El homicida fingió no saber nada, pero una pala ensangrentada lo delató con la Policía. La víctima tenía 74 años y el agresor, 65.
El crimen, que conmocionó a Uruguay, tuvo lugar en zona rural de la ciudad de San José. Allí, policías recibieron este lunes la llamada del viudo diciendo que halló el cadáver tras regresar de buscar unas reses.
Según el relato del hombre, al arribar a la vivienda su esposa yacía muerta en un charco de sangre. Las autoridades dudaron de su versión y al registrar la finca encontraron la que sería el arma empleada en el crimen, una pala que había sido escondida en un galpón de gallinas.
Acorralado por la evidencia, el adulto mayor no tuvo otra opción que confesar. Aseguró que golpeó con la herramienta a la mujer en su cabeza. De acuerdo con su relato, solo pretendía asustarla.
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William Martínez, inspector policial de la población, aseguró que el homicida admitió que tuvo un arranque de ira luego de que ambos discutieran fuertemente, en tres ocasiones, ese mismo día.
“Había dicho que estaba cansada, que no lo iba a ayudar más con las vacas”, declaró el uniformado en declaraciones recogidas por el diario El País de Montevideo.
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La muerte de la mujer, llamada Susana Icardi, alarmó a los pobladores del lugar pues se asemejó a otros dos homicidios registrados en los últimos meses. Una semana antes, una anciana de 91 años había sido asesinada también su finca.
De acuerdo con los parientes, la relación de la pareja era cordial y nunca vieron señales que les causaran alarma.