"Será una gran reunión. Es un buen hombre. Es amigo mío. Y tenemos una gran relación con México", dijo Donald Trump horas antes de la visita del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
AMLO, como se conoce al presidente por sus iniciales, tuiteó una foto suya en el Memorial de Lincoln en Washington DC. "Quiero mantener una buena amistad con Estados Unidos, eso es lo que nos conviene", señaló.
Atrás parecen haber quedado los epítetos que marcaron las campañas electorales de ambos.
En 2016, el republicano Donald Trump llamó "violadores" y "criminales" a los mexicanos y prometió levantar un muro fronterizo. En 2017, en su libro ‘Oye, Trump’, el izquierdista López Obrador consideró una "canallada" la retórica antiinmigrante de su par estadounidense, que comparó con la de Adolf Hitler.
Publicidad
Pero ahora los dos quieren celebrar la entrada en vigor hace una semana del T-MEC, la nueva versión del acuerdo de libre comercio norteamericano de 1994. Para Trump es una promesa electoral cumplida; para AMLO es la apuesta para impulsar la economía mexicana en recesión.
"Esta relación bilateral diría que es la más fuerte entre Estados Unidos y México ", dijo el martes a periodistas un alto funcionario de la administración Trump.
Publicidad
Le puede interesar:
Como prueba, dijo, están las ofrendas florales que AMLO depositó ante los monumentos de Abraham Lincoln y Benito Juárez, dos expresidentes que mantuvieron "una muy respetuosa y fuerte relación" en el siglo XIX.
"ABORDAR LOS DESAFÍOS"
Publicidad
Pero la visita de trabajo, que incluirá un mano a mano en la Oficina Oval, un encuentro ampliado entre ambas comitivas y una cena con una decena de poderosos empresarios de México, entre ellos Carlos Slim, el hombre más rico del país, ha generado polémica.
"El momento de la visita no es muy feliz, tanto por la pandemia -los casos están en aumento en ambos países- como por las elecciones en Estados Unidos, para las que faltan solo cuatro meses", dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano con sede en Washington.
Publicidad
Con más de 131.000 muertos, más de 3 millones de casos y récords diarios de nuevos contagios, Estados Unidos es el país más afectado del mundo por el COVID-19 . AMLO también lidia con el coronavirus en México, quinto globalmente por número de fallecidos (más de 31.000).
Trump, que busca la reelección en noviembre, aparece nueve puntos en promedio en las encuestas por debajo de su rival demócrata Joe Biden, con quien AMLO ya anunció que no se reunirá.
Para muchos, la cita es un "espaldarazo electoral" al magnate republicano. Así lo dijo el excanciller mexicano Jorge Castañeda (2000-2003), que tildó de "innecesaria" y "con muchos riesgos" la visita.
Miembros hispanos del Congreso estadounidense denunciaron que el encuentro solo busca "desviar la atención del coronavirus " y ocultar la "incapacidad" de Trump para atender la pandemia.
Publicidad
El demócrata Bob Menéndez, miembro de alto rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, exhortó el martes a Trump a aprovechar esta instancia para "abordar los desafíos" que supone el COVID-19 , pero también la inmigración irregular, la seguridad y el narcotráfico.
"DISCUSIÓN COMPLETA E INTEGRAL"
Publicidad
"Estoy muy seguro de que la discusión será completa e integral", incluso sobre Venezuela, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
La semana pasada Pompeo dijo que espera que la visita de AMLO impulse a México a "hacer más" por la democracia en el país sudamericano.
Ambas partes aseguraron, sin embargo, que el foco está en el comercio. Pero la fiesta por el T-MEC parece aguada por la ausencia de Canadá, cuyo primer ministro, Justin Trudeau, declinó sumarse el brindis luego de reportes de posibles sanciones estadounidenses al aluminio canadiense.
El tema migratorio -que en relación con México incluye también el drama de cientos de miles de niños y jóvenes llegados ilegalmente a Estados Unidos y amenazados de deportación por la intención de Trump de derogar el decreto DACA que los ampara-, seguro está sobre la mesa.
Publicidad
"Necesitamos ese acercamiento con Trump porque los migrantes necesitamos representación", dijo María Varela, una partidaria de AMLO de 40 años, que viajó desde Nueva York y estaba entre el centenar de personas reunidas frente a la Casa Blanca con carteles de ‘Migrantes con AMLO’ y banderas mexicanas.
El presidente mexicano ya dio una primicia: al viajar en vuelo de línea por su política de austeridad, fue visto por primera vez en público con tapabocas, una imagen que aún no se tiene de Trump. Este miércoles AMLO no llevaba mascarilla.