de pérdidas humanas "casi no ha bajado desde el principio".
"Cada conflicto tiene su particularidad en términos de riesgos, en este caso son los bombardeos", con "toda la gama imaginable de misiles y obuses".
Publicidad
Una reportera de la cadena árabe Al-Jazeera, Hoda Abdel-Hamid, precisa sin embargo que las líneas del frente "son claras" y que "las zonas peligrosas están bien delimitadas", aunque "se producen bombardeos en ciudades".
En comparación con el caos, la pobreza y el pillaje de las guerra en Irak o en Afganistán, en Ucrania "reina el orden y las instituciones funcionan".
Publicidad
Enviado especial de la emisora de radio española Cadena Ser, Nicolás Castellano explica que su trabajo es "muy fácil" en comparación con sus experiencias en la República Democrática del Congo, Somalia o Sudán del Sur.
"Tienes internet en cualquier momento, puedes enviar tu información desde cualquier lado, subirte a un tren", explica este reportero, que además dice que con Ucrania no tiene que "pelearse" con sus superiores para pasar en directo.
Todos los enviados especiales consultados confirman que volverán en un momento u otro a Ucrania.
El conflicto "durará aún mucho tiempo", predice Emmanuel Peuchot.
Publicidad
"Quisiera estar presente cuando se produzca la paz, las negociaciones. Y cuando ese país sea reconstruido, me encantaría también estar presente ahí", confía la periodista de France Télévisions Maryse Burgot, de retorno de su séptima misión al frente.