April Balascio contó cómo descubrió que su padre, Edward Wayne Edwards, era responsable de al menos dos muertes. Algunos creen que era el asesino del zodiaco.
Las revelaciones fueron hechas a People y se relacionan con un crimen que permaneció 29 años en la impunidad.
Edward Wayne Edwards parecía un tranquilo hombre hogareño y cariñoso, pero escondía un pasado monstruoso. Las autoridades determinaron su participación en la muerte de por lo menos cinco personas. Dos de los crímenes los cometió en 1977, otros dos en 1980 y uno en 1996.
Fue el doble homicidio del 9 de agosto 1980 el que causó su caída. Las víctimas fueron dos adolescentes enamorados, Tim Hack y Kelly Drew, que desaparecieron tras una fiesta de bodas en la ciudad de Concord, Wisconsin.
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Los cuerpos fueron hallados 72 días en estado de descomposición, pero las autoridades forenses logaron recaudar algunos restos de ADN y semen.
En 2009, el caso fue divulgado en televisión a través de un documental sobre crímenes sin resolver. April Balascio, quien había estado con Edwards ese mismo día en el lugar, recordó y rápidamente hiló las conjeturas suficientes para sospechar de su padre.
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Durante los años de los crímenes, según el relato de la mujer, el asesino en serie obligaba a la familia a trasladarse de forma repentina por diferentes ciudades.
"Nos decía que teníamos que mudarnos en secreto porque nos estaba protegiendo, porque había gente que quería lastimarlo a él o a nosotros", aseguró Balascio a la revista People.
Para la época de los homicidios, Edwards fingía haberse reformado pues durante varios años estuvo entre los 10 fugitivos más buscados de Estados Unidos. Incluso había escrito un libro en el que pregonaba la forma en que había cambiado de camino.
Su supuesta rehabilitación le valió ser invitado a un show de televisión en la década de 1970.
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Había convencido a casi todo el mundo, pero no a su propia hija.
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Tras conocer los pormenores del doble homicidio en Wisconsin, Blascio se puso en contacto con las autoridades y familiares de las víctimas. Contó todo lo que sabía y las autoridades ordenaron pruebas genéticas que demostraron la culpabilidad del hombre.
“Él podría ser muy bueno con nosotros los niños. Era sociable, encantador, pero también podía ser abusivo. Cuando fue abusivo, fue un infierno”, declaró la mujer sobre la conducta del criminal.
Gracias a las pruebas de ADN se pudo determinar la relación del reo con los otros casos sin resolver.
En total, Edwards fue condenado a dos cadenas perpetuas y pena de muerte. La ejecución nunca se llevó a cabo, pues el peligroso homicida falleció tras las rejas solo dos años después de la detención.
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Algunos investigadores, con base en los sitios en que vivió Edwards, creen que fue responsable de otros crímenes, como los asesinatos del zodiaco, así como la masacre de tres niños en un ritual satánico en West Memphis.
Otros criminalistas lo relacionan con el atroz homicidio de JonBenét Ramsey, la niña reina de belleza asesinada la edad de 6 años en Atlanta.
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