Este miércoles, 22 de febrero de 2023, un fiscal de condado de Cobb, Estados Unidos, condenado a cadena perpetua a una madre de 33 años que confesó haber matado a su hija en un supuesto exorcismo.
El crimen se presentó en 2020, en medio de extrañas circunstancias. La mujer, identificada como Shekinah Akbar, sometía a su hija a rituales y sesiones de exorcismo, alegando que tenía un demonio dentro, según revelaron testigos a las autoridades.
Akbar había llamado a los servicios de emergencias, diciendo que unos vecinos habían torturado y golpeado a su hija de 5 años por horas hasta ocasionarle la muerte; sin embargo, los investigadores del caso descubrieron que este testimonio era falso.
Cuando un grupo bomberos llegó al domicilio, encontró a la menor sin vida en un dormitorio. Fue traslada a un hospital, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarla.
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Tiempo después, el reporte oficial reveló que la menor tenía marcas de mordeduras y moretones en varias partes del cuerpo, razón por la cual las autoridades comenzaron a investigar este hecho como un posible caso de maltrato infantil.
“El cuerpo de la niña estaba cubierto con docenas de marcas de mordeduras, incluso en la nariz, la mejilla, el cuello, la oreja, el pecho, los brazos, las piernas y las manos”, indicó Stephanie Green, asistente de la Fiscalía en este caso.
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No obstante, cuando los investigadores interrogaron a la madre, ella confesó haberle causado dichas heridas a su hija porque estaba realizando un "exorcismo" para expulsar de su cuerpo los “espíritus malignos” que supuestamente tenía.
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Inicialmente, la madre había pedido su libertad al declarar que sufría de demencia, pero después la cambió por una solicitud de culpabilidad con atenuantes de una enfermada mental.
“Esta hermosa niña fue brutalmente torturada, mordida y abusada durante más de 12 horas por la única persona en el mundo que se supone que la ama incondicionalmente y la protege a toda costa”, agregó Green.
Shekinah Akbar fue sentenciada por los delitos de homicidio grave y crueldad contra un menor de edad en primer grado.
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