Vecinos del humilde barrio Los Pumitas, en la ciudad argentina de Rosario, saquearon y destrozaron la vivienda de un presunto narco señalado de matar a un niño de 11 años y herir a otros tres, así como desvalijar los inmuebles de los cómplices del sujeto.
El saqueo de las precarias viviendas ocurrió luego de que los vecinos intentaron atacar a sus ocupantes a los que responsabilizaban del asesinato del pequeño Máximo Geres.
Los señalados delincuentes tuvieron que ser rescatados por la Policía, que intervino en un primer momento para proteger sus vidas.
Rosario, a 310 km al norte de Buenos Aires, la ciudad más violenta del país, fue noticia la semana pasada cuando dos desconocidos atacaron a balazos el supermercado propiedad de los suegros del astro Lionel Messi y dejaron una nota amenazante que mencionaba al campeón mundial. Aún no se pudo determinar el origen y el móvil del ataque.
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- En contexto: Local de la familia de esposa de Lionel Messi fue atacado a tiros y al futbolista lo amenazaron
¿Cómo murió Máximo?
La noche del sábado pasado, Máximo Geres, de 11 años, estaba con otros tres niños a pocos metros de un quiosco en el que se vendía droga cuando cuatro personas pasaron en un vehículo y abrieron fuego contra ellos.
El menor de edad murió a manos del presunto narco, mientras que una bebé de 2 años recibió un disparo en el brazo y dos adolescentes, de 13 años, fueron baleados -uno en la boca y otro en el pecho-, informó el fiscal Adrián Spelta, quien investiga el caso.
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"Se han pasado todos los límites", dijo Spelta a radio 2 de Rosario. Según el fiscal, "hay una puja territorial entre una banda que está hace tiempo en esa zona y otra que no es de la zona, para la venta de estupefacientes. En esos ataques entre ellos, cuatro chicos estaban jugando cerca del objetivo principal y uno falleció", agregó.
Luego durante un allanamiento en una vivienda en la que se habrían escondido, fueron incautadas una ametralladora FMK vieja con silenciador y una pistola 9 mm, además de una moto con mancha de sangre, que presume habrían dejado los atacantes, precisó el fiscal. Este lunes dos mujeres y dos hombres quedaron detenidos, agregó.
La furia y la indignación se desató el lunes 6 de marzo en el barrio pobre donde el niño vivía con su familia. Numerosos vecinos con los rostros tapados y armados de palos ingresaron a la fuerza a la casa del señalado narco acusado de matar al niño. La saquearon y la destruyeron a mazazos, según imágenes de televisión. Luego fueron a otra vivienda de la que robaron todas las pertenencias e intentaron incendiar, por lo que intervinieron policías y bomberos.
Uno de los que destrozó el primer inmueble fue el papá de Máximo.
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Amenazas de banda del presunto narco
Tras lo ocurrido, la familia del menor tuvo que huir del barrio por las amenazas que los criminales difundieron a través de un video.
“Escuchen manga de giles, van a tener que devolver las cosas que sacaron de adentro de la casa porque si no les vamos a dejar un muerto todos los días adentro de las casas. ¿Me escucharon manga de giles?”, fue lo que dijo uno de los miembros de la banda conocida como Los Salteños.
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Incluso, un grupo de reporteros de TN que cubría la noticia en la zona tuvo que abandonar el barrio “porque durante la guardia periodística aparecieron dos personas en moto, una de ellas armada. Todos decidimos levantar la cobertura por seguridad”, relató Giuliana Salguero.
"Esta es una demostración del hartazgo social. Aquí tenemos el fallecimiento de un chiquito, que fue ultimado a balazos", admitió Claudio Brilloni, ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, que acompañó el operativo policial en el barrio de Rosario. En declaraciones a la prensa, afirmó que la violencia "se exacerba con la accesibilidad que tienen las bandas narcocriminales a las armas de fuego".
Según Brilloni, Rosario, el mayor puerto agroexportador argentino, "tiene características que hacen que sea un lugar deseado para las organizaciones narcocriminales".
Afirmó que allí conviven "una faceta que es el narcotráfico a gran escala y la otra que es el negocio del narcomenudeo y los enfrentamientos que se producen en los barrios de vulnerabilidad social".
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En las últimas dos décadas, se viene incrementando fuerte la violencia en Rosario que el año pasado tuvo una tasa de 22 homicidios cada 100.000 habitantes, cinco veces superior a la del promedio de Argentina, según datos oficiales.