El sacerdote que roció ácido a 7 obispos de la Iglesia ortodoxa griega y que fue detenido en Atenas había sido sorprendido supuestamente con 1,8 gramos de cocaína en el año 2018.
Por tal motivo, se adelantaba una audiencia disciplinaria en su contra, en la que se iba a definir su destitución. Justamente, durante esta diligencia, ocurrió el ataque.
El sacerdote que roció ácido a 7 obispos fue capturado y tres de los jerarcas ortodoxos están hospitalizados, mientras son tratados por quemaduras en el rostro.