Sergio Vega, esposo de Paula Durán, la joven madre colombiana a la que le diagnosticaron cáncer de cerebro y del estómago y a la que le dieron pocas semanas de vida, festejó con su pareja e hijos que Estados Unidos les otorgara la visa humanitaria a sus suegros, Gloria Camargo y Eder Durán.
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“Es un alivio porque los necesitamos acá, necesitamos esos refuerzos porque esto es realmente una batalla y nos ha ganado mucho terreno. Pero con estos refuerzos vamos a empezar”, sostuvo el compañero de Paula Durán.
“Sé que con esos caldos de doña Gloria, con ese abrazo de ella y del papá, vamos a conectarnos”, afirmó Sergio, para quien “falta lo más importante, que es vencer este cáncer, lo vencemos con mucho amor. Hemos empezado un tratamiento que para nosotros es el camino al milagro”.
También confirmó que “una importante aerolínea iba a hacer esa donación” de los tiquetes para que los papás de Paula Durán viajen a California tan pronto la embajada les dé la visa humanitaria.
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Nanita, su hija mayor y que tiene 9 años, “está muy feliz porque ella ama a sus abuelos”, aseguró Sergio, que también le dio la buena nueva a su esposa cuando despertó en su casa, donde está desde el pasado 9 de enero recibiendo tratamiento para el dolor porque “médicamente acá nos dieron un mes de vida, eso fue hace 15 días, le quedan 15 días, pero creemos en Dios, que es un Dios de lo imposible”.
Y es por esa fe, cree él, que Paula Durán “recuperó su visión; su dolor de cabeza, que la atormentaba 24 horas, disminuyó, pero hace dos días ella tiene dolor de pecho”.
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“El cáncer es una enfermedad bastante difícil, dura, me he podido dar cuenta en estos dos meses y medio de lucha”, reconoció.
Pero ahora, con la esperanza de ver a los papás de Paula Durán, Sergio está convencido de que “un caldito de mamá, una sopa de mamá, una frijolada de mamá es más medicina que cualquier otro medicamento”.
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