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“Somos Sue y Derek. Estamos aquí porque tu hijo nos acaba de ver en internet”, así inicia la conversación de los actores de cine para adultos con un ama de casa que abre atónita la puerta y los ve desnudos.
La pareja le cuenta que el menor está consumiendo contenido erótico: “ya sabes, en su portátil, el iPad, la consola de videojuegos, su celular, el tuyo, la televisión…en fin, nosotros actuamos para adultos, pero es que tu hijo es solo un niño”.
Y prosiguen: “quizá él no sepa cómo son en realidad las relaciones. Nosotros ni siquiera hablamos de consentimiento, ¿verdad? Nos metemos en ‘faena’ directamente”.
El hombre responde, a modo de aclaración, “yo no actúo así en la vida real”.
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La conversación tiene como objetivo decir que “es normal que los jóvenes sientan curiosidad por el sexo”, pero que debe hablárseles con responsabilidad para que no construyan un falso imaginario de las relaciones actuadas y las de las personas del común.
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“La mejor manera de apoyarlos es abordar conversaciones abiertas y sinceras sobre lo que pueden encontrar y hasta qué punto eso es diferente al sexo y las relaciones reales”, señala la página keepitrealonline, destinada a la orientación de estos temas.
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