¿Qué debería hacer Donald Trump para cambiarle el nombre al golfo de México como anunció en campaña?

Uno de los principales y polémicos cambios que propuso Donald Trump durante sus discursos posteriores a la elección presidencial fue el de cambiar el nombre del golfo de México por "golfo de América" al considerar que en esta zona, rica en recursos fósiles, Estados Unidos hacía "la mayor parte del trabajo".

Lo anterior, sumado a su voluntad de "recuperar" el canal de Panamá o de adquirir Groenlandia han causado que varios presidentes se hayan pronunciado en contra de Trump; algunos, asegurando que esto se trataba de una violación a la soberanía de los países.

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"América (haciendo referencia a Estados Unidos) va a reclamar su lugar de la nación más poderosa y más respetada en el mundo inspirando la admiración mundial. En poco tiempo, vamos a estar cambiándole el nombre al Golfo de México por el Golfo de América”, fueron las más recientes palabras que dio Trump luego de su investidura presidencial.

Pese a esto el tema del golfo de México parece ser más complejo, puesto que este espacio, en términos fronterizos, es compartido por ambas naciones e, incluso, un fragmento del mismo pertenece a Cuba. Para cambiar su nombre es necesario llevar a cabo algunos procedimientos.

Según lo dio a conocer CNN, el presidente Trump deberá proponer este cambio de nombre ante la Junta de Nombres Geográficos de los Estados Unidos (BGN). la BGN, encargada a nivel nacional de estos ajustes, debe cerciorarse de que el cambio de nombre obedezca a una "aceptación local" y a argumentos "convincentes".

"Las propuestas para cambiar el nombre de un elemento natural deben presentarse a la  Junta de Nombres Geográficos de los Estados Unidos (BGN, por sus siglas en inglés). Sin embargo, debe haber una razón convincente para cambiarlo. La BGN es responsable por ley de estandarizar los nombres geográficos en todo el Gobierno Federal y desalienta los cambios de nombre a menos que haya una razón convincente. Además, cambiar un nombre existente simplemente para corregir o restablecer el uso histórico no debe ser una razón principal para cambiar un nombre" explica la BGN.

Será tarea del nuevo presidente demostrar que este cambio de nombre obedece a causas bien argumentadas. Pese a esto, es necesario tener en cuenta que el golfo de México ha sido llamado de esta manera desde, aproximadamente, el siglo XVI, por lo que el uso histórico del mismo sería una importante barrera por superar para el mandatario norteamericano.

Cambio de nombre del golfo de México requeriría de comentarios de "las partes interesadas"

Otro de los obstáculos con los que contaría Trump radica en que, acorde con el sitio oficial de la BGN, "al recibir una propuesta para cambiar el nombre de un elemento natural o de un lugar poblado no incorporado, canal, cauce o embalse, se solicitará a todas las partes interesadas que hagan comentarios".

Si el golfo de México perteneciera exclusivamente a los Estados Unidos su cambio de nombre sería tarea relativamente fácil; pero debido a que en este cuerpo de agua hay territorio mexicano, estadounidense y cubano, el diálogo alrededor de este cambio podría aguar los planes del presidente recién posesionado.

La otra posibilidad es que Trump decida ajustar este nombre sin la aprobación de los demás territorios involucrados, por lo que el golfo podría manejar, desde aquel eventual evento, diferentes nombres de acuerdo con los mapas de cada país.