Rusia acusó a las fuerzas ucranianas de ser responsables del bombardeo a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande en Europa, y advirtió sobre las "consecuencias catastróficas" que podría tener para el Viejo Continente.
Es "extremadamente peligroso" y "podría tener consecuencias catastróficas para una vasta zona, incluyendo el territorio europeo", declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. Ucrania, por su parte, acusa al ejército ruso de haber atacado las instalaciones de la central.
El Kremlin espera que los países de Occidente que tienen influencia en las autoridades ucranianas la utilicen para detener los ataques contra las instalaciones de la central nuclear, actualmente bajo control del Ejército ruso, afirmó Dmitri Peskov.
Tras varios ataques contra la central nuclear perpetrados el viernes 5 de agosto, la más grande de su tipo en Europa, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación.
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En su mensaje de video diario, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, arremetió contra Rusia al afirmar que "los ocupantes crearon otra situación extremadamente peligrosa para toda Europa".
"Cualquier bombardeo contra esta instalación es un crimen abierto y flagrante, un acto de terror", afirmó, al insistir en la necesidad de reconocer a Rusia como un estado patrocinador del terrorismo y pedir más sanciones "contra toda la industria nuclear rusa, desde Rosatom hasta todas las empresas e individuos relacionados".
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Moscú, que controla esta instalación prácticamente desde los primeros días de su campaña militar en Ucrania, cuestionó estas declaraciones y acusó a su vez a Kiev de promover el "terrorismo nuclear".
"Los ataques de Ucrania contra instalaciones nucleares pueden ser calificados en base al derecho internacional como actos de terrorismo nuclear", afirmó en Telegram el senador ruso, Konstantín Kósachev.
El senador señaló que el ataque del Ejército ucraniano contra la central nuclear en momentos en que la ONU celebra una conferencia de No Proliferación de Armas Nucleares "pone en duda el cumplimiento por parte de Ucrania de sus compromisos en materia de seguridad de instalaciones nucleares".
Las autoridades prorrusas de la región de Zaporiyia, parcialmente ocupada por el Ejército ruso, acusaron a las fuerzas ucranianas de atacar con su artillería la central nuclear y dañar las líneas eléctricas y naves industriales de la planta.
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Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que cualquier ataque a una planta nuclear es "una misión suicida", en referencia al ataque contra la nuclear de Zaporiyia, sobre el cual evitó señalar responsables.
Guterres también dio su apoyo al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y sus esfuerzos para estabilizar la situación general de la zona y acceder a la planta nuclear.
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El director del OIEA, el argentino Rafael Grossi, se mostró dispuesto en junio a visitar la central bajo control ruso, pero Ucrania criticó con vehemencia esos planes al considerar que el viaje del responsable de la ONU podría suponer algún tipo de legitimación de la ocupación rusa.