El caos en la isla de Maui a causa de los incendios en Hawái no cesa. Cada día que pasa los habitantes se muestran más afectados no solo por la emergencia ambiental, que ha cobrado la vida de al menos 96 personas, según los registros oficiales, sino también por la falta de ayudas para aquellos que lo han perdido todo.
Si bien las recomendaciones que se les dio a los afectados fue dirigirse a refugios, hostales y moteles, los recursos no son suficientes para atender sus necesidades básicas de alimentación o hidratación, por lo que muchos de ellos han tenido que acudir a medidas extremas que incluyen la delincuencia.
Algunos residentes de Maui, cuyas casas todavía se mantienen en pie, señalan que en la última semana han sido saqueados y robados, mientras que los incendios forestales siguen arrasando a la isla. Según denuncia la comunidad, con arma en mano los ladrones se llevan suministros vitales como comida, agua y medicamentos.
De acuerdo con los lugareños, las víctimas de los incendios en Hawái se encuentran desesperados por la situación, ya que las ayudas de los equipos de rescate parecen no ser suficientes para los necesitados.
Jeremy Argos, el propietario de un restaurante ubicado en Front Street, en la población de Lahaina, al oeste de Maui, expresó al medio KITV que la zona es un “caos total” para las personas que intentan encontrar algo de alimentos, bebidas y refugios.
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Por otro lado, un residente de Oregón mencionó que un pariente voló hasta la isla con suministros de agua, alimentos, artículos para el hogar y ropa, que tenía el objetivo de donar, pero cuando llegó fue asaltado a punta de pistola y no pudo entregar los recursos en ninguno de los refugios.
Matt Robb, el propietario de un bar en Lahaina, aseguró a Insider que en el día suele haber presencia de las autoridades, pero, al caer la noche, la gente aprovecha para salir a rebuscar alimentos y atracar a las personas.
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“Hay algo de presencia policial. Hay una pequeña presencia militar. Pero, por la noche, roban a la gente a punta de pistola”, afirmó.
Quienes también se han visto afectados por los incendios en Hawái se han mostrado un poco más comprensivos con los delincuentes, pues aseguran que lo hacen en modo de supervivencia debido a sus necesidades.
Sin embargo, piden a los líderes locales que consigan mayores recursos para atender a la población que ha perdido sus hogares y sus pertenencias.
“Cuando usted y sus hijos están aquí muriéndose de hambre después de casi morir quemados y la Policía no permite que la gente ingrese para satisfacer sus necesidades, es posible que recurra a medidas desesperadas”, aseveró Barret Procell, uno de los lugareños que perdió su casa en el incendio.
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“Es desafortunado que la gente esté recurriendo al saqueo en este momento, pero se trata de ayudarlos y no de avillanarlos”, agregó.