El presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, anunció este viernes que abandona el poder del país para permitir la organización de elecciones en el plazo de 90 días, según una declaración leída en la televisión burkinesa.
"Yo declaro que el poder queda vacante para permitir la organización de elecciones justas y democráticas en 90 días", afirmó Compaoré en un comunicado firmado por él mismo, tras las masivas protestas ciudadanas y de la oposición que exigieron hoy su marcha.
Compaoré justificó su decisión en "la degradada situación sociopolítica y la amenaza de división dentro de nuestro Ejército".
El mandatario explicó que había decidido aplicar el artículo 43 de la Constitución burkinesa, que regula la inhabilitación temporal o permanente del presidente.
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Según testigos, Compaoré ha abandonado el Palacio de Kosyam y viaja en un convoy militarizado en dirección a Pô, una localidad situada a unos 175 kilómetros al sur de la capital y muy próxima a la frontera con Ghana.
El coronel del Régimen de Seguridad Presidencial Issaac Zida, fue el primero en anunciar la dimisión del presidente ante decenas de miles de manifestantes que reclamaban la marcha del jefe de Estado en la Plaza de la Nación en la capital, Uagadugú. Zida, sin revelar su paradero, aseguró que Compaoré se encontraba "en un lugar seguro", en declaraciones recogidas por el portal de noticias "Burkina 24".
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"El poder pertenece al pueblo y es él el que decidirá las acciones a seguir", manifestó el coronel, quien también aseguró que todos los cuerpos del Ejército "están del lado del pueblo".
Las protestas contra Compaoré, que lleva en el poder desde 1987 tras protagonizar un golpe de Estado en el que murió su antecesor, Thomas Sankara, arrancaron hace dos días, cuando miles de personas se manifestaron en la capital al grito de "Veintisiete años es suficiente", en alusión al tiempo que lleva Compaoré en el poder.
Ayer, las protestas se extendieron e intensificaron en todo el país, especialmente en Uagadugú, donde se desató el caos cuando centenares de manifestantes asaltaron e incendiaron el Parlamento de en protesta por la votación de la enmienda constitucional.
Desde su independencia en 1960 hasta la llegada de Campaoré a la presidencia en 1987, la historia de Burkina Faso, antes conocido como Alto Volta, se ha caracterizado por una sucesión de golpes de estado.
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