El Vaticano ha decidido actualizar las normas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe a la hora de encontrar presuntos fenómenos sobrenaturales. Apariciones de la Virgen María o de Jesucristo han llamado la atención de la Iglesia y por eso establecen una nueva forma de reaccionar a estos casos y evitar engaños.
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En el documento presentado por el Vaticano se explica la necesidad de poner orden con "procedimientos claros" en este tipo de manifestaciones de presunto origen sobrenatural, que a veces han llevado a "cometer actos gravemente inmorales o han sido pretexto para ejercer dominio sobre las personas o cometer abusos".
Las normas anteriores fueron establecidas en 1978 por Pablo VI y el principal cambio es que la Iglesia ya no declarará que una aparición o un fenómeno relacionado con la religión es "sobrenatural", solo el papa podría afirmarlo.
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"No se declarará que un fenómeno es sobrenatural y solo excepcionalmente un papa puede decir que hay interés en un caso y pedir al dicasterio que inicie el trabajo para que el fenómeno pueda ser considerado" como tal, explicó el prefecto de la Congregación para Doctrina de la Fe, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández.
Anteriormente, apariciones de la Virgen María o Jesús, así como sucesos en los que una figura religiosa 'llora', estaban destinados a ser declarados "sobrenaturales" o "no sobrenaturales" por el obispo, pero ahora deberán consultar siempre con el dicasterio para su posterior aprobación.
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El cardenal argentino agregó que, aunque se llegue a autorizar una aparición, "los fieles no están obligados a creer en ello. Dejemos libres a los fieles". Las evaluaciones exigían tiempos muy prolongados, incluso décadas, y se llegaba demasiado tarde a la necesaria aprobación eclesial, apunta el documento escrito por el prefecto de la Doctrina de la Fe y aprobado por el papa Francisco.
Por ello, ahora "el obispo ve si puede gestionar solo el asunto y, si necesita comenzar la investigación, lo hará en diálogo con el dicasterio". Después se podrá declarar un Nihil obstat (no hay objeción) para que comience la veneración de los fieles o también podrá llegar a otras cinco conclusiones que necesitarán mayor estudio, pero "nunca declarar la sobrenaturalidad".