Un insólito caso de asesinato tiene enlutado al cuerpo de policía de Londres, luego de que uno de los oficiales fuera atacado por un recluso
que estaba esposado en el interior de su celda de detención. Al parecer, el hombre tenía un arma escondida que no alcanzó a ser detectada por las autoridades cuando lo ingresaron en el penitenciario.
El agresor, identificado como Louis De Zoysa, de 25 años, portaba un revólver antiguo que había comprado legalmente y para el cual había fabricado sus propias balas. Los hechos se presentaron poco después de que el joven fuera arrestado por posesión de municiones y cannabis, tras una requisa por parte de dos policías, impulsada por un alto índice de robos en la zona.
En la cámara corporal de uno de los agentes, las autoridades observaron un comportamiento ansioso por parte del acusado, que metía repetidamente sus manos en los bolsillos cuando se le dijo que no lo hiciera. Después de la requisa, los oficiales encontraron siete balas en una bolsa dentro del bolsillo de De Zoysa y el joven agrega que quiere “confesar” que tiene cannabis en su bolso.
Luego de comprobar el contenido, los uniformados procedieron a esposar al joven y lo subieron a la patrulla para llevarlo a la estación de Windmill Road, del municipio de Croydon, en Londres. Hasta ese momento, los agentes no sabían de la existencia de un arma cargada en manos del recluso. “La pistola y la funda probablemente estaban escondidas debajo de una de sus axilas”, aseguró el fiscal Duncan Penny KC.
De acuerdo con el fiscal, el joven mantuvo el arma escondida hasta que fue puesto en una celda de detención y, todavía estando esposado, arremetió en contra del sargento Matt Ratana, de 54 años, propinándole un disparo mortal en el pecho, a corta distancia. El impacto le perforó el pulmón izquierdo y el corazón, así que los compañeros del oficial no pudieron hacer nada por él.
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En ese momento comenzó un cruce de disparos con la policía y el recluso resultó con lesiones graves y potencialmente mortales. Louis De Zoysa sufrió un daño cerebral que le afectó la capacidad de comunicarse y se le asignó a un intermediario para ayudarlo a comprender la evidencia en su contra.
A pesar de esto, el acusado negó el asesinato en el juicio que comenzó este miércoles, 7 de junio de 2023.
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