En Madrid, España, hay indignación por el caso de Inmaculada, una mujer de 54 años que murió el pasado martes, 13 de junio, mientras laboraba en un call center. De acuerdo con medios locales
, la funcionaria sufrió un infarto.
Sin embargo, el hecho que ha causado polémica no es precisamente la muerte de Inmaculada, sino lo que sucedió posterior a la tragedia al interior del call center. Un sindicato de la empresa informó que varios empleados fueron obligados a seguir atendiendo llamadas telefónicas, pese a que el cuerpo de la mujer estuvo tendido en el suelo por casi tres horas.
"¿Estáis cogiendo llamadas?", preguntó el sindicato a uno de los empleados, que respondió: "Sí, nos dicen que sigamos cogiendo llamadas". El hecho no tardó en hacerse viral en redes sociales.
"¿Y la vida? ¿Hay algo más esencial que la vida? La respuesta parece clara, pero los hechos no indican eso", se puede leer en un comunicado compartido por el sindicato. También se conoció que varios empleados pidieron que se parara el trabajo de ese día, pero la respuesta que recibieron fue que el call center cumple una función especial que no se puede detener.
El 13 de junio Inma, una trabajadora de "Konecta BTO", murió en su puesto de trabajo.
— Sindicato de Barrio de Moratalaz (@SindicatoMtz) June 17, 2023
La empresa obligó al resto de compañeras a seguir trabajando con la excusa de que son "un servicio esencial". Pero cómo se pregunta @CGT en su comunicado, ¿qué hay más esencial que la vida? pic.twitter.com/zTiK2lnVVw
Muchos funcionarios siguieron trabajando, contó el sindicato; no obstante, la mayoría estuvo en shock al ver el cuerpo sin vida de Inmaculada tapado con una manta. Finalmente, los encargados del sitio ordenaron parar las labores con el fin de realizar el levantamiento del cadáver.
La situación permitió que trabajadores le contaran al sindicato que la empresa les estaría vulnerando sus derechos. Incluso, afirmaron que solo se les permitía descansar 10 segundos después de cada llamada, con descansos de 5 minutos por hora.
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"Cobardía e indignidad nos llevan al precipicio. Los plutócratas lo saben muy bien", "Las grandes riquezas avanzan en paralelo a la falta de humanidad. No hay excepciones" y "A una persona decente no hay empresa en el mundo que la obligue a trabajar junto a un compañero muerto. Eso solo lo hacen las ratas de caño", fueron algunas opiniones en Twitter.
Se llamaba Inma, era teleoperadora y falleció en un callcenter de Konecta. La empresa obligó a sus empleados a seguir trabajando con su compañera fallecida. Su propietario es José María Pacheco con 225M€ de patrimonio y premiado por la Casa Real. Terrorismo es esto. pic.twitter.com/kvX1x4Atu3
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) June 20, 2023
¿Qué dice la empresa?
Ante la situación, la compañía afirmó a medios locales que no fue así como ocurrieron los hechos. Aseguró que no obligó a nadie a seguir trabajando, por el contrario, dio la opción a los empleados de irse a sus casas para seguir laborando, cambiarse de puestos o tomarse el día.
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Entretanto, las autoridades investigan para determinar la versión verdadera del fallecimiento de Inmaculada y todo lo que aconteció después del lamentable hecho.