La mujer no llevó el caso hasta la Policía, pero sí hasta donde un arzobispo francés. “Sabíamos que él vivía un momento difícil", afirmó el superior católico.
"Estos elementos fueron señalados al inicio de la investigación, tras el suicidio del sacerdote Jean-Baptiste Sèbe", dijo Etienne Thieffry, fiscal adjunto de Ruán (noroeste de Francia).
"Hasta ahora, no se ha presentado ninguna denuncia", según el magistrado, quien señaló que la investigación en marcha permitirá saber más "sobre las motivaciones exactas de este suicidio".
Según una fuente policial, "una mujer se había quejado ante el arzobispo de Ruán del comportamiento indecente y agresión sexual (del sacerdote) contra su hija. Pero nada de esto se había informado a la Policía antes del suicidio".
Los investigadores se mantienen "muy cautelosos en esta etapa de la investigación", especifica la fuente.
Interrogado por la agencia AFP sobre la supuesta denuncia, Eric de la Bourdonnaye, director de comunicación de la diócesis de Ruán, dijo que no podía "confirmar ni negar esta información".
"Nos encontramos ante la incomprensión de tal gesto, aunque sabíamos que él vivía un momento difícil", escribió por su parte Dominique Lebrun, arzobispo de Ruán, en una carta enviada la víspera a todos los sacerdotes de su diócesis. El arzobispo dará una conferencia de prensa el jueves.
Ordenado sacerdote en 2005, Sebe fue párroco de Saint-Jean XXIII, en el sector norte de Ruán. También era director del Centro teológico universitario y del Servicio de formación permanente, según elementos que aparecen en el sitio internet de la diócesis.
Updated: septiembre 20, 2018 12:10 p. m.