En Viersen, Alemania , Kristina Hahn llevó su pasión por el Lego a otro nivel. Tiene una tienda en línea donde vende piezas del popular juguete al mundo entero y posee hasta las más difíciles de encontrar, que son verdaderos tesoros.
“Son muy versátiles, puedes usar el ladrillo de veinte formas diferentes y crear infinidades de cosas”, señala la propietaria de Brick Creations.
El entusiasmo se comparte en familia y Kristina es tan acuciosa que busca las piezas que le faltan en exposiciones o las compra de segunda mano a coleccionistas; incluso adquiere juegos completos solo por una pieza. De hecho, las diferencias entre una y otra son, a menudo, increíblemente sutiles.
“Todo está clasificado aunque a veces tengo que abrir varios cajones para encontrar lo que necesito”, afirma.
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Su hijo Elias asegura que su madre cuenta con todo lo que cualquier fanático de Lego puede necesitar.
"Transbordadores espaciales, submarinos, castillos... No importa qué ladrillo falta, mi mamá siempre lo tiene", afirma.
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Se trata de un pequeño gran universo que comparten con el mundo.