Jesse Takayama es un afortunado turista japonés que había viajado a Latinoamérica para conocer el majestuoso Machu Picchu.
Sin embargo, por la pandemia no había conseguido hacer su sueño realidad, ya que justo cuando iba a ir en marzo empezó la cuarentena.
Atrapado en Perú, no quería regresar a su país sin ver el lugar que motivó su viaje.
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Por esa razón, el Ministerio de Cultura hizo una excepción y le permitió visitar las ruinas de la ciudadela inca.
Jesse disfrutó de Machu Picchu para él solo.
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“Fredy Deza De la Vega, director de Dircetur-Cusco, fue quien personalmente se encargó de las coordinaciones con el jefe del Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu, José Bastante, para que el turista visite nuestro majestuoso Machu Picchu cumpliendo con todos los protocolos”, informó la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo de Cusco.
El atractivo turístico permanecerá cerrado hasta noviembre.