Durante el pasado fin de semana, la falta de cultura ciudadana puso en riesgo no solo la vida de un turista en Italia, sino la integridad de una icónica estructura del siglo XVI que se encuentra ubicada en la región de Toscana y resultó afectada luego de que un joven de 22 años se subiera en ella.
Se trata de la Fuente de Neptuno, que, según los reportes oficiales, tardó al menos 10 años en completarse y que se ha mantenido exhibida en la Piazza della Signoria desde el año 1575. De acuerdo con las autoridades, el turista se subió en una de sus extremidades con el objetivo de tomarse una fotografía para el recuerdo.
Sin embargo, su acción terminó por romper un pedazo de mármol del emblemático monumento. Según el alcalde de Florencia, Dario Nardella, las alarmas funcionaron y las cámaras de seguridad de la zona lograron captar al joven, de origen alemán. "No hay justificación contra el vandalismo del patrimonio cultural", expresó el mandatario local en su cuenta de X.
Adicionalmente, se conoció que al bajar de la fuente, el turista también dañó uno de los cascos del caballo que componen la escultura, según la información suministrada por el medio alemán Deutsche Welle.
Frente a la situación, las autoridades italianas señalaron que los daños a la fuente estarían avaluadas en al menos 5.000 euros (más de 20 millones de pesos colombianos), por lo que el responsable tendrá que enfrentar una multa considerable.
Cabe mencionar que la Fuente de Neptuno, que fue restaurada en el año 2018, fue encargada durante el reinado de Cosimo I de Medici, que pretendía convertir a Florencia en una superpotencia naval. La inauguración de esta obra coincidió con la finalización del sistema de agua y acueducto de la ciudad, lo cual la hace todavía más emblemática.
Por otro lado, las autoridades destacaron que esta no es la primera vez que se presentan este tipo de situaciones con los turistas en el país, ya que en el último año ha habido una "ola de delincuencia" en torno a estos espacios culturales o icónicos de Italia.
Hace unos meses,unos turistas fueron sorprendidos vandalizando el Coliseo Romano
, plasmando sus nombres en las paredes. Asimismo, dos visitantes fueron arrestados luego de pintar con aerosol algunos lemas dirigidos a un equipo de fútbol de Múnich en el Corredor Vasari, que conecta con las Galerías de Uffizi.
Acorde con la ley italiana, estos actos de vandalismo en contra de los espacios de la ciudad pueden ser perseguidos bajo la modalidad de "daño agravado" y quienes sean sorprendidos cometiendo este delito podrán ser condenados a una pena máxima de tres años en prisión.
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