Equipos de socorristas siguen hallando cuerpos en medio de los destrozos causados por las inundaciones en Libia,
que dejan más de 3.800 muertos. Países y organizaciones aceleran su respuesta ante la urgente necesidad de ayuda para unos 35.000 desplazados.
Khaled sabe que es uno de los afortunados. Él y su familia están entre los sobrevivientes a las inundaciones que enlutan al nororiente de Libia.
"Mi hija me lo contó, ella vive cerca de la represa. Su marido la puso encima de un armario y él se aferró a un candelabro cuando el agua corría por dentro de la casa. Mi otra hija corrió hacia el techo con sus hijos", cuenta Khaled Al-Shuwaheid, damnificado por inundaciones en Libia.
Otros de sus seres queridos no corrieron con la misma suerte: "Fue una catástrofe, todos mis amigos están muertos".
Una tragedia, en parte, agravada por el conflicto interno y la inestabilidad política en Libia, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El organismo de la ONU asegura que la situación ha dejado graves fallas en los sistemas de alerta temprana.
“Si hubiera habido un servicio meteorológico funcionando normalmente, habrían emitido advertencias y las autoridades de gestión de emergencias habrían podido llevar a cabo la evacuación de la gente. Podríamos haber evitado la mayor parte de las muertes”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
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Este pronunciamiento llega mientras aumentan los esfuerzos para ayudar a los damnificados. La ONU desbloqueó 10 millones de dólares de su fondo de emergencia y la OMS anunció dos millones adicionales.
"Esta es una calamidad de proporciones épicas. Mientras el número de muertos aumenta, las necesidades de salud de los sobrevivientes son cada vez más urgentes”, indicó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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Parte de las labores incluye la limpieza y remoción de escombros y capas de lodo.
Alrededor de 250.000 personas dependen de la ayuda urgente e inmediata al haber resultado damnificadas por las inundaciones en el este de Libia, según datos del Fondo de Respuestas de Emergencia de Naciones Unidas.
Aviones y barcos de países de Medio Oriente y Europa están llevando ayuda de emergencia al país norteafricano, ya de por sí marcado por años de conflicto.
Además de los muertos y desaparecidos, decenas de miles de personas han sido desplazadas por las inundaciones repentinas del domingo, a raíz de la tormenta Daniel, que afectaron en particular a la ciudad costera mediterránea de Derna.