El terremoto en Turquía continúa enlutando al país. Actualmente se vive la tercera jornada de desastre y la búsqueda de vida entre las ruinas no cesa. Un operador de excavadora turco llevó a cabo la labor más importante de su vida: ayudar a sacar de los escombros a su padre.
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Osman Aydemir no pudo contener el llanto mientras observaba los esfuerzos para intentar salvar la vida de su papá.
Un momento agridulce. En medio del dolor por la muerte de su madre, la esperanza de ver a su padre con vida era su único consuelo.
Osman, quien se desempeña como operador de excavadora, entró en acción, pues se unió al equipo de socorristas para levantar las ruinas de lo que antes era la vivienda de sus padres en Kahramanmaras el epicentro del devastador terremoto en Turquía.
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El ciudadano trabajó con máxima concentración pues era consciente que cualquiera de sus movimientos podría marcar la diferencia entre la salvación o la muerte de Salmán, su padre. Fueron horas de persistencia y con la llegada de la noche crecía la desesperación. El rostro de Salmán, iluminado por la luz de las linternas, reflejaba su angustia.
Poco a poco las ruinas que lo atrapaban fueron despejadas. De repente, el sonido de los aplausos le devolvió el aliento a Osman.
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Tras 47 agonizantes horas bajo los escombros, su papá había sido rescatado.
Milagrosos rescates tras el terremoto en Turquía
El rescate de un recién nacido en Turquía
alimenta la esperanza para quienes siguen sin parar buscando vida bajo las piedras tras el devastador terremoto. En Siria tampoco pierden la fe mientras siguen hallando a decenas de niños que han aguardado más de dos días a ser sacados de los escombros.
En el caso del bebé turco, los socorristas lo hallaron apenas cubierto por un pañal. Rápidamente, tomaron sus signos vitales tras trasladarlo sobre una tabla. Estaba levemente herido y la fuerza de su llanto parecía ser un buen síntoma de su recuperación. De su familia no había noticias.
En Turquía también localizaron a Elif, una niña de 7 años que hablaba con los rescatistas que levantaban las ruinas para sacarla. Estuvo 33 horas atrapada.
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