La Zona Cero es un monumento que habla por sí solo de la tragedia tras el11 de septiembre y también de la resiliencia. Un lugar solemne, sagrado para los sobrevivientes y los familiares de las víctimas, una zona que mantiene viva la memoria de un día que jamás se olvidará.
Empeñado en renacer de las cenizas, el World Trade Center ha recuperado su esplendor. Es, quizá, el desarrollo de un proyecto urbano más seguido en todo el mundo.
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En el lugar donde se elevaban las Torres Gemelas hay ahora dos piscinas monumentales. No pretenden reemplazar lo que fue, por el contrario, le rinden un homenaje solemne y silencioso.
Y no muy lejos, el One World Trade Center, con 541 metros, se convirtió en el edificio más alto de Nueva York y de todo el hemisferio occidental.
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Un mirador renueva el carácter de atracción turística de la imponente torre, que ha vuelto a marcar el perfil de la ciudad, pero es sobre todo símbolo de resiliencia y demostración de poder.
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A su lado, el centro de transporte, diseñado por Santiago Calatrava, cuya estructura evoca a una paloma con las alas extendidas. Muy cerca, sigue en pie un estacionamiento que se puede ver en las imágenes de hace dos décadas, al igual que la tienda de comidas Stage Deli, que se hizo famosa por una fotografía de un oficial tomando un descanso en medio del caos. El establecimiento sigue allí como testigo mudo de este suceso
“Cuando el primer avión se estrelló, todo el mundo estaba en shock. Luego miraron hacia arriba y vieron el segundo y todo se volvió un caos, todos salieron a correr, nadie ni siquiera se llevó el dinero, todos corrían”, recuerda John Halkias, propietario del Stage Door Deli.
Justo en frente se encuentra el cementerio y la iglesia de Saint Paul, que aun estando tan cerca de las Torres Gemelas sobrevivió a la destrucción.
En la Zona Cero, siete edificios, un museo, las fuentes norte y sur y el centro de transporte reemplazaron las dos torres caídas. Sin duda son imponentes, pero no ocultan las heridas de aquel trágico día.
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Sin embargo, el World Trade Center está lejos de ser terminado, pues 20 años después todavía falta la construcción de tres edificios más que deberán ser inaugurados en la próxima década.
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