La fidelidad a toda prueba y la habilidad asistencial que demostró, lo llevarán a una nueva misión el próximo año.
Sully podía abrir puertas y sostener con su boca objetos que no podía agarrar el expresidente debido al estado avanzado de su mal de Parkinson, también estaba entrenado para pedir ayuda en caso de emergencia.
El perro recibió su nombre del piloto Chesley B. Sullenberger III, famoso por aterrizar de emergencia un avión en el río Hudson, Estados Unidos, en 2009. Su maniobra permitió salvar a 155 personas.
Como Bush, muchos otros enfermos han hallado en los perros una incondicional ayuda y compañía. Es por esto que Sully muy pronto tendrá una nueva tarea: ayudar a los veteranos del Hospital Militar Walter Reed.
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Por lo pronto, irá a Nueva York a la asociación Vetdogs, que lo entrenó, para pasar el fin de año y descarar.
Sully, la historia detrás del perro que viajará junto al féretro de George H.W. Bush