El presidente del gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, anunció este lunes por sorpresa el adelanto de las elecciones legislativas nacionales al 23 de julio , tras el descalabro de su partido en los comicios municipales y regionales del domingo.
"Los comicios se celebrarán el domingo 23 de julio", anunció Sánchez en una declaración institucional desde el palacio de la Moncloa, precisando haber tomado "esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones celebradas ayer".
"Asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular", ahondó Sánchez.
El consejo de ministros se reunió este lunes por la tarde para refrendar el anuncio, cuya publicación en el Boletín Oficial del Estado dará lugar a la disolución del Parlamento el miércoles.
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La fecha límite para celebrar elecciones era en diciembre, y pocos esperaban el adelanto, teniendo en cuenta que España ostentará la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular, gran triunfador de las elecciones del domingo, reaccionó a la noticia afirmando que España "ha emprendido un camino de renovación que ya resulta imparable".
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Según los analistas, Sánchez, de 51 años, que llegó a la Moncloa en 2018 tras el triunfo de una moción de censura al conservador Mariano Rajoy, necesitaba recuperar la iniciativa.
"Es un golpe de timón de Sánchez para dejar de hablar de la derrota de ayer", explicó a AFP Paloma Román, doctora en ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid.
Los socialistas "no han perdido tanto, y se pueden mantener en un nivel que les puede ayudar, y, en cambio, si aguantaban en el gobierno "quizás hubiese sido peor", ahondó Román, recordando que éstos obtuvieron solo 800.000 votos menos que los conservadores del Partido Popular, en un censo de más de 35 millones de personas.
Un golpe sobre la mesa
"Ha dado un golpe en la mesa y todo se ha movido", coincidió Oriol Bartomeus, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, en declaraciones a la AFP.
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En las elecciones del domingo, el PP de Núñez Feijóo, que presentó esos comicios como un plebiscito sobre Sánchez, arrebató a los socialistas alcaldías importantes como las de Sevilla y Valencia, además de revalidar con mayoría absoluta los gobiernos de la ciudad y la región de Madrid.
Además, el PP se impuso en seis regiones donde gobernaban los socialistas, solos o en coalición: la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, La Rioja, Baleares y Cantabria.
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La jornada fue también victoriosa para la extrema derecha de Vox, cuyo apoyo resultará necesario para los conservadores en numerosos lugares.
En las elecciones municipales, el PP consiguió más de 7 millones de votos (un 31,5%), frente a los 6,2 millones (28,1%) del PSOE de Pedro Sánchez.
Sánchez llegó a la cita fragilizado por el propio desgaste tras más cinco años en el gobierno y el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de la población, pero también por los constantes enfrentamientos entre los socialistas y sus socios de coalición de izquierda radical.
Padro Sánchez, "en un callejón sin salida"
Sánchez está "en un callejón sin salida", estimó la presidenta de la región de Madrid y estrella del PP, Isabel Díaz Ayuso, en declaraciones a la televisión Telemadrid.
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Es "una excelente noticia, porque a los españoles se les devuelve la voz después de cuatro años de mentiras", se congratuló el líder de Vox, Santiago Abascal, en una comparecencia ante la prensa.
La extrema izquierda llamó a trabajar para corregir el bastonazo del domingo.
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"El mensaje recibido anoche fue muy claro: hay que hacer las cosas de otra manera. Sin distracciones. Desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio", escribió Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del gobierno, comunista y esperanza electoral de la extrema izquierda.
El analista José Pablo Ferrándiz, director de opinión pública y estudios políticos de Ipsos, estimó que con el adelanto electoral Sánchez se ahorra "seis meses" de "presión" de la derecha, pero también de sus socios de gobierno.
Y Antonio Barroso, analista de la consultora Teneo, auguró que los socialistas tratarán de movilizar a sus votantes resaltando el hecho de que el PP tendrá que negociar gobiernos regionales con la extrema derecha en las próximas semanas.