Megan Carlisle, una trabajadora de escuela
en Pensilvania, Estados Unidos, fue despedida y posteriormente arrestada después de conocerse que habría mandado fotografías íntimas y abusado sexualmente de un menor de 15 años en un estacionamiento.
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Carlisle, de 37 años, trabajaba en una escuela secundaria del área del Elizabethtown, donde se desempeñó como monitora del salón de suspensión.
Según reportes conseguidos por People, el pasado 28 de abril, mientras ejercía sus labores de supervisión dentro del aula, la mujer supuestamente “tocó y acarició” los genitales de un menor de 15 años.
Al terminar las clases, la trabajadora de escuela habría contactado al estudiante mediante Snapchat, donde comenzó a enviarle mensajes y videos con contenido sexual a él y a uno de sus amigos.
Horas después, Megan recogería al menor y terminarían teniendo actividades sexuales dentro del automóvil mientras estaban en un estacionamiento. Posteriormente, le daría dinero para comida y le compraría cápsulas de vapeo.
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Las investigaciones comenzaron el 3 de mayo, cuando las autoridades recibieron un informe sobre un presunto asalto a un menor, por lo cual, después de entrevistarse con la víctima, descubrieron capturas de pantalla en la cual mostraba a la trabajadora de escuela desnuda y masturbándose.
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Con estos registros, el distrito escolar del área retiró a la mujer de sus labores. “Si bien generalmente no tenemos como práctica comentar sobre asuntos legales o de personal, creemos que esta situación requiere una declaración (...) El Distrito cooperó completamente con la policía local en su investigación. No tendremos más comentarios sobre este asunto, ya que será adjudicado en los tribunales”, expresó la escuela mediante un comunicado.
Durante la última semana de mayo, la Policía arrestó a la mujer por ejercer relaciones sexuales desviadas, involuntarias, contacto ilegal con un menor, agresión sexual reglamentaria, agresión sexual institucional y difusión de materiales sexuales a menores.
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La señalada permanece privada de la libertad en la prisión del condado de Lancaster con una fianza de $200.000 dólares y esperan que asista a la corte el próximo 9 de junio.
Este no es el único caso en el cual un empleado de una institución educativa se ve involucrado en delitos sexuales. Hace pocos días, un trabajador de una guardería y de una escuela primaria en Florida, Estados Unidos, fue arrestado por presuntamente poseer videos y material fotográfico de abuso sexual infantil.
James Anthony Cohen, de 35 años, trabajaba como asistente de instrucción para estudiantes con necesidades especiales en la Escuela Primaria Tropical y en la guardería KinderCare fue detenido y acusado por 10 cargos de posesión de material que representan acto sexual de niños.
Las autoridades dicen que lo encontrado es “asqueroso, repugnante”, y que “cualquier otra palabra que se pueda aplicar a la palabra maldad y concerniente encajaría con esto".